‘Silence Between Songs’, l segundo disco de la cantante salió este 15 de septiembre
Tras el lanzamiento de su cruda biografía The Half Of It el pasado abril, la neoyorkina presenta Silence Between Songs, su nuevo disco que ya ha recibido el beneplácito de Lana del Rey, una de sus grandes referentes y cuya influencia permea todo el trabajo.
Como ya prometía, la cantante se atreve en estos apenas 45 minutos a tratar temas tan personales como la relación con su figura paterna o la experiencia de haber crecido delante de las pantallas de las 38 millones de personas que actualmente la siguen en Instagram.
Con el último adelanto, Spinnin, ya pudimos comprobar cómo la artista se había superado tanto musical (puesto que coescribe y coproduce las 17 canciones que conforman el disco) como vocalmente respecto a su anterior trabajo Life Support de 2021, ofreciendo una sofisticada producción de influencias psicodélicas y soft-rock.
Ella misma reafirma su crecimiento desde ese último disco: “Este álbum cuenta la historia de tantas partes diferentes de mí que descubrí en los momentos de pausa en los que me calmé del ruido y aprendí más sobre mí misma. Espero que mis fans se sientan tan inspirados al escucharlo como yo al crearlo”.
Para el tono confesional que toma en Silence Between Songs, además de seguir la senda de Tame Impala o la ya mencionada Lana del Rey, Madison mira al pasado bebiendo de la música pop de los años sesenta, lo que trae como resultado un ambiente atmosférico y cinematográfico, siendo este segundo LP un paso hacia adelante en su búsqueda de un sonido propio.
