Para quien no sepa qué es La Resistencia, decirles que es un ‘late-late show’ de Movistar cuyo presentador es David Broncano. Durante la realización del programa, está siempre acompañado por Ricardo Castella, director del formato, y Grison, campeón mundial de beatbox en 2013.
Además de los mencionados, también encontramos colaboradores como Jorge Ponce, Pablo Ibarburu y Candela Peña entre otros. Estos humoristas han calado entre los fanáticos del programa siendo indispensables y partícipes del éxito del show.
Pero realmente, ¿qué diferencias hay entre el programa completo que se emite a la 1:00 de la mañana y la grabación en directo? Antes de comenzar con los aspectos positivos y negativos, recomiendo a quienes vayan a acudir como público que vayan una hora antes de la hora de citación para tener un sitio en la parte delantera del teatro.
En primer lugar, según entras al Teatro Arlequín, teatro en la calle San Bernardo, perpendicular a Gran Vía, donde se graba el programa; te das cuenta del engaño que produce la televisión. El espacio es mucho más pequeño del que parece ser en televisión.
Una vez te adentras en el teatro, debes saber que se puede tratar todo tipo de humor ya sean chistes acerca del terrorismo o chistes racistas entre otros. El teatro es una burbuja de disfrute sin consecuencias donde la finalidad que tienen es que lo pases bien. Este tipo de chistes se da sobre todo en el ‘preshow’ de Jaime Caravaca, humorista murciano que a través de la improvisación, consigue hacer reir a todos los espectadores logrando que estén activos, como si de un entrenamiento de fútbol se tratase, para el programa.
Otro de los aspectos a analizar, son los monólogos de Broncano que ya de por sí desde casa, muchos no tienen gracia, pues en directo pierden toda la gracia. El presentador lee continuamente el promter e incluso los chistes, que en ocasiones, piensas que son de cosecha propia, pero realmente todos ellos son escritos por los guionistas. Está claro que Broncano no prepara el programa como ya lo ha dicho el propio presentador en múltiples ocasiones, pero aún así esperas que sea algo más improvisado.
A pesar de que tenga algún que otro punto negativo, todo aquel que vea de vez en cuando La Resistencia, debería asistir como público ya que, de manera gratuita vives un programa de comedia en directo y, además, te dolerán los mofletes de tanto reir, sobre todo con el ‘preshow’.