El pasado domingo 19 de diciembre, el pueblo chileno escogió el reformismo progresista del candidato Gabriel Boric sobre el tradicionalismo continuista de José Antonio Kast, en una jornada histórica en cuanto a índices de participación.

La jornada electoral
Gabriel Boric se transformó el domingo en una figura histórica de la democracia chilena. Se trata del presidente electo más joven, con tan solo 35 años, así como el candidato más votado en la historia del país andino. En las elecciones con más participación, 8,3 millones de votantes, superando al plebiscito constitucional, el líder izquierdista se hizo con el 55,87% de los votos, dejando al aspirante conservador, José Antonio Kast, con el 44,13%.
La jornada del domingo estuvo marcada, como se esperaba, por largas colas en los centros de votación y por otros factores que hicieron crecer la crispación entre los votantes. Las mesas electorales funcionaron con rigurosa puntualidad, abriendo a las 8:00 y clausurando, para comenzar el escrutinio, a las 18:00 horas. Ambos candidatos ejercieron su derecho a voto muy temprano, cada uno en su respectivo centro de votación, Gabriel Boric en Punta Arenas y José Antonio Kast en Paine. Los resultados electorales no tardaron en ser definitivos, a las 19:00 horas, con apenas un escrutinio del 30%, la victoria de Gabriel Boric parecía innegable. A esa hora, el candidato de Acción Republicana, llamó por teléfono al vencedor para darle la enhorabuena, Chile ya había decidido.
Acabo de hablar con @gabrielboric y lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy es el Presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre está primero 🇨🇱✌️ pic.twitter.com/AvpBKs0GFT
— José Antonio Kast Rist 🇨🇱 (@joseantoniokast) December 19, 2021
Apenas eran conocidos los contundentes resultados, las calles de Santiago de Chile se iban abarrotando de electores que celebraban la victoria de Boric. La avenida de La Alameda quedó repleta de gente, a la espera de la comparecencia del vencedor en el escenario habilitado a tal efecto. El presidente electo acudió raudo al abrazo de las masas, comenzando una celebración que se extendería hasta bien entrada la noche. Proclamó que el país «enfrenta un cambio en el ciclo histórico al que no le puede fallar». Esta histórica fiesta de la democracia, deja muchas preguntas al aire y numerosos horizontes por descubrir.

El episodio del transporte público
La indignación fue, también, uno de los factores que marcó la jornada electoral. Todo esto, debido a la falta de autobuses urbanos en ciertas partes de la capital. En las localidades santiaguinas de La Florida, Puente Alto, San Miguel o Maipú, los ciudadanos tuvieron que esperar hasta dos horas para conseguir subir al autobús. Una traba que se hace aún más notable en el electorado más humilde, que no dispone de coches propios para llegar a las mesas electorales.

El descontento de la ciudadanía llevó a que la etiqueta #SueltenLasMicros fuese Trending Topic en Twitter durante horas. El candidato de la coalición Apruebo Dignidad, denunció en redes sociales esta situación: «hay sectores donde hay menos del 50 % del transporte público funcionando». La jefa de campaña de Gabriel Boric, Izkia Siches, llamó a los ciudadanos a un acto de solidaridad para que compartiesen sus vehículos. “Ante la operación del Gobierno de Chile de limitar el transporte público en favor de su candidato, llamamos a organizar taxis, colectivos y autos compartidos para trasladar a votantes. Siempre con mascarillas y ventanas abajo”.
La reacción del ejecutivo de Sebastián Piñera no tardaría en llegar, desde el Palacio de La Moneda, la ministra de transportes Gloria Hutt, desmintió las acusaciones de una “Operación” en contra del candidato izquierdista. El portavoz del ejecutivo, Jaime Bellolio, aseguró el compromiso del gobierno con los comicios: “Lo que hemos hecho en todas las elecciones ha sido permitir y favorecer que haya una alta participación”. La responsabilidad de los retrasos en el servicio de transportes ha sido atribuida oficialmente a las grandes congestiones de tráfico en la capital.
Reacciones tras los comicios
Las numerosas muestras de apoyo al vencedor no tuvieron que demorarse mucho, sin apenas finalizar el escrutinio, numerosos jefes de estado latinoamericanos publicaron al respecto en redes sociales. Presidentes como Iván Duque de Colombia, Guillermo Lasso de Ecuador, Luis Lacalle de Uruguay o Pedro Castillo de Perú, manifestaron sus felicitaciones y su futura colaboración al futuro presidente de Chile. También lo hicieron otros mandatarios más polémicos como Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel, Evo Morales o Alberto Fernández.
No solo la política latinoamericana recibió al candidato izquierdista, en Europa también se comentó su victoria. En un comunicado publicado este lunes, la Unión Europea proclamó su interés de “fortalecer” la relación con Chile. Mismamente, Josep Borrel, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, felicitó a Boric por medio de Twitter. En el ejecutivo español, tampoco faltaron reacciones, entre otros, del Presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y la Vicepresidenta Segunda Yolanda Díaz.
🇨🇱 Ha vencido la esperanza frente al miedo. Ha vencido el Chile de los jóvenes y las mujeres, el Chile democrático y progresista.
Comienza una etapa ilusionante para proteger a la ciudadanía y ampliar derechos.
¡Suerte y aciertos, @gabrielboric! pic.twitter.com/L2HU4gRzld
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) December 19, 2021
También recibió el nuevo presidente una pintoresca bienvenida por parte de la Bolsa de Santiago, que abrió con una caída del 8%. A su vez lo hacía la cotización del dólar frente al peso chileno, teniendo el mayor salto diario desde noviembre del año 2008. Un hecho que no debería ser extremadamente preocupante, ya que poco tardarán en volver a estabilizarse y se trata, rutinariamente, de un suceso que acompaña las victorias electorales de los candidatos de izquierdas del mundo entero.
Manual para entender el próximo camino de Chile
El programa electoral de Gabriel Boric es completo y profundo, con propuestas encaminadas al bienestar ciudadano y la recuperación económica de un país, muy maltratado por la pandemia y el enfrentamiento social. Es relevante su inquietud por la mejora del sistema educativo chileno, el programa se centra en la ampliación de cobertura educativa, por medio las mejoras estructurales y el fortalecimiento de personal docente. La inclusión escolar estará al orden del día, tanto como la educación superior o la mejora de competencias educativas. En resumen, el objetivo prioritario es crear un sistema educativo eficiente, que tenga claras las premisas de una educación pública, gratuita y de calidad.
En el ámbito de la salud, resulta evidente la necesidad de construir un Sistema Universal de Salud, que sea accesible, gratuito y capaz de responder con eficacia las demandas de la población. La pandemia ha sido, mundialmente, un argumento demoledor en favor del fortalecimiento de los sistemas de salud pública. No solo se centra en la infraestructura sanitaria, sino también en la protección y dignificación del trabajo de los profesionales de la salud, mejorando las condiciones de estabilidad laboral. A su vez, abre una ventana a temas tan radicalmente importantes como son el acceso gratuito a medicamentos, la salud sexual, el acceso a todas las disciplinas médicas y la relevancia de la salud mental.

En cuanto a sus propuestas económicas, han diseñado un “Plan de reactivación económica” para intentar paliar la brutal recesión económica que enfrenta el país. Este plan estará centrado, fundamentalmente, en el rediseño de los subsidios laborales y la reactivación con las pymes. El programa también propone una reforma tributaria y un fortalecimiento fiscal que incluye: un nuevo régimen de impuesto a la renta, la reducción de exenciones fiscales, medidas contra la evasión y un royalty a la gran minería del cobre. Quieren implementar, la creación de un Banco Nacional de desarrollo, “que funcione como un conglomerado financiero con dos empresas estatales especializadas: un banco especializado en créditos, con instrumentos de primer y segundo piso; y un Fondo de Financiamiento especializado en el otorgamiento de capital a empresas innovadoras”.
En resumidas cuentas, la hoja de ruta de Gabriel Boric para su gobierno de 2022 a 2026, incide especialmente en las más grandes incertidumbres que asolan Chile. Pone enorme atención en problemas muy recurrentes como las pensiones, la jornada laboral de 40 horas, la seguridad y la crisis climática. Da un enfoque realista y responsable a problemáticas que han calado muy hondo en la sociedad chilena.
Un nuevo horizonte
En conclusión, nos hallamos en un áspero contexto socioeconómico para Chile, un momento histórico cuya repercusión será muy relevante. El país enfrenta un periodo de fuerte división política, a la que hay que sumar el rigor de la crisis económica derivada de la pandemia y la responsabilidad de redactar y aprobar una nueva constitución. El presidente Boric ha de caminar con mucho cuidado. Si no se mueve mucho, el país podría quedar inundado por las aguas de la recesión, pero si corre demasiado tensionará a niveles insostenibles el contexto social. Lo que ha de enfrentar el presidente es una complicadísima partida de ajedrez con un contrincante comparable a grandes ajedrecistas como Garri Kaspárov o Veselin Topalov. Tiene que elegir bien cada movimiento.
Las grandes élites económicas no van a recibirle con gran simpatía, más bien intentarán quitarle de en medio. La respuesta del presidente no ha de ser la confrontación, más bien debería emplear a esos colosos económicos a su favor. Tal vez debería seguir la enseñanza que el expresidente uruguayo José Mujica, dejó en una entrevista en Salvados con Jordi Évole: «Yo seré socialista, pero no quiero ser bobo […] Si después, por querer repartir, exprimo demasiado, tengo menos para repartir». Boric ha de ser astuto y decidido, tiene que trabajar por avanzar en derechos sociales y economía sabiendo equilibrar los elementos que utilice.
Tal y como él dijo: “Nos declararon la guerra; nosotros declaramos la esperanza”. Esperemos para el pueblo chileno un tiempo de esperanza, de reconstrucción, un camino útil y consensuado, que hermane de nuevo a sus gentes. Esperemos también, que el nuevo presidente, Gabriel Boric, sepa encajar todas las piezas de este rompecabezas político, por el bien de Chile y de los chilenos. Querido Gabriel Boric, el futuro de Chile está en tus manos.