Londres, años ochenta y la aparición de una nueva enfermedad desconocida llamada VIH. Este es el telón de fondo de lo que no solo es una serie, sino la narración de una parte de la historia LGTB olvidada.
La última obra del director Russell T. Davies, titulada It´s a sin! (¡Es un pecado!) viene de la mano de HBO. En ella se muestra la vida de cinco jóvenes homosexuales que no les queda otra que huir de sus hogares en busca de su propia libertad.
Durante los primeros minutos de la serie ya se exponen las dificultades a las que debía enfrentarse todo homosexual en aquel Londres de los años ochenta. Con cierto tono humorístico y cómico, intentan contrarrestar el drama que se está comenzando a narrar. La huida abrupta de estos cinco personajes por motivos tan dispares como la religión, el honor familiar o las imposiciones paternofiliales, les lleva a reunirse y coincidir en locales clandestinos de ambiente. Y tal y como ocurrió en barrios madrileños tan populares como Chueca o Malasaña, no les queda otra que unir fuerzas, convertirse en familia por elección y convivir juntos.
Hasta este punto la serie puede pasar por una comedia barata, con poca trama y escasa de emoción. Sin embargo, la proliferación de la enfermedad VIH en Estados Unidos hace que paulatinamente salten las alarmas de estos cinco jóvenes.
Una gran reivindicación
La serie en sí misma es un acto político. Es una reivindicación LGTB, ya que muestra la cantidad de barreras que tuvo que hacer frente el colectivo. Muestra la absoluta desinformación de la que fueron previstos las personas, además de la negación por parte de los gobiernos de todos los países respecto a invertir en la investigación sobre el VIH.
Esta es la historia de cómo los homosexuales morían a centenares cada semana sin que nada ni nadie hiciera algo. En aquella época, el mal llamado «cáncer gay» provocó el rechazo de una sociedad que se negaba a cuidar de sus propios ciudadanos por el simple hecho de ser quienes eran. Sin olvidar los tonos sarcásticos y humorísticos, la serie se adentra en la oscuridad de la invisibilización del colectivo, donde podemos ver destellos de lo que aún sigue ocurriendo hoy en día en nuestra sociedad.
En definitiva, esta es una serie que no dejará indiferente a nadie. Escandaliza desde el primer minuto por la valentía a la que se enfrentan estos personajes al mundo, para luego conectar emocionalmente con el espectador por el alto grado de humanidad con la que sienten. Una gran reivindicación, que va de la mano con una espléndida función didáctica sobre una parte de la historia de la humanidad que nunca ha interesado contarse, y que poco a poco va consiguiendo representación en el mundo audiovisual gracias a series como Pose o esta misma.