Este lunes, aproximadamente a las 19h -misma hora peninsular-, ha comenzado a arder la Catedral de Notre Dame, sufriendo un incendio muy grave. La estructura de Notre Dame «está a salvo y preservada en su conjunto», ha declarado a las 23h el cuerpo de bomberos parisino. Aún se desconoce el origen del fuego, pero, según los bomberos, está «potencialmente vinculado» a las obras de renovación y restauración que se estaban llevando a cabo en el histórico edificio, uno de los más visitados de Europa. Un bombero ha resultado gravemente herido.
Desde que se inició el fuego comenzó a brotar del centro de la catedral una enorme columna de humo que empañaba el cielo. Cerca de las 21h caía la aguja -la torre central, la más alta- debido al devastador incendio. El humo era visible a kilómetros de distancia. El objetivo primordial es tratar de salvar todas las obras de arte que se encuentran en su interior. El Rector de Notre Dame ha confirmado que ya se han puesto a buen recaudo la túnica de San Luis y la Corona de Espinas.
Cuando el fuego brotaba de la catedral ya estaba cerrada a visitantes, de manera que las fuerzas de seguridad acordonaban la zona y alejaban a turistas y curiosos, evacuando así todo el perímetro. Según los expertos, verter toneladas de agua sobre Notre Dame podría ser fatal para la estructura, provocando su hundimiento y derrumbe total. Sus consecuencias podrían llegar a ser peores que las del propio incendio.
El presidente francés, Emmanuel Macron, tenía planeado anunciar nuevas medidas como respuesta a los chalecos amarillos. Sin embargo, ante la catástrofe de la catedral, se ha trasladado hasta la Île de la Cité para seguir de cerca las labores de los bomberos. «Reconstruiremos todos juntos la catedral», ha afirmado.