Hoy se disputa la final de la Copa Libertadores más laberíntica de la historia, durante estas dos semanas se ha hablado de todo menos de fútbol. Desde la decisión de la Conmebol de disputar la final en el Santiago Bernabéu, han sido muchas las especulaciones sobre si se jugaría definitivamente o no, debido a la continua negación de los dos clubes implicados y a las críticas de los aficionados argentinos.
Madrid debe mostrar al mundo su eficacia en seguridad, el Ayuntamiento ha desplegado durante esta semana los efectivos propios de un partido reconocido de alto riesgo como es este caso. La policía argentina y española han trabajado de manera conjunta en las últimas semanas, sobre todo en los aeropuertos de Buenos Aires y de Barajas, llevando a cabo el seguimiento de los principales líderes de los grupos radicales. Un ejemplo es el caso de Mazzaro, que fue deportado de nuevo a Argentina desde Madrid, a pesar de que este «cabecilla» viniese a pasar la Navidad con su familia de Barcelona, según argumentaba él.
Durante esta última semana, las aficiones de River y Boca ya se han hecho notar en puntos céntricos de La Capital, ruidosos, propio de la hinchada argentina, pero sin incidentes.
A pesar de ser un campeonato continental, este trofeo ha adquirido un interés global debido a los últimos acontecimientos, y sobre todo por ser disputado por primera vez en Europa. Debido a ello son muchas las caras conocidas que harán presencia en la grada del estadio merengue, desde mandatarios como el Presidente de la FIFA o el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez; Florentino Pérez, presidente del Real Madrid o reconocidos nombres dentro del mundo del fútbol como Leo Messi, Diego Pablo Simeone o Antoine Griezmann, entre otros muchos jugadores sudamericanos.