La canaria emplea la comedia para hacer una crítica sumarísima
Hasta el día 23 de abril tendrán la oportunidad de ver el nuevo espectáculo de Antonia San Juan en el Teatro Pavón. Una hilarante historia que critica el machismo más concreto y la humillación televisiva y en la que su protagonista se convierte en víctima de sí misma.
Esta obra significa un enorme trabajo de dramaturgia por parte de la actriz. La idea original nace de un monólogo que Antonia San Juan representó hace años y que puede encontrarse fácilmente en YouTube. Dejando a un lado que, por sí mismo, dicho monólogo es digno de verse, de ninguna manera es sustitutivo de la obra. Más voraz, más descarnada, en las tablas todo lo que gusta de la actriz es más.
La figura de la tan mencionada Mari es la de una hija víctima del machismo absorbido por su propia madre. Desde significar el único puente de comunicación entre los padres hasta ser la encargada de su, nada responsable, hermano. Su vida familiar se ve transformada en un peso insoportable para una joven.

Víctima de sí misma
Cuca, la protagonista de la obra, es una madre de familia que, de tanto verse sumergida en el patriarcado, ha terminado por convertirse en su propio verdugo. Ella detesta a su marido y, sin embargo, le sirve en el hogar como si fuera su cometido. Su hijo se dedica a emborracharse y holgazanear; en cambio, es la hija la que debe de servirle. El hijo debe brillar, elegir, prosperar a su ritmo; la hija servir, trabajar, hacer penitencia.
Pese a todas sus flaquezas, Cuca, con la gracia de San Juan, despierta una gran ternura. No solo por su final, sino porque, tal vez, todos conozcamos a alguna mujer víctima de su propio pensamiento. Tal y como nos lo muestra esta obra, el patriarcado es un enemigo invisible y está dentro de cualquiera.

Húndeme
El hilo conductor de la obra es un programa de televisión – conducido por Yeyo Bayeyo – en el que Cuca es entrevistada. La crítica es feroz y nada velada, comprensible desde su nombre: Húndeme. Ya en el inicio de la obra, Yeyo, realiza un monólogo en el que desviste todas las crueldades de este tipo de programas. Aunque, si bien es cierto, tal y como pregunta él mismo: ¿Quién es peor, el asesino o el cómplice?

Se trata de una gran obra. Una comedia perspicaz, imaginativa y muy adecuada. Ya el trabajo dramatúrgico que lleva detrás da testimonio de un inmenso talento. Antonia San Juan nunca deja a nadie insatisfecho. Si tienen la oportunidad, vayan al Teatro Pavón a disfrutar de este espectáculo. Decídanse a reír, pero también a pensar.