El 23 de enero de 1939, se halló el cuerpo sin vida de Sindelar en su domicilio
Matthias Sindelar comprende toda una miscelánea de fútbol, política y misterios desde la Primera Guerra Mundial hasta los preludios de la Segunda.
Matthias Sindelar nace el 10 de febrero de 1903 en la pequeña localidad moravia de Kozlov, actualmente integrada en la República Checa. A los dos años de edad, su familia decidió emprender un largo viaje y abandonar su ciudad natal poniendo rumbo a la capital del imperio austrohúngaro. Esperaban y deseaban un futuro económicamente más viable y próspero. Por ello, se hospedaron temporalmente en un barrio obrero de Viena. Durante la Primera Guerra Mundial, en 1917, Sindelar perdió a su padre, lo que le obligó a trabajar como aprendiz de cerrajero y en una fábrica de carrocerías para ayudar a su familia económicamente.

Sindelar: una biografía impactante para una historia brillante
El joven Sindelar, ya adolescente, comenzó sus andaduras balompédicas en las plazas y callejones de Viena, en el distrito de Favoriten. En ese momento, jugando con amigos y compañeros, fue descubierto por un ojeador de la época, Karl Wiemann, quien hizo todo lo posible para conseguirle al joven de apenas quince años un cupo en la plantilla filial del Hertha de Viena. A partir de este momento, Matthias Sindelar explotó sus aptitudes tras varias semanas de entrenamiento y adaptación al club. Según documentos del Hertha Viena, Sindelar medía 1.79 metros y pesaba 63 kilogramos (entre los 15 y los 18 años).
El joven checo comenzó a despuntar pese a su aspecto frágil. Hacía música con su fútbol. Delicado, pulcro y frágil. Era el ballet dentro del césped. Con 18 años fue ascendido al primer equipo y debutó con confianza y seguridad. A la edad de 21, una lesión de menisco pudo haber truncado su prometedor futuro en la élite. La torpeza (tras resbalarse en una piscina) lo apartó de los terrenos de juego por más de dos años y, por varias plusvalías en la economía del Hertha, se desprendieron de él y firmó con el Austria de Viena. Le extirparon el menisco y siguió progresando en el fútbol con una simbólica rodillera que le acompañó hasta el último de sus días.

Primeros títulos y paso por España
En 1925 ganó su primer trofeo como futbolista: La Copa de Austria. Un año después cantó el alirón liguero y ya conquistó el doblete: Liga y Copa. Conforme avanzaba su trayectoria, más deleitaba a los aficionados vieneses. En las navidades de 1926-27, el de Moravia visitó España. Se enfrentó al Athletic Club de Bilbao en ‘San Mamés’ el día de Navidad, donde se impusieron los austríacos por 1-2 con gol de Sindelar. El Austria de Viena venció los dos amistosos contra los bilbaínos por 1-2 y 2-3. El 1 de enero de 1927, Matthias Sindelar visitó Les Corts, donde endosó dos goles al Barcelona. El conjunto austríaco venció por 2-3 y Sindelar fue portada del diario L’Esport Català.
El Austria de Viena se enfrentó a un calvario sin títulos por varios años hasta que, en 1933, de nuevo, fueron campeones de copa derrotando por 1-0 al Brigitenauer AC. Ese verano, según fuentes de la época, ‘El Hombre de Papel’ recibió una propuesta del Arsenal, que rechazó. Dos años más tarde, repitieron la gesta copera venciendo por 5-1 al Wienner SC, donde Matthias Sindelar anotó un doblete.
En 1936, de nuevo, los vieneses ganaron la Copa de Austria eliminando por 3-0, y con gol de ‘Sindi’, al First de Viena. En liga, Sindelar y sus pupilos no cuajaron exitosas temporadas. Según estadísticas, tablas y resultados de la época, el Austria de Viena luchaba por no descender. Resultaba ser una verdadera perplejidad, sabiendo el palmarés copero en Copas de Austria y Copas ‘Mitropa’. Estas últimas fueron obtenidas en los años 1933 y 1936, donde el ‘equipo morado’ venció a la Ambrosiana Inter y al Sparta de Praga.

