Getafe y Real Madrid han empatado (0-0) en el Coliseum Alfonso Pérez. Un aburrimiento de partido que acerca a los de Bordalás a su objetivo primordial: la codiciada cuarta plaza. La que da acceso a la Champions League. Mientras, el Real Madrid ha mostrado una impropia imagen de conformidad frente al resultado.
Un partido, roto y de ida y vuelta en muchas ocasiones, que ha reflejado la buena temporada que están realizando los jugadores del Getafe, aunque hoy les ha faltado ataque. La clave ha sido una defensa sólida y un buen portero, como lo es Soria, para evitar encajar gol de los de Chamartín.
El Real Madrid ha terminado el encuentro con la sensación de querer oír el pitido final, para poder refugiarse en el vestuario cuanto antes. La buena noticia para los madridistas es que Brahim Díaz ha hecho un buen partido -hasta su sustitución en el minuto 71 por Lucas Vázquez, en un doble cambio en el que también se ha retirado Gareth Bale por Asensio-, dejando varios detalles vistosos para cualquier aficionado al fútbol: un control propio de jugadores ingeniosos, que acostumbran a hacer malabares con el cuero; un túnel, haciendo un regate de mucha calidad; y un buen sombrerito al borde del área. Pequeñas acciones que denotan elegancia en el juego del joven futbolista.
En resumen, un Madrid que pide a gritos terminar el calendario de liga y un Getafe que ansía acabar cuarto para redondear una estupenda campaña liguera y, así, poder jugar, la próxima temporada, la mejor competición europea de clubes.