Voy a pasármelo bien la comedia familiar del verano
Esta nueva comedia-musical ha sido llevada a cabo por el director y guionista David Serrano a través de una coproducción entre España y México. Sin duda, Voy a pasármelo bien le va a poner las cosas muy difíciles a Padre no hay más que uno 3 para ser la película española más taquillera de este verano. El estreno de Voy a pasármelo bien será hoy día 12 de agosto.
Más allá de que el título sea el nombre de una de las canciones más míticas de los Hombres G, es una película donde padres e hijos van a disfrutar y mucho. Son 108 minutos donde cantaras las canciones más míticas de Hombres G, te reíras a más no poder y te emocionarás con el final (triste o alegre según como lo mires).
Trama sencilla, correcta con un final para llorar
La historia no presenta muchas complicaciones. David, el protagonista, que da vida Raúl Arévalo, recibe una llamada de Layla, su primer amor del colegio que hace 30 años que no la ve para decirle que vuelve a Valladolid, lugar donde se sitúa la película, para recibir un premio a mejor directora. David contacta con sus amigos de la infancia, Los Pitus (Luis, Paco y la última incorporación, Fernando), para organizar una cena cuando venga Layla.
Durante la estancia de la directora mexicana en la ciudad vallisoletana, será un ir y venir entre el pasado y el presente. Muchas veces estará el David del presente como un espectador más, añorando y recordando su pasado. Esto permitirá entender a las mil maravillas esta triste trama que viven sus protagonistas y ponerse en la piel, ya que es una historia que puede ocurrirle a cualquiera.
Pequeños fallos en los musicales
En esta película, los musicales son la parte más importante junto con el humor permitiendo que la trama avance su curso de una manera natural y agradable. Pero sí que es cierto que, a pesar de haber llevado un único visitando de la película, hay momentos en los que hay canciones que se escucha muy alto el instrumental dejando de percibir de manera clara la letra de las canciones míticas e incluso hay una mala sincronización de audio.
Este problema, desde mi punto de vista, lo noté de manera significativa en la segunda canción. Es un detalle que para nada tira por tierra lo divertida y lo bien que está llevada este filme, pero que es necesario comentar. Además, el primer musical con el que da inicio la obra, lo vi algo forzado. Considero que se podría haber realizado de una manera menos brusca, hilando mejor los compases iniciales del largometraje.
El personaje de Luis es pura fantasía
Todos los personajes presentan una personalidad y un humor distinto que permite además recordar, gracias a los diálogos, a las infancias de los años 80 y 90. Y el que mejor representa esto es sin duda el personaje de Luis, encarnado por Rodrigo Gibaja. ¡Qué naturalidad y qué bien realiza ese papel de niño gracioso! No vas poder parar de reír con las expresiones que salen por su boca como «agur, ben-hur» o «te sales minerales».
En definitiva, es un filme que sí que merece la pena pagar la entrada para ver este musical en los cines el próximo día 12 de agosto.