Te seguimos recordando Almudena
Casi un año después del fallecimiento de la gran Almudena Grandes, amigos, familia, compañeros y seguidores se reunieron en el Teatro María Guerrero el pasado lunes 7 de noviembre para recordarla una vez más.

“Almu ocupaba un espacio tan grande, tan amplio, que es absolutamente insustituible”, dijo Joaquín Sabina, que ya no cantaba Noches de Boda como lo hizo en su funeral, esta vez, quiso poner en palabras el afecto que sentía hacia ella y volver a darle voz a lo que dijo en su último pregón de San Isidro. “Sed felices”, recalcaba.
Hija Predilecta de Madrid la nombraron en ese mismo acto porque ya se había aprobado pleno del ayuntamiento el 22 de febrero de este 2022. Pero no era la primera vez que se lleva a pleno esta propuesta, tres días después de su fallecimiento, se llevó pero no salió ya que, según afirmó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, era una debilidad por parte de la izquierda. Y yo me pregunto, ¿realmente sabe lo que dice?
La verdad es que no, no es una debilidad nombrar Hija Predilecta de Madrid a una escritora que ha basado sus relatos en una ciudad que tenía como suya, sin importar la ideología que estuviera en el ayuntamiento. No es debilidad nombrar a una autora que ha crecido, admirado y paseado como si fuera la primera vez las calles de Madrid y, por supuesto, no es debilidad otorgar el título de Hija Predilecta de Madrid a una persona que ha descrito la belleza que tiene la capital y se ha preocupado siempre recordar la historia que tiene.
Es indudable que la obra de Almudena Grandes va a seguir reconociéndose por mucho tiempo, pero tampoco hay que olvidar las reivindicaciones que hacía con ellas. Se encargó de contar el horror de la guerra y de la dictadura en su Episodios de una guerra interminable. Dos temas que todavía no se han superado en este país, y que no se van a superar hasta que saquen de todas las cunetas a los muertos que no han recibido sepultura digna.
No vale decir “hay que dejar en paz a los muertos, y solucionar los problemas de los vivos”. Porque hay muchos vivos que sufren sabiendo que no pueden enterar dignamente a sus familiares, porque hay que dejar la ideología detrás para poder empatizar y porque no se puede progresar si todavía no se han cerrado las heridas del pasado. Ahí es donde se ve la verdadera debilidad.
En fin, yo intentaré seguir los consejos de Almudena e intentaré ser optimista y pensar que todo, en algún momento, acabará bien.
Gracias, Almudena.