La última entrega de la trilogía de las Sinsombrero llega a su fin con el relato de las mujeres que el exilio ha pretendido anular
La escritora y gestora cultural Tania Balló recopila las experiencias de un grupo de mujeres que tuvieron que enfrentarse a la crueldad del exilio, y lo que es peor: la injusticia del olvido. Una autocrítica de la propia autora que reconoce la existencia de una desconexión emocional de la sociedad española con el exilio de estas heroínas que han sido olvidadas, pero que son parte de la memoria de nuestro país. Porque en la distancia ellas también están presentes.
En un lugar del mundo, cuyos nombres han sido olvidados, un grupo amplio de mujeres, activistas, periodistas, poetas, pintoras, científicas, amigas, madres y feministas se vieron obligadas a renunciar a sus sueños para convertirse en supervivientes de una guerra. Su propia visión del exilio contada a través de los hijos, nietos, amigos y referentes de estas “Sinsombrero” que se vieron obligadas, no solo a vivir los horrores de la Guerra Civil española, pero también a desaparecer de su memoria histórica.
Las “Sinsombrero” es el nombre por el que son conocidas un grupo de mujeres artistas españolas nacidas entre 1898 y 1914. En la filmografía de Balló destaca la trilogía documental sobre este grupo de mujeres de la Generación del 27, que plasma a su vez en los siguientes libros: Las Sinsombrero. Sin ellas, la historia no esta completa, y la segunda parte Las Sinsombrero 2. Ocultas e impecables.
El exilio en la memoria de la gente
En cada una de las páginas del libro las mujeres se encuentran el centro del relato, dándole el protagonismo que las circunstancias del exilio, la sociedad, su deber como esposas o madres, y el mundo de las letras les arrebató. Porque todas ellas tiene nombre ,y conocerlas es conocer la historia de manera completa: Luisa Carnés, Silvia Mistral,Magda Donato, Concha Méndez, Carlota O´Neil, María Dolores Arana, Mada Carreño, Ruth Velázquez y Cecilia G. de Guilarte: Activistas durante la guerra, acudieron al frente a reportar lo que se estaba viviendo, utilizando su pluma en defensa de la República, de la democracia y sobre todo de la cultura. ¿Quiénes fueron estas grandes mujeres?

Carlota O’Neill de Lamo fue una escritora, dramaturga y periodista feminista española, defensora de los derechos de las mujeres. Fue impulsora del primer banco obrero en 1920 y del ambicioso proyecto de una revista: Nosotras (lucha obrera, feminismo, cooperativismo, teatro del proletariado, participación de las mujeres en la política…) Una gran feminista que se vio envuelta en el golpe de Estado de 1936, y como consecuencia estuvo encarcelada. Sus relatos cortos recopilados Una mujer en la guerra de España cuentan de primera mano las horribles circunstancias a las que se tuvo que enfrentar hasta conseguir huir en el exilio. Pero O’Neill, al igual que muchas otras no conseguiría volver a su querida España.“Nosotras no es hijo de un capricho, sino de una necesidad”.
Otra de las grandes pioneras de esta generación fue Luisa Carnés, fiel defensora de la injusticia social a través de los relato de las protagonistas femeninas de sus novelas; una crítica social y política sobre las condiciones laborales de las mujeres que según la propia Carnés, “no las libera, sino que las oprime”. Gracias a las indagaciones de Tania Belló descubrimos por ejemplo el miedo horrible a los bombardeos que atemorizaban a Carnés todos los días, o la deshumanización a la figura del refugiado: “Me convertí simplemente en la refugiada 31”. Silvia Mistral, también hace un importante juicio sobre su tiempo interna que describe como un autentico periodo de opresión.

Nadie hablará de nosotras
El universo literario de estas autoras cuentan sus vivencias encarnadas en las protagonistas de sus novelas: ellas son únicas y autenticas. Vida y cine, activismo, publicaciones de crónicas y reportajes en La Vanguardia o El liberal, delegadas en la lucha contra el fascismo, separadas de sus familias, figurantes en los campos de concentración, todas estas exiliadas dejaron testimonio escrito de su huida de España. A través de una gran fuerza visual que componen sus palabras se relatan las condiciones inhumanas de su partida, que las llevaría directas a un futuro imprevisto que nos las dejaría volver a a mirar hacia atrás:
- Éxodo. Diario de una refugiada española – Silvia Mistral
- Memorias y regodeos – Magda Donato
- Hoy o rueca – Mada Carreño
- Memorias habladas, memorias armadas – Concha Méndez
- Cualquiera que os dé muerte – Cecilia G. de Guilarte
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Las olvidadas: (anagnórisis) – Carlota O’Neill
Otras como Mada Carreño o Magda Donato dedicaron su vida al periodismo de guerra. Todas ellas, aunque pertenecían a clases sociales diferentes les unía un corazón rebelde.
Los círculos de sororidad
El precio del exilio lo pagaron con la invisibilidad, y el poco reconocimiento que estas supervivientes han tenido a lo largo de la historia. Sin embargo, el apoyo entre mujeres y las amistades que se fueron creando compensan en cierta medida los horrores del exilio. La sororidad comenzó a sonar con ellas. En la supervivencia de esta generación de jóvenes que vivían en las peores circunstancias se forjaron vínculos inquebrantables y amistades que nunca olvidarían. Mujeres refugiadas que centraron sus energías en protegerse, cuidarse y apoyarse mutuamente para superar de alguna forma la cruda soledad a la que se enfrentaba día a día, mes a mes, año a año en el exilio.