Aurora Guerra habla sobre la creación de su thriller La Cárcel de Aire y su interés en adaptarla al cine o la televisión
Aurora Guerra (nacida en 1968) destaca como una de las figuras preeminentes en la creación de ficción en España. Su prolífica carrera la ha llevado a ser la mente maestra detrás de una serie de éxitos notables en la televisión española, tales como El Secreto de Puente Viejo, Acacias 38, Cámara Café o Fuerza de paz. A lo largo de los años, ha desempeñado roles diversos, incluyendo guionista, productora y showrunner, lo que la ha consolidado como una figura influyente en la industria del entretenimiento.
Recientemente, Aurora Guerra ha ampliado aún más su horizonte creativo al aventurarse en el mundo de la escritura de novelas de thriller. Su incursión en este género literario culminó el pasado 13 de septiembre con la presentación de su obra titulada La Cárcel de Aire. Esta novela marca un emocionante hito en la carrera de Guerra, ya que la lleva a explorar terrenos literarios desconocidos hasta entonces.
Pregunta: ¿Por qué escribiste este libro?
Respuesta: Me apetecía escribir algo que no tuviera que ver con un proyecto audiovisual. La idea me apareció un día viendo un cuadro, un paisaje, según lo que yo sentí metiéndome dentro de él vino el tema de la agorafobia, el desear tener ese cuadro para mí por encima de todas las cosas… y al ir tramando sobre ello, apareció todo lo demás.
P: ¿Qué te inspiró a escribir una novela sobre la agorafobia? ¿Lo tenías pensado de antes?
R: Hay temas que para mí son imprescindibles, siempre me va a apetecer tratarlos. Ciertas enfermedades que afectan a las relaciones, por ejemplo, esta, las fobias, el abandono, la soledad… siempre me parecen que tienen muchos hilos por donde tirar. Depende de la perspectiva, te pueden llevar a muchas formas. La agorafobia siempre me ha parecido aterradora, y todos los que hemos sufrido un ataque de ansiedad sabemos hasta qué punto te incapacita para hacer las cosas. Este ataque de ansiedad, este pánico extremo llevado a las últimas consecuencias (que a veces derivan a la agorafobia), es aterrador. Hay una persona conocida mía que ha padecido agorafobia. No en tanta magnitud como la sufre Lula en la novela (no llegaba a no salir de casa, pero tenía problemas para ir en transporte público o ir en coche). No podía ser del todo independiente por si en algún momento le atacaban los episodios de ansiedad.
P: ¿Te gustaría adaptar la novela a lo audiovisual?
R: Muchísimo. Creo que sería un peliculazo, o una serie de unos cuantos episodios, y estaría muy bien. Creo que sería una muy muy buena obra audiovisual. De hecho, yo creo que lo vamos a empezar a mover ya, porque luego las cosas tardan tanto que cuando empieces a moverlas cuanto antes, mejor.
P: ¿Qué te atrajo a escribir un thriller? Y más, thriller de guante blanco.
R: A mí el thriller me encanta. Los dos géneros que más me gustan son el thriller y el melodrama. El terror también me gusta mucho, pero los otros dos tuve más oportunidad de hacerlo. Me gusta leerlo, verlo, investigar sobre él (me parece que es muy entretenido), y hay muchas maneras de verlo. Puede ser más negro, más ligero, o como este, de guante blanco. Abarca muchas posibilidades.
Personajes Complejos y Temas Controvertidos
Aurora Guerra explora cómo sus personajes, marcados por traumas del pasado, desarrollan relaciones intrincadas en su novela, la cual revela su inspiración en temas controvertidos y cómo desafía las convenciones al explorar la psicología humana en sus historias.

P: Hablando de tus personajes, ¿Cuál es la dinámica entre los protagonistas? ¿Qué te llevó a elegir esta relación como eje central de la historia?
