¿Por qué está tardando tanto en llegar?
La vacuna rusa Sputnik V fue aprobada en agosto de 2020. Cuenta con una eficacia del 91,4%, según la prestigiosa revista científica The Lancet. Empezó a comercializarse en diciembre de 2020 y acabó por convertirse en una de las vacunas más reservadas a nivel mundial en el pasado mes de marzo, habiendo firmado contrato con hasta 57 países, según el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF). Sin embargo, entre todos esos países no encontramos a ninguno de la Unión Europea. ¿A qué se debe?
En primer lugar, la Agencia Europea del Medicamento (EMA), cuya labor es el estudio y la autorización del uso de vacunas en la UE, aún no ha dado su visto bueno a la vacuna rusa. Fue la encargada de aprobar la distribución de otras vacunas como Pfizer, Astrazeneca y Moderna. Para ello, empleó un examen ético sobre la calidad de las vacunas y su adecuación a los estándares de calidad y eficacia europeos. Este examen, también conocido como revisión continua, empezó, en el caso de la vacuna Sputnik V, el pasado 4 de marzo. Actualmente, este examen se encuentra en su segunda fase, en la que la EMA está inspeccionando los centros de producción rusos en los que se desarrollan las vacunas. Esta tardanza en su decisión se debe, principalmente, a que la EMA está estudiando simultáneamente la aprobación de las vacunas de Curevac y Novavax.
Asimismo, para que la EMA pueda dar su aprobación a la vacuna, se necesita que haya al menos una instalación de producción en alguno de los 27 países integrantes de la UE. Hasta la fecha se sabe que Rusia ha pactado acuerdos de producción con empresas de España, Francia, Italia y Alemania. Se espera que este pacto empiece a funcionar para el segundo semestre del año. Si así fuera, podría empezarse la vacunación con Sputnik V este verano.
Por otro lado, algunos países de la UE, entre ellos Eslovaquia, decidieron adelantarse a la decisión de la EMA y empezar a suministrar dosis de Sputnik V por su cuenta. Esto causó bastante polémica en Eslovaquia durante el mes de abril debido a que el país recriminaba a Rusia bajo el pretexto de que la vacuna no era lo bastante eficiente.
Por tanto, lo mejor para el resto de la UE es aguardar a la decisión de la EMA, para lo que debería faltar poco tiempo teniendo en cuenta que la Agencia empezó su examen hace dos meses, y le suele tomar de ocho a diez semanas.