La última cinta de Wash Westmoreland protagonizada por Keira Knightley nos muestra la historia de la joven escritora francesa
Fuente: YouTube. DeAPlaneta
El pasado 16 de noviembre se estrenaba en España Colette, un drama biográfico que retrata la vida de Sidonie-Gabrielle Colette, más conocida como simplemente Colette. Desde su infancia en el modesto pueblo de Saint Sauveur hasta su consagración en la sociedad parisina junto a su marido, la película hace un repaso por la extravagante vida de la joven escritora.
El filme se concentra en su matrimonio con Willy (apodo de Henry Gauthier-Villars), crítico musical y novelista de éxito gracias al batallón de escritores que trabajaban en la sombra; y en el creciente éxito de sus primeras novelas publicadas bajo el sello de su marido: Claudine. Sin embargo, el corazón de la historia podría encontrarse en la narración del despertar bisexual de la protagonista, así como en su afán transgresor y feminista, capaz de mostrarse «políticamente incorrecta» vestida de traje a principios de S.XX.
Sidonie-Gabrielle Colette fue una novelista, periodista, guionista y artista de revistas y cabaret francesa. Quizás su obra más conocida sea Gigi, un retrato de la sociedad de principios de siglo a través de la educcación mundana de una joven a manos de su tía, adaptada a la gran pantalla en 1944 por Vicente Minnelli. En su larga vida se casó tres veces y mantuvo relaciones con hombres y mujeres por igual, quizás la más sonada con la marquesa de Balbeuff, Mathilde «Missy»de Morny, también retratada en la cinta. La escritora se ha convertido sin duda en un símbolo de empoderamiento de la mujer y de la libertad sexual de su época.
La propia Keira Knightley declaraba para Fotogramas: «Hay muchos hombres como Willy. Tíos dominantes que tienen que sobresalir y con los que yo en mi puta vida estaría en una relación. Pero puedes entender por qué ellos estaban juntos. Willy tenía carisma, era el alma de la fiesta. Pero… le arrebató su voz. La privó de tener su propia identidad y se aprovechó de ella, le robó su obra. Y aquí llegamos a la clave del tema, cuando Colette llega al punto en el que estaba a nada de convertirse en su víctima, da un paso adelante. Hasta entonces, Colette no se sentía la víctima en esa relación. En el momento en el que es consciente de que, si sigue, lo será, se larga.
Me encanta ese tipo de fuerza en un personaje”.
Aunque la recepción de la película en España ha de definirse como «disimulada», el filme puede presumir de llevar recaudados 4,8 millones de dólares americanos y, en general, haber encandilado a la crítica mundial. Richard Lawson escribía en Vanity Fair: «Me encanta lo abierta y casual que se muestra la película acerca de la identidad queer de Colette […], en su lugar simplemente revela su libertad sexual y romántica, sugeriendo que fue esa soltura, esa liberación, lo que le dio tanta fuerza a su escritura». También reiterativo es elogio a la actriz protagonista por su interpretación, Peter Debruge sentenciaba en Variety que «Colette es uno de los mejores papeles por los que Keira Knughtley será recordada». Las campanas ya suenan a Óscar para la británica.