R: Creo que son tres personas muy marcadas por su pasado. Todas están afectadas de una manera u otra por una serie de hechos que ocurrieron en su infancia y juventud. Cada una de ellas ha desfilado este trauma o estos recuerdos perturbadores de una manera. Carlota ha tenido que buscarse la vida desde muy pequeña y sobrevivir a base de ingenio y de hacerse invisible. Armando ha sobrevivido a base de cultivarse e inventarse una personalidad de hombre refinado y cerebral. Teniéndolo todo a su favor para tener una vida más fácil, con buena educación, fortuna, y buenos mimbres para que su vida sea casi perfecta, Lula se encuentra encerrada en sus enfermedades y sus miedos.
P: Sobre Lula, el personaje más acomodado de los tres; ¿por qué hacer que un personaje tan acomodado esté tan perjudicado por trastornos psicológicos?
R: Un poco por explorar ese contraste, cómo a veces aparentemente teniéndolo todo, que sea el que en el fondo sufre más. No puede salir de sí misma, es la peor de las cárceles; no puedes escapar de ti.
P: La agorafobia puede ser vista como una lucha interna por la libertad y la autonomía. ¿Cómo abordas el tema de la libertad en tu novela y qué implicaciones tiene para Lula?
R: Ella intenta una huida hacia delante. Cuando se da cuenta de que el terror no la deja vivir con la libertad que muchos de nosotros tenemos (no todos pueden vivir con libertad, desgraciadamente), trata de sujetar su problema de tal manera para que no llegue a atacarle de una manera tan brutal como en el pasado. Cuando consigue que su vida esté totalmente compartimentada, intenta obviar el hecho de que vive presa del terror. Intenta escaparse a través de los cuadros, de conseguir todos sus caprichos (teniendo en cuenta que no puede salir de su casa), intenta dar la espalda a su problema, aunque ella sabe que la acompaña en todo momento.
P: ¿Cómo abordas la creación de tensiones y conflictos en tus historias sin recurrir a elementos controvertidos o inmorales?
R: Yo creo que en la ficción (al menos yo), hay que olvidarse de nuestras convicciones éticas o morales. Si tú estás haciendo una serie sobre un pederasta, una cosa es hacerla, o hacer una defensa de eso. Tú lo que hacer es escoger una serie de elementos perturbadores de los que muchos apartan la mirada totalmente, y poner el foco ahí. Eso no quiere decir que lo estés defendiendo o lo estés aplaudiendo, simplemente que esas cosas existen. No puedes vivir como un niño pequeño creyendo que nadie lo ve. La ficción debe ser más libre, y se debe dejar de lado muchas veces el pensamiento crítico. Abundar un poco en la bazofia en la que nos convertimos los seres humanos.
P: Hablando de “Abundar un poco en la bazofia en la que nos convertimos los seres humanos”, en tu trayectoria tratas mucho esos temas. ¿Hay un motivo especial?
R: Me suscita muchos preguntas. En Fuerza de paz se hablaba del abuso de muchos militares sobre menores, o en Escándalo una mujer adulta se enamora de un menor. A mí, personalmente, me resultan interesantes porque creo que no porque no hablemos de ellos dejan de existir. Otra cosa es que hagas apología de ello. A mí, como escritora, creo que hay muchísimas aristas muy interesantes donde explorar como creadora. Quizás más que otros temas. Yo soy la primera que veo comedia romántica, pero ahora mismo, en la fase en la que estoy, prefiero escribir sobre estos temas.
Bienes Diferenciales y Exhibición Social en la Cultura Actual
La Cárcel de aire trata sobre un tema muy llamativo para la ficción: Los robos de arte. Aurora Guerra explora cómo la exhibición de bienes exclusivos se ha convertido en una forma destacada de diferenciación social en la cultura actual. Esto se refleja en la búsqueda constante de exclusividad, incluso a través de pequeños detalles, así como en la obsesión por mantener una imagen pública cuidadosamente elaborada. Guerra sugiere que esta tendencia refleja la necesidad humana de reconocimiento en una sociedad altamente interconectada y competitiva:
P: ¿Qué investigación hiciste sobre la seguridad de los museos y la tecnología utilizada para proteger las obras de arte?
R: Hablé con un policía que se había dedicado a esto durante mucho tiempo, hablé con gente de seguridad también, investigué mucho en museos, su protección… aunque casi todo son sistemas informáticos, células de movimiento, de temperatura… están muy protegidos y es muy complicado entrar. En cosas que vemos como en Ocean’s Eleven es ficción, llegar a robar ahora mismo en un museo grande (otra cosa es que alguien entre a una iglesia y se lleve un retablo), es muy complicado, casi imposible.
P: En tu opinión, ¿qué hace que el robo de arte en museos sea un tema tan atractivo para la literatura y el cine?
R: Creo que el poseer algo muy bello que normalmente está expuesto a muchos ojos, siempre tiene una parte de morbillo. Realmente los robos de guante blanco son sin violencia. Alguien que posee un cuadro de valor incalculable, tiene un poco el síndrome de Robin Hood, estás robando al rico y no al pobre. Justicia poética. Lo disculpamos más que si van a robar a la tienda de la esquina. Hay un halo romántico, de belleza y sofisticación que a todos nos gustan.
P: ¿Crees que los bienes diferenciales ahora están más presentes en la clase alta y media alta?
R: Yo creo que se intenta. Creo que sí que es verdad que es muy fácil de diferenciarte. Cuando se borra el tema de clase y tus orígenes, es una forma muy fácil de decir al mundo: “Soy rico”. Llevar un vestido de marca, un bolso, o teniendo un Picasso en tu casa; exclusividad que nadie puede tener. A mí personalmente me da igual (risas), pero es verdad que mucha gente disfruta con esta exhibición, que a mí incluso me parece impúdica, de los bienes materiales.
P: ¿Crees que ahora hay micro-bienes diferenciales?
R: Por supuesto. Todo ha cambiado mucho, estamos todo el día expuestos. Este tema de tener pequeñas cosas, el salir a la calle con unas zapatillas que sean de X marca porque las has visto en el último desfile… ¿Cómo has conseguido esas zapatillas? A lo mejor no estás pagando el alquiler para tenerlas, o haciendo cosas que tú mismo considerarías inmoral en otro punto de tu vida, pero te puede el figurar.
P: En muchas historias de robos en museos, los personajes buscan adquirir riqueza material. ¿Qué reflexiones tienes sobre la búsqueda de la riqueza tan desesperada?
R: Me parece que es un foco de insatisfacción e infelicidad absoluta. Siempre vas a querer algo más si buscas la felicidad en los bienes materiales y la riqueza. Para mí, la búsqueda de los bienes diferenciales a toda costa es un germen de insatisfacción eterna.
P: En cuanto a Lula, los robos en museos a menudo involucran la idea de «poseer» una obra de arte. ¿Cómo abordas la cuestión de la posesión y la obsesión por el control en tu novela?
R: El personaje de Lula no distingue bien hasta qué punto se excita con la posesión. Lo que quiere es tener el control sobre la poca gente que hay a su alrededor, sobre su vida, porque lo pierde completamente puesto que no quiere que algún día le atrape su pasado, entonces intenta controlar todo lo que sucede en su vida y todos sabemos que eso es imposible.
P: ¿Cuál ha sido la escena que más te ha costado desarrollar?
R: Yo creo que los robos. Es como si robaras tú, así que tienes que estructurar todo muy bien para que no haya fallos. Muy mecánico, muy complicado.
P: ¿Cuál ha sido la escena que más te ha gustado desarrollar?
R: La voz de Lula me ha encantado, y escribir el pasado del orfanato también me ha gustado mucho. Oh, y claro, me ha divertido muchísimo dialogar a Carlota. Es muy graciosa, muy madrileño de barrio que me hace mucha gracia.
P: ¿Cuál es el personaje que más te ha costado escribir?
R: Creo que no me ha costado escribir ninguno. Cuando escribes, tratas de comprender a todos. Sea quien sea, tienes que tratar de entenderles y quererles cuando estás haciéndolos. Hay uno que me ha dado mucho asco escribir, y esos te cuesta escribirlos, pero de los principales ninguno.
P: ¿Cuál es tu personaje favorito de la novela?
R: Jo, es que no sé. Es que Carlota… es tan rica…. ¡Es Carlotilla! Dan muchas ganas de protegerla (risas).
P: ¿Cómo es tu proceso de creación de personaje?
