El pasado día de Navidad llegaba a la plataforma Disney+ la última producción de Pixar, Soul, una película con una apuesta arriesgada en la que el estudio entra de lleno en el gran interrogante metafísico: ¿Para qué estamos aquí?
Soul, así se llama la última producción fílmica de Pixar, de un Pixar que ya se reconoce a sí mismo como un “clásico” dentro de Disney. La película estaba programada para estrenarse en los cines en verano de 2020, pero debido a la pandemia Disney decidió estrenarla el pasado 25 de diciembre en su plataforma Disney+.
Dirigida por el veterano Pete Docter que ha estado al cargo de otras películas como Monstruos S.A (2001), Up (2009) o Inside Out (2015) y codirigida por Kemp Powers, la película de Soul se atreve a abordar grandes ideas existencialistas como la vida después de la muerte y las cosas que hacen que vivir valga la pena.
Y es que últimamente Pixar está empeñado en hacer reflexionar a su público. Primero con Inside Out (2015) que impulsaba a hacer una introspección interna sobre las emociones y la forma en la que se procesan y, más tarde, Coco (2017) con la que el estudio abordaba el tema de la pérdida y el luto. Y ahora, sorprende con Soul, en la que se plantea uno de los grandes misterios de la vida: ¿Cuál es la razón de ser de los humanos? Un tema complejo a la par que inaprensible, pero que, contra todo pronóstico, se maneja de una forma sencilla y emocionante durante los 107 minutos de metraje.
La historia empieza con un apasionado Joe (con la voz en inglés de Jamie Foxx), un profesor de música en un instituto cuyo objetivo en la vida no es otro que convertirse en un famoso pianista de jazz. Sin embargo, el destino le juega una mala pasada, ya que unas horas antes de presentarse a una audición con la gran saxofonista Dorothea Williams en un reconocido local de Nueva York, sufre un accidente que lo deja atrapado en el “Más Atrás”, un lugar entre el mundo terrenal y el Más Allá.
A partir de ese momento, Joe conocerá a la rebelde 22 (Tina Fey), un alma del Más Atrás. 22 hace tiempo que se rindió en su intento por encontrar el último elemento que le faltaba para poder cruzar a la Tierra y ocupar un cuerpo humano: una razón para vivir. Ambos personajes se ayudarán mutuamente, Joe para poder regresar a la vida y 22 para encontrar esa “chispa” que le falta.
A medida que avanza el complicado argumento, la película explora a los individuos que viven obsesionados por cosas como el trabajo y cómo esto puede convertirse en su peor enemigo. Por tanto, la cinta se cuestiona si cumplir metas y expectativas es el sentido de la vida. Una clara reivindicación de lo cotidiano, de lo efímero y de aquellas pequeñas cosas que nos hacen felices.
Una reflexión que recuerda al ensayo El mito de Sísifo, en el que Camus discute el valor de la vida a través de una metáfora. En ella explica cómo Sísifo, el héroe absurdo, es condenado a transportar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvía a caer por su propio peso. Una tarea inútil. Cuando Sísifo es capaz de reconocer la inutilidad de su labor y tiene la certeza de cuál es su destino, llega al estado de aceptación. Es decir, Sísifo decide aceptar el sinsentido castigo con el único beneficio de sentirse dichoso cuando llegue a la cima, antes de que vuelva a caer la piedra.
Camus mantiene que nuestras vidas son insignificantes y no tienen más valor que el de lo que creamos. Por ello, con este mito invita a disfrutar del tiempo que tengamos en esta vida, aprender a ver la belleza de las pequeñas cosas y apreciar el viaje en lugar de obsesionarse con el destino.
En este caso, el destino de Joe no es otro que convertirse en un gran pianista de jazz, por lo que la película debía representar este género musical de forma auténtica. Así que no solo contaron con profesionales del mundo del jazz como Daveed Diggs o Terri Lyne, sino también con una banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross. Ambos productores musicales han sido capaces de crear el sonido adecuado tanto del jazz como de los cantos celestiales del Más Allá.
Así mismo, hay que hacer una especial mención a la calidad de la animación. Y es que Pixar ha demostrado con creces que son los reyes de esta. Han sido capaces de traer el estilo de vida neoyorquino y plasmarlo en la pantalla, cuidando al milímetro la iluminación y demostrando que hasta lo meramente figurativo está controlado. Algo simplemente brillante.
Soul es una película que merecía ser disfrutada en una buena sala de cine por la calidad de imagen. Desgraciadamente debido a la pandemia provocada por la COVID-19 Disney decidió estrenarla en su plataforma de Disney+, convirtiéndose en la primera película de larga duración de Pixar que no se estrena en cines, con excepción de los países en los que no hay Disney+ y los cines se mantienen abiertos.
Lo que está claro es que no es fácil conseguir atraer a públicos tan dispares como niños y adultos en una sola obra. No obstante, Pixar es capaz de llevarlo a cabo de manera brillante en sus historias, especialmente en sus mundos. Esta vez recordando que hay que disfrutar del mero hecho de vivir. Un mensaje y reflexión bastante acertado y más en los tiempos que se están viviendo. Un alegato a valorar todos los instantes de la vida por muy insignificantes que nos puedan parecer.