Granos, inseguridades, el tiempo libre, las ganas de llorar, comprar cerveza, empezar a fumar, volver tarde, la música a todo trapo, los dramas, las resacas, ¿le gustaré…?
-¿Tú tío donde quedamos?
+Loco, donde siempre.
-Va. ¿pero que vamos a hacer?
+Nos pillamos unas litros y me cuentas lo de la pava esa, compra tabaco porfa.
-Va tío ando to’ rayao’.
Clone high fue una serie creada por Phil Lord la mente detrás de muchas súper producciones de éxito como las películas de LEGO como La LEGO película, 21 y 22 Jump Street, Han solo, una historia de Star Wars o el exitazo Spiderman un nuevo universo.
Allá por el año 2002 Clone High fue emitida por primera vez en la cadena canadiense Teletoon, sin embargo no llegaría al gran público hasta más tarde con su llegada a la MTV, pero, a pesar de haber estado en la que era una de las cadenas de televisión más importantes de la época, no ha alcanzado la fama si no hasta este mismo verano de 2020, gracias a dos motivos de especial relevancia: el anuncio de un reboot en julio de este año por parte de los mismos creadores y un par de memes virales, que animaron a parte de Twitter a verse la serie por mera curiosidad.
La serie nos sitúa, como muchas otras de la época, en un pueblo americano perdido de la mano de Dios, así como hizo en su momento King of the Hill o mismamente Los Simpson. A partir de ahí crea el escenario típico de las series de la MTV del momento, una tragicomedia adolescente con tendencias costumbristas.
Sin embargo la serie tiene un giro que la vuelve única, este se puede hallar en su tema de apertura desde el primerísimo capítulo, el hecho de que no son adolescentes normales, son clones genéticamente creados a partir de grandes figuras históricas. Los protagonistas de esta historia provienen de distintos momentos de la historia y todos comparten muertes dramáticas. Estos son «Cleo» que representa a Cleopatra, «Abe» que representa a Abraham Lincoln, «Joan of Arc» que representa a Juana de Arco, «Ghandi«, que se entiende solo, y «JFK» clon de John Fitzgerald Kennedy.
Los personajes mantienen la estereotipificación clásica que se da en dramas adolescentes, Cleo la guapa, JFK el chulo, Ghandi el fiestas, Joan la gótica incomprendida y finalmente, como protagonista «Abe» el pringao, que, como viene siendo costumbre, es el protagonista principal.
Como escenario principal se presentan distintos temas que se desarrollan con el transcurso de la serie a pesar de tener cada capítulo una temática distinta. Estos temas son básicamente, el enredo amoroso de Cleo y Abe, en el que intervienen JFK y Joan. Las desventuras de Joan por conseguir el corazón de Abe y los viajes de Ghandi que le llevan desde la cárcel a un viaje astral producido por consumir pasas.
El elemento principal que me ha llevado a la creación de esta reseña es el desarrollo de los personajes (o mejor dicho, de todos menos Abe).
Al comienzo de la serie vemos que Abe solo tiene dos amigos, Joan y Ghandi, y un amor platónico irremediable por Cleo, cuya pareja es JFK, sin embargo, a lo largo de esta podemos ver una progresión constante en cuanto a las relaciones entre estos personajes, Joan intensificando su amor por Abe hasta el punto en el que empieza a darse cuenta de que no merece la pena intentarlo más, el nacimiento de una gran amistad entre Ghandi (también considerado un perdedor por ser amigo de Abe) y JFK, Cleo aceptando a Abe por quien es y no por los favores que le hace, el surgimiento de un interés amoroso en Ghandi a pesar de basarse su personaje únicamente en «la fiesta» como concepto y la evolución del mujeriego de JFK hasta darse cuenta de la importancia de los sentimientos.
Mi problema con Abe se basa en su único propósito en la serie, que lo odies. El personaje de Abe se comporta en todo momento a lo largo de la serie como alguien ajeno a las circunstancias y consecuencias tanto de sus actos como los de los demás llegando al punto en el que Joan a partir de la segunda mitad de la serie le roba gran parte del protagonismo. ¿Por qué odiarle? Abe ha sido escrito para que, entre otros, odies su abstracción de la realidad y reforzar la figura de Joan como único personaje de la serie que tiene los pies en la tierra desde el principio. No tengo palabras para describir hasta que punto se parecen Abe y Bob Esponja en términos de absurdez supina, llegando Abe a puntos donde aunque le digan algo directamente no lo pilla y, sinceramente, me gustaría que lo hiciese a posta, por cualquiera que fuese el motivo, con tal de darle algún tipo de profundidad y abrir así la posibilidad al aprecio.
Sin embargo me atrevería a decir que se pueden distinguir otras dos narrativas más en la serie, una de ellas muy profunda y otra ya no tanto.
Por un lado tenemos los temas principales e individuales de los capítulos, que tratan en algunos de casos de concienciar y otros de entretener. Entre los primeros se encuentra, la consumición de sustancias, la superación de la muerte, la identidad social, la importancia del aspecto. En el segundo caso están el de navidad o el del festival de cine.
Alternativamente la otra línea narrativa es la que más me ha mantenido enganchado a la pantalla, esta ha consistido principalmente en el pesar existencial que acecha a los personajes en todo momento, que es producido por la necesidad imperiosa de cumplir con las expectativas generadas por las personas de las que han sido clonadas.
Claros ejemplos de esto se dan en cada uno de los personajes de la serie, como: la constante frustración de Abe al no poder dar discursos convincentes en ningún momento de la serie ni ser capaz de ser consciente de las circunstancias que le rodean, teniendo que acudir cuando se dan estas situaciones a su representación interna de quien fue el verdadero Abraham Lincoln, o la búsqueda de la voz de Dios de Joan a lo largo de la serie (a pesar de ser un tema recurrente es el menos explorado). Por otro lado está el miedo que atañe a JFK de perder valores como mujeriego al enamorarse de un hombre o sentir afecto por una única mujer, o la constante necesidad de Cleo de ser servida como fue su antecesora, tema que se liga posteriormente a la aceptación de Abe en su vida al negar estas expectativas forjando así una identidad que gira alrededor de concebirse como una mujer empoderada que sabe explotar su sensualidad.
En resumen, es realmente interesante cómo una serie que a primera vista pasaría de largo en el género de la animación adulta, introduce una técnica narrativa visible en series modernas teniendo en cuenta la época que era y su temática, haciendo de personajes aparentemente planos, personajes redondos y con ciertos bordes por perfilar.
La aclamada serie halló su final nada más terminó su primera y única temporada. Esto se debió a una de las numerosas polémicas de la cadena durante esta época, la serie fue cancelada debido a la representación que se hace de la figura de Ghandi como alguien que vive por y para la fiesta y a la sexualización que el personaje realiza de las mujeres, que ofendió gravemente a la comunidad india, lo que derivó en una huelga de hambre delante de la sede de la MTV en la India.
Podéis encontrar la serie en Amazon Prime o en la propia página de MTV y requiere para verla la subscripción al serivicio de streaming MTV Hits el cual ofrece una prueba gratuita de 7 días para nuevos usuarios.
