Dos siglos buscando la luz recoge las grandes joyas del archivo de la institución bicentenaria
La espectacular biblioteca del Ateneo de Madrid, consagrada como cuna del conocimiento y la cultura, abre sus puertas al público para acoger la exposición Dos siglos buscando la luz, un recorrido que trata de plasmar el símbolo de la institución: la luz.
Heredero del Ateneo Español y referente cultural y político, la institución se fundó en 1835 bajo la protección de la regente María Cristina con una premisa muy simple a la vez que compleja: “propagar las luces”, difundir la cultura.
Con el paso de los años, el Ateneo de Madrid ha menguado el número de socios y esta programación especial puede ser una gran oportunidad para impulsar el interés por formar parte de esta institución situada en pleno Barrio de las Letras.
Con motivo de la celebración del bicentenario, el Ateneo de Madrid ha organizado multitud de propuestas culturales de libre acceso o a un precio muy asequible, una forma de retornar a la idea inicial de esta institución y acercar la cultura a todos los estratos sociales de las calles madrileñas, siendo Dos siglos buscando la luz una de ellas.
Un recorrido del que emana la luz
Mariano José de Larra fue su primer socio de número del Ateneo, por lo que se le dedica una pequeña parte del recorrido. Los siete fundadores votaron la incorporación de Larra a la institución mediante bolas de madera que se pueden ver en la exposición. Así, inicia Dos siglos buscando la luz.
Las fotografías son las protagonistas de la exhibición y permiten al visitante adentrarse en el Ateneo de Madrid desde una perspectiva que se remonta a décadas anteriores. La colección tan peculiar de pequeñas fotografías en placas de cristal es uno de los grandes atractivos de la exposición. De hecho, es la vitrina en la que más visitantes se detienen, movidos por la curiosidad de qué era aquello que mostraban las fotografías.

Documentos manuscritos y bibliográficos de archivo ocupan un importante espacio del recorrido, amenizado, además, por música clásica compuesta e interpretada por socios del Ateneo Madrid. La música tiene un papel muy importante en la institución desde su origen, el cual se mantiene y conmemora a lo largo de la exposición.
Dos siglos buscando la luz está expuesta en La Pecera, una sala contigua al espacio principal de la biblioteca, en cuyos pupitres grandes referentes culturales iniciaron su legado. Movimientos literarios se han fraguado entre las estanterías de esta biblioteca, desde un intenso romanticismo hasta la poderosa generación del 27. El arte contemporáneo también encontró su lugar subiendo las escaleras del Ateneo de Madrid, al igual que inquietudes de numerosos científicos. Los primeros debates feministas se celebraron en las salas de este edificio y por sus pasillos caminaron siete premios Nobeles españoles.

Entrar en esta sala, ver los pupitres y las paredes repletas de libros es un soplo de conocimiento para aquellos que sientan que la cultura corre por sus venas. Sin duda, una oportunidad única para dejarse envolver entre letras, arte y ciencia.
Todo un legado cultural y científico que emana de cada una de las estancias del Ateneo Madrid y que continuará con su programa especial del bicentenario durante las dos próximas semanas. De esta forma, la exposición podrá visitarse hasta el próximo 30 de abril.