El dúo de pop español, Arnau Griso, actuaba por última vez en el Wizink Center de Madrid. Tras comenzar la gira con motivo de su separación, los artistas llegaban a la capital para dejarse la piel.
Está claro que no debe ser tarea fácil decir adiós a una ciudad que ha significado tanto en tu trayectoria artística. Desde 2017, Arnau Griso no había vuelto a actuar en Madrid. Sin embargo, este domingo, 13 de noviembre, los artistas volvían para poner punto y final a la historia que comenzó hace 11 años como una broma.
Eran las nueve de la noche, el público esperaba ansioso que Arnau Griso saliera al escenario. Entre los asistentes no faltaron los outfits más originales, hay quienes esperaban al dúo disfrazados de plátano (símbolo de A.G.) y hay otros que prefirieron vestir de negro a causa de la separación.
Arnau Griso llegaba al escenario de forma arrebatadora, pero a la vez sentimental. Eric Blanch abría el concierto. Un tema perfecto para el inicio de la actuación. La canción habla sobre la separación de los artistas, así como de la relación que hay entre Arnau Blanch (1993) y Eric Griso (1990), en la que anteponen su amistad a cualquier cosa: “por encima de un socio va un hermano”. Después de la introducción, los catalanes comentaban que esa noche iba a ser especial.
Madrid era uno de los últimos tres conciertos que le quedaban a los artistas. Después de El Gusto es Mío, sonaban los acordes de Solo se que no se nada cuando Arnau se desvivía de lado a lado en el escenario. Y es que, Arnau Griso no se entiende sin Madrid. Llegaba una descarga eléctrica con Del uno al diez, un tema con el que el público se volcó totalmente.
Detrás del subidón de energía, pasaban al momento cumpleaños, pero no de la forma tradicional. Regalate ponía en cuestión si es bueno o no tener más años y ante la duda, la cuestión principal era vivir la vida.
A continuación, Arnau lanzaba un mensaje político, y acababa diciendo que hay que cambiar el mundo para tener un sitio mejor. El hijo que aún no tengo hizo que el mensaje del artista se llenara de sentido.
Seguidamente de este tema, Eric se hacía con el micrófono y contaba al público que en el primer concierto de Madrid fue donde conoció a la persona con la que más tiempo comparte fuera del ámbito profesional. Años después estaban en la misma ciudad pero para despedir el grupo. El cantante dedicó Mambo para alguien tan especial para él.
Uno de los momentos más cañeros llegaba de la mano del desamor, recetado el Desamortil para todo el público, el Wizink Center saltaba y se entusiasmaba con esta canción, que al igual que la mayoría, su letra presenta cierto toque humorístico.
El Arnau más sincero llegaba de la mano de Te lo juro. El catalán introducía la canción resaltando la importancia de la salud mental. Así pues, el artista visibilizaba que lleva un tiempo deprimido con antidepresivos. Sin embargo, contaba que lo que ha aprendido durante este tiempo es muy sencillo y salvavidas. En primer lugar, decía que si estás mal, pidas ayuda, y lo segundo, que no deberíamos preguntar qué tal está alguien si se hace únicamente por compromiso, refiriéndose a que si se pregunta se haga de verdad, para que la otra persona te conteste con sinceridad. Este mensaje acababa entre aplausos infinitos del público y el dúo se entregaba con la canción.
Era el momento de que sonara Yo y Pocho, el feedback del público era bueno, y después de la última, los artistas descolocaban a los seguidores con la base del famoso Flying Free. Después de este inciso, seguían su repertorio con Maldita Harina.
Era hora de uno de los mejores momentos de la noche con Ser y estar, globos de colores sobrevolaban el cielo del recinto en el estribillo de uno de sus temas más conocidos.
Desde el éxito volvían a sus orígenes, con su “primer hijo”, One euro one party, que fue el primer tema en hacerse viral en YouTube, la plataforma donde empezó todo. Los seguidores más fieles se emocionaban al volver a escuchar la canción en directo.
El tono humorístico del dúo seguía con el ritmo de Don Micilio, una canción a la que terminaba con un asombroso solo de su batería, Guillem Arnau.
Llegaba la recta final del concierto. Quiero quiero y quiero llenaba el show, un tema de los más sonados con el que el dúo colaboró con la ONG Petit Detalls para visibilizar su trabajo y llegar a la gente para ayudar a los más desfavorecidos.
Tras este tema, Arnau presentaba al grupo que acompaña al dúo. Además, sacaba a saludar y tenía unas preciosas palabras de agradecimiento con su manager, así como con el equipo técnico y las discográficas que los han acompañado durante toda su carrera musical. El público aplaudía a cada uno de ellos, sin embargo, el dúo daba la ovación más grande a los asistentes y les transmitía todo su cariño.
Después del parón musical, la actuación se reanudaba con la misma canción y daba paso a otra de sus temas más virales, que hicieron como crítica a las Redes Sociales, Para que el Mundo lo vea. Tras la gran acogida de este tema, los seguidores cantaban eufóricamente Mi otro yo.
El final de la aventura en Madrid
El concierto llegaba a su fin y Arnau quiso cumplir su sueño antes de que la aventura del dúo terminaba, por lo que desde el escenario, se tiró al público para ser manteado entre ellos.
El cantante volvió emocionado y alguien del público le tiró un sujetador, que colocó por un tiempo en el micrófono. El dúo se despidió y se mostró totalmente agradecido ante sus seguidores, tanto porque hubieran aceptado su ruptura de la mejor manera posible, así como por el amor que les han transmitido durante tantos años.
Es gratis puso el broche de oro a la noche. Antes del estribillo, los artistas hicieron agacharse a todos los espectadores, que saltaron en el momento más energético de la canción, que coincidía con una lluvia de confeti dorado, concluía con una serie innumerable de aplausos y el público gritaba que quería que tocasen otra canción.
Arnau Griso cantó por última vez sus canciones en Madrid y todos en conjunto, saludaron al público entre rondas. Desde luego que Arnau Griso se marcha, aunque las canciones que han creado perdurarán para siempre. Ya lo dicen ellos, “separarnos para seguir juntos”.