R: Pienso mucho antes de escribir. Voy imaginándome al personaje, cómo habla, cómo respondería, cómo dar un rasgo diferencial, qué cosas simbólicas puede tener… y suelo crear las tramas paseando y en movimiento. También hago mucho borrador antes de tenerlo todo planificado.
El arte de crear y matar personajes: Un vistazo a la mente de Aurora Guerra
Aurora Guerra destaca la importancia de otorgarles contradicciones, evolución y debilidades, manteniendo la coherencia interna para evitar la previsibilidad y mantener el interés del lector. Este vistazo al proceso creativo revela el alma detrás de los personajes de Guerra y su impacto duradero en las historias literarias.
P: En tu opinión, ¿cuál es la clave para crear una buena historia?
R: Para mí, en mi experiencia como escritora de historias hay algunos rasgos que nos atraen siempre, como son los sentimientos universales; amor, venganza, un pasado que te ha hecho daño, los secretos, que tenga un ritmo que avance… eso es algo que los guionistas tenemos muy claro; que nunca se atasque la acción.
P: ¿Y qué hace mala a una historia?
R: Yo creo que lo peor es que parezca impostada, que parezca poca verdad. No quiero decir que no sean entretenidas, porque hay historias que no lo son pero atraen tu atención de otra manera, pero para mí es imperdonable el perder la atención. No es lo mismo leer Ulises que Los tres mosqueteros, o un cuento infantil a leer a Proust, pero mientras que encuentres el sentido a seguir leyendo y disfrutando, es lo que importa. Me parece imperdonable hacer una historia que no esté hecha para que el otro disfrute con ella.
P: ¿Qué es lo más atractivo de un personaje protagonista?
R: Que tenga contradicciones, que tenga un arco, debilidades… para mí eso es lo que hace a un personaje atractivo.
P: ¿Y qué mata a un personaje atractivo?
R: Que sea predecible, que no tenga coherencia. ¡Parece que me contradigo, pero no! Que no sea un personaje que sea muy familiar y que en la siguiente escena no pregunta “¿Dónde está el niño?”. Los personajes deben ser coherentes, dentro de sus contradicciones (que tienen que tenerlas), tienen que tener cierta coherencia interna.
P: ¿A qué se debe tu mala fama en cuanto a finales duros, tristes…?
R: (Risas), yo he hecho mucho thriller y mucho melodrama. En ambos géneros el drama debe existir, así que, ¿qué drama mayor hay en la vida que la muerte? Es un mecanismo que cae por su propio peso.
P: ¿Cuáles son tus principales influencias?
R: Depende de lo que escribo. Me gusta mucho leer sobre lo que escribo y meterme en ese bucle. Si estoy haciendo un melodrama de época, soy super fan de las Brontë. Me encantan. Si es detectivesca, me gusta ir a los clásicos, a William Wilkie… o cuando escribo terror me pongo a ver series como una loca. Si tengo que hacer un tema en concreto me gusta leer mucho de manera temática, me sumerjo mejor. Pero realmente no tengo influencias de alguien en concreto, sino que tengo muchas influencias de gente fantástica.
P: ¿Hay algo que creas que te has dejado por el camino cuando escribiste la novela?
R: Quizá hubiese hecho algún robo más. Pero como siempre tenemos miedo a resultar repetitivos he intentado que sean muy distintos. Aunque algún otro robo en un museo de estos preciosos que tenemos en la cabeza, no me hubiese importado.
P: ¿Tienes algún otro proyecto en mente?
R: Ahora mismo estoy haciendo una película de encargo, y estoy arrancando a escribir una serie, que es una adaptación de un relato (¡En cuanto pueda te lo cuento!), y luego estoy tirando ideas para otra novela. Creo que sí que me gustaría escribir más. Aunque luego es lo que el mercado dice, pero me gustaría escribir la segunda parte de esta novela, creo que los personajes tienen mucho que decir.
Este paso audaz y creativo evidencia la versatilidad y el talento de Aurora Guerra como una creadora de historias, y sus seguidores seguramente están ansiosos por descubrir cómo se desenvuelve en el apasionante mundo del thriller a través de La Cárcel de Aire. Su trayectoria y su nueva incursión en la novela prometen seguir cautivando a audiencias tanto en la televisión como en el ámbito literario.