Matthias Sindelar y Austria: una relación agridulce
El periplo de Matthias Sindelar en la selección austríaca es, quizá, lo más reseñable de su carrera deportiva y personal. Se unió a la Selección Austríaca en 1926. Jugó 43 partidos, anotó 26 goles y se exhibió, deleitó y dejó boquiabierto a todo el público de la época.
Según algunas fuentes menos contrastadas, Matthias Sindelar jugó 44 partidos en los que anotó 27 tantos. Esto es, porque contabilizan el amistoso entre la Alemania de Hitler y Austria. Sindelar debutó con gol en un encuentro contra Checoslovaquia. El ariete vienés repitió diana contra Suiza y Suecia. Curiosamente, ‘El Hombre de Papel’, fue apartado de los terrenos de juego nacionales por su entrenador Hugo Meisl. Se perdió hasta 14 convocatorias con la selección porque «tenía un excesivo apego al balón» y eso no le agradó al seleccionador.
Gracias a la presión de afición y medios de comunicación, Matthias Sindelar estuvo de vuelta con Austria en 1931, tras tres años de exclusión. ‘Sindi’ recibió el apodo de Mozart debido a que, al igual que el compositor clásico, componía y dirigía en el campo con sus partituras y compases balompédicos. Arte musical e idilio al esférico fueron algunas de las características poéticas que lo caracterizaron. Sindelar se hizo motor del Wunderteam, la legendaria Selección de Austria del lustro 1931-1935. El equipo liderado por Hugo Meisl maravilló a toda Europa y manufacturaron una todopoderosa racha victoriosa. De treinta y cinco partidos (entre 1931 y 1935) ganaron veintidós, empataron ocho y perdieron cinco, anotando 108 goles y encajando 49.

Este famoso Wunderteam de los años 30 comenzó justo tras la vuelta de ‘Mozart’ a la selección. Matthias Sindelar y los suyos derrotaron a una invicta Escocia por 5-0. Tras ello, pasaron por encima de selecciones del calibre de Alemania, Suiza, Bélgica o Francia. El clímax deportivo llegó el 24 de abril de 1932, donde Austria goleó de manera violenta a su rival: Hungría. Los de Meisl ganaron por 8-2 y Sindelar cuajó el, posiblemente, mejor partido de su carrera. Anotó tres goles y repartió cinco asistencias. Nada más y nada menos que los ocho goles. Los ocho pasaron por las botas del genio vienés.
Italia 1934: Un mundial programado para la Italia de Mussolini
Esa selección austríaca llegó al mundial de Italia 1934 con el propósito de llevarse el trofeo Jules Rimet a casa. Eran favoritos al título. El Wunderteam de Meisl debutó venciendo 3-2 a Francia con gol de Matthias Sindelar. En segunda ronda, eliminaron a Hungría por dos goles a uno y en semifinales, cayeron derrotados por Italia 1-0. En el partido por el tercer puesto perdieron contra Alemania, curiosamente (3-2). Esta Copa del Mundo la acabaría ganando la Italia de Benito Mussolini, las camisas negras. Sindelar apareció en el mejor once del campeonato y fue balón de plata del Mundial detrás de Giuseppe Meazza.
Tras el varapalo mundialista, la trayectoria del vienés iría en declive. Ganó dos Copas de Austria (1935 y 1936) y una Copa Mitropa (1936) con el Austria de Viena. A partir de aquí, la política marcó un claro influjo en la vida del jugador. Las preocupaciones crecían con el ascenso del nazismo y las pretensiones expansionistas del Führer Adolf Hitler. El 12 de marzo de 1938, se produjo la anexión de Austria a Alemania (Anschluss), de tal forma que las tierras austríacas desaparecieron del mapa europeo. Ahora eran germanas. Austria se convirtió en un enclave más del Tercer Reich del canciller Hitler (Ostmark). La selección austríaca dejó de existir y Sindelar y sus compañeros ya eran nuevos ciudadanos alemanes.

El Abschlussspiel entre Sindelar y Hitler
Las autoridades y altos cargos nazis eran conscientes del efecto propagandístico del fútbol y emplearon el balompié como medio disuasorio-político. El Mundial de Francia 1938 era la ocasión perfecta para ganar y llevarse los elogios del mundo entero con una Alemania unida y victoriosa. Hitler quiso anexionarse a todos los futbolistas del Wunderteam a la selección alemana, entre ellos su máxima estrella Matthias Sindelar. ‘Sindi’ despreciaba a los nazis, deploraba la anexión de su país y detestaba la política antisemita que había acabado con la expulsión de todos los funcionarios judíos de su club.
Finalmente, las autoridades nazis, respaldadas por las SS, organizaron el 3 de abril de 1938 un partido amistoso entre Alemania y Ostmark en el Estadio Prater de Viena. Hitler amenazó con que debía ganar Alemania para dar una buena impresión a los espectadores nazis. Es por ello que, en la primera mitad, los futbolistas austríacos, entre ellos la estrella y capitán Sindelar, erraron claras ocasiones de gol. En el segundo tiempo todo cambió y Matthias anotó el primero de los dos goles que endosarían los austríacos a los nazis. Acto seguido, fue trotando y, detenido el mundo durante unas milésimas de segundo, bailó frente a Hitler. Se situó frente al palco germano y, en vez del saludo nazi, celebró el gol con una breve danza humillante y vacilante. Instantes después, llegó el definitivo 2-0 de Karl Sesta que acabó con la derrota germana.

Una persecución para la historia: la Gestapo y Matthias Sindelar
Esta actuación, calificada de soberbia por los patriotas austríacos, fue condenada por los nazis, entre ellos Adolf Hitler, quien, según se relata, mandó perseguir a Sindelar. Alemania hizo el ridículo en el Mundial de Francia 1938 cayendo en primera ronda contra Suiza. El régimen nazi, frustrado por la situación, retiró los sueldos a los jugadores austríacos. Matthias Sindelar rehusó integrar la selección de Alemania fingiendo numerosas lesiones y no acudiendo a las concentraciones. No jugar le hizo a ‘Sindi’ buscarse un nuevo oficio para obtener ingresos y subsistir. Durante sus últimos meses regentó una cafetería vienesa.
El 23 de enero de 1939, en la cama del apartamento que compartía con su novia, la italiana Camila Castagnola, se encontró el cadáver de Sindelar. Había fallecido mientras dormía. «Hicimos una gran reunión de amigos en la cafetería. Estuvimos jugando hasta muy tarde y también bebió mucho. Lo encontraron y al primero al que avisaron fue a mí. Sindelar ha muerto: se lo han encontrado tirado envenenado.» Declaraba su fiel amigo, compañero y secretario del Austria Wien Egon Ulbrich.

Del informe original se podía extraer que la muerte fue debida a una intoxicación por inhalar monóxido de carbono proveniente de su chimenea, «que estaba en mal estado». Alguien añadió que la muerte se debió a un accidente, y nunca se supo si fue un suicidio o un asesinato. De haber sido de esta manera, no podría haber tenido el funeral de estado que se le tributó, al cual acudieron unas 15.000 personas. Se dice que se intentaron esclarecer las pruebas, pero se perdieron. Se acordó una «muerte por accidente» para que el legendario ‘Hombre de Papel’ pudiese tener un tributo acorde a su figura.
Una muerte con hasta tres versiones distintas
En un documental de la BBC inglesa, emitido en el año 2003, se dice que el informe oficial se extravió. Los documentos se traspapelaron dudosamente. Las tres teorías van de la mano y cada una de ellas es más dudosa por sí misma. Egon Ulbrich, secretario del Austria Viena, declaró haber acordado con el alcalde de la ciudad y el inspector del distrito, certificar que la muerte fue un accidente y así poder asegurar el funeral que tuvo.
Por otra parte, los informes sobre la chimenea de Sindelar no corroboraron la primera de las teorías, ya que estaban en perfecto estado. Además, la Gestapo poseía unos documentos familiares que declaraban que la familia del jugador era checa, socialdemócrata y pro judía, lo que sería, en la época, sentencia de muerte. Su biógrafo Wolfang Maderthaner y algunos investigadores apoyan la tesis del suicidio. Al sentirse acosado, perseguido, condenado y sin poder jugar al fútbol, no querría seguir viviendo. Así declaró el propio Maderthaner: «Para el fútbol vienés fue simbólico que Sindelar muriera en 1939, las circunstancias de su muerte todavía están poco claras».

Estadísticas, controversia y fuentes
Matthias Sindelar ganó 10 títulos colectivos y 3 individuales. Levantó una Liga austríaca en 1926; cinco Copas de Austria en 1925, 1926, 1933, 1935 y 1936; dos Copas Mitropa en 1933 y 1936; y una Copa Internacional Centroeuropea en 1932. Individualmente, fue balón de plata de la FIFA World Cup de 1934 y estuvo incluido en el equipo de estrellas del mundial (XI de mejores jugadores). Matthias Sindelar fue clasificado como el 22º mejor jugador del siglo XX por la IFFHS, además del mejor futbolista austríaco de la historia.
Estadísticamente, según el mayor número de fuentes, Sindelar disputó 23 partidos con el Hertha de Viena, anotando 4 goles. Tras sufrir la lesión de rodilla, firmó con el Austria de Viena, donde, según bases de datos históricas, se oscila que marcó entre 240 y 255 goles en 312 partidos. Con la Selección de Austria anotó 26 goles en 43 encuentros. Según el compendio de goles y partidos, Matthias Sindelar disputó 378 partidos oficiales, anotando 270 tantos. Esto le deja con un promedio goleador de 0,71 goles por partido. Idéntico al de Cristiano Ronaldo (0,71).
(Datos Antonio Peñalver)