Reparto de puntos en el Metropolitano que deja indiferente a ambos equipos y sitúa segundo al Barcelona, a tres del líder
¿Hay liga? El derbi de hoy se presentaba como respuesta al interrogante. Si ganaba el Atlético, sellaba una ventaja casi infranqueable. Si ganaba el Madrid, se acercaba a la cabeza de la tabla y dejaba a un lado las críticas al entrenador galo. Al final, un empate a uno en el derbi madrileño (con goles de Suárez y Benzema) da vida al Barcelona, que se coloca como segundo clasificado y recorta puntos al líder.
Justo un año después del último partido con público en el feudo colchonero, el Cholo aprendió la lección con respecto al partido de ida y salió como salen los grandes: proponiendo. El partido iba a jugarse a lo que quisieran los de rojo y blanco. Y así fue durante los primeros 70 minutos de partido. Llorente, Carrasco y Suárez fueron un auténtico quebradero de cabeza para la defensa del Real Madrid, que se vio desbordada de principio a fin. El primer gol nacería en las botas de Marcos Llorente, que se zafa de Nacho en la línea divisoria y asiste al uruguayo para que, desde el lateral del área, remate con el exterior y bata a Courtois.
Trece remates a puerta
La segunda parte fue un baile de asedios. El Atlético notó el cansancio y el Madrid se reorganizó con la entrada de Vinicius Jr. Ni los delanteros estaban acertados, ni los guardametas iban a ponerlo en bandeja: de la lluvia de goles que pudo haber sido, solo dos balones acabaron en el fondo de la red. Tampoco el trencilla lo puso fácil, que negó la decisión del VAR. Hernández Hernández decidió que no había penalti en una mano dudosa de Felipe tras centro desde el saque de esquina. El tanto de Benzema llegaría en los últimos minutos de juego a pase de Casemiro, imposible para Oblak. El partido agonizaba cuando Modric se inventó una genialidad de falta que cerca estuvo de confirmar la remontada vikinga.
Pudo haber sido del Atleti por su planteamiento. Pudo haber sido del Madrid por el arreón final. Pero lo cierto es que no fue de ninguno y el derbi se lo acabó llevando el Barcelona, que se pone a solo tres puntos del líder. El conjunto culé le obliga a ganar el partido aplazado del miércoles, contra el Athletic Club de Bilbao, para sentenciar hipotéticamente la liga.