Querido Michael Robinson,
en la tarde de ayer, tus reds, se alzaron con el título de la Premier League tras la derrota del Manchester City frente al Chelsea en Stamford Bridge (2-1). No es un sueño Michael. Acaban de lograr lo que conseguiste junto con Dalglish y Rush en la temporada 1983-1984. Aunque te lleves las manos a los ojos en tono de incredulidad y sorpresa, ¡tus reds son campeones de la Premier League 30 años después! Creételo Michael, estes donde estés, este Liverpool liderado por Klopp va a dejar un legado inmenso digno de la historia del equipo que nunca caminará solo.
Ha sido una espera muy larga para lo que se merece el conjunto de Anfield. Una espera que ha terminado. Ha concluido la agonía y el sufrimiento por ganar el trofeo de máximo prestigio en Inglaterra. Ha concluido el duelo que existía en millones de aficionados reds al precipitarse año tras año en la competición de la regularidad en Inglaterra.
Me da pena que no hayas podido disfrutar de esta hazaña tan ansiada, pero al menos pudiste ver que tu Liverpool empezaba a vislumbrar la luz al final del túnel. Parecían los virtuales ganadores de la competición tras la primera vuelta al partir con 16 puntos de ventaja sobre los foxes de Brendan Rodgers y eran invictos tras 19 jornadas (18 victorias y un empate). Una distancia suficiente para afrontar la segunda mitad sin complicaciones en caso de que tu equipo no fuera el Liverpool y no tuviera la maldición de perder ligas en las que va líder tras la mitad de la competición.
Por suerte para unos y por desgracia para otros, hoy, tu media naranja en el mundo del fútbol, el Liverpool, el que era y es vigente campeón de la UCL, máxima competición europea, e iba camino de ser campeón de lo que hoy matematicamente es, campeón de la liga Inglesa.
You´ll never walk alone Michael