La vuelta de los mega tours en la industria musical está generando polémica, entradas que se compran con un año de antelación a precios astronómicos
En los últimos años, las giras de grandes artistas pop han alcanzado un nuevo nivel de demanda y exclusividad, convirtiendo la experiencia de asistir a un concierto en un lujo al alcance de pocos. Los fans se ven obligados a adquirir sus entradas de un tour con hasta un año de anticipación y a precios que a menudo superan no solo los cientos, sino miles de euros
Después de una pandemia que paralizó muchas giras mundiales, se esperaba con ansias la vuelta de estos mega tours. Sin embargo, tras la crisis del coronavirus, la economía mundial se ha visto muy perjudicada. Y es que, esta situación no iba a ser diferente para los conciertos. Hace unos años, ir a un concierto no se consideraba una experiencia de lujo. Actualmente, con los precios que tienen, podría considerarse como algo solo apto para unos pocos. Conciertos anunciados con más de un año de antelación, y a precio de oro.
El regreso de Beyoncé a los escenarios fue muy esperado. Así, el año pasado comenzó su el Renaissance Tour. Aunque conseguir entradas fue realmente complicado. Se agotaron en minutos, dejando a muchos fans frustrados y recurriendo al mercado de reventa, donde los precios se dispararon a cifras astronómicas. Aunque estas cifras no solo fueron algo único de la reventa. En Estados Unidos, por ejemplo, una entrada normal de pista podía llegar a costar más de dos mil dólares, algo totalmente descabellado.
Acudir a un concierto, algo al alcance de muy pocos
Estos mega eventos no son solo conciertos, sino también grandes acontecimientos sociales y culturales que crean una enorme expectativa. Sin embargo, anunciar giras con un año de antelación y los precios cada vez más altos de las entradas han generado muchas críticas y preocupación entre los fans. Asistir a estos eventos se ha vuelto cada vez más difícil, dejando fuera