El pacto con las formaciones independentistas agita aún más las convulsas aguas de la política española
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) han sido en estos últimos años motivo de polémica y debate; ya sea por su prórroga, por recortes en diferentes sectores o por la falta de unanimidad en su aprobación. Supone un momento clave para cualquier Gobierno, ya que es un excelente baremo para saber si cuentan con el apoyo mayoritario de la Cámara Baja. Es sin duda alguna el arma más poderosa que tiene el Gobierno para llevar a cabo sus planes en materia económica. Por ello, cada año las distintas formaciones políticas compiten por aprobarlos o denegarlos, siendo los 2018 los últimos PGE aprobados.
Este año, sin embargo, el debate en torno a los PGE mantiene un tono más bronco que de costumbre. La derecha, en la oposición, se muestra profundamente crítica ya no solo con los presupuestos en sí, sino con los apoyos con los que cuenta el Gobierno para sacar adelante los PGE del 2021. Una actitud que desde el Gobierno tachan de irresponsable y carente de fundamentos.
El Partido Popular, principal partido de la oposición, ha presentado una enmienda a la totalidad, pese a que difícilmente puede salir adelante. La formación de Pablo Casado ha dejado claro que no apoyará estos presupuestos, criticando también el previsible apoyo de EH Bildu. Con la nueva postura de Cs, y habiendo tomado una distancia prudencial con Vox en su fallida moción de censura, el Partido Popular se reivindica como única alternativa al gobierno de Pedro Sánchez.
Por otra parte, Ciudadanos se desmarca de las posiciones abiertamente beligerantes del PP y Vox, tendiendo una mano al PSOE para negociar. Inés Arrimadas, que en otro tiempo se mostraba muy contundente en contra de la coalición en el Gobierno, parece ahora cambiar de estrategia y mostrarse más reconciliadora. Sin embargo, es igual de crítica que el resto de la derecha a la hora de valorar un posible pacto del Gobierno con la izquierda abertzale.
En Unidas Podemos en ocasiones actúan como si no formasen parte del Gobierno. En este caso, presentaron, junto a EH Bildu y ERC, una enmienda sobre la paralización de desahucios sin alternativa habitacional en 2021. Una enmienda a sus propios presupuestos, sin contar con el PSOE. No obstante, han abierto la posibilidad de retirar dicha enmienda para negociar con el PSOE una solución intermedia.
En EH Bildu, los grandes protagonistas de la semana, han mostrado su conformidad con los PGE, de igual manera que ERC. Acusados de etarras, violentos, y demás insultos por parte de la derecha española, EH Bildu se mantiene firme e incluso irónico ante estas acusaciones. Quizá Vox, Cs o el PP deberían escuchar más a menudo las intervenciones o entrevistas de Oskar Matute, actual portavoz de EH Bildu en el Congreso de los Diputados. En numerosas ocasiones, y siempre que ha sido preguntado por esta cuestión, ha condenado la violencia de ETA sin tapujos, así como cualquier otro tipo de violencia.
Pese a toda la polémica y todo el debate que está generando esta cuestión, y salvo sorpresas de última hora, el Gobierno de coalición sacará adelante los PGE del 2021. Previsiblemente contarán con el apoyo de PSOE (120), UP (35), ERC (13), PNV (6), EH Bildu (5), Más País (2), Compromís (1), BNG (1), PRC (1) y Teruel Existe (1). Supondrían un total de 185 votos, frente a los 155 en contra del PP (89), Vox (52), JxCat (8), CUP (2), Navarra Suma (2) y Coalición Canaria(2). Los 10 votos de Cs, que no serán decisivos, aún están por determinar.
De ser aprobados, supondrían los primeros PGE de este Gobierno. Tanto en 2019 como en 2020 tuvieron que prorrogar, por falta de apoyos, los Presupuestos del anterior Gobierno, presidido por Mariano Rajoy. Recientemente se enfrentaron con éxito a las enmiendas a la totalidad del PP, Vox, JxCat, CUP, BNG (como toque de atención), CC, Foro Asturias y UPN. Con el aval de Cs, de momento los PGE del Ejecutivo salvaron el primer escollo, aunque esto no significa que ya estén aprobados; les queda un largo camino por recorrer, y no disponen de mucho tiempo.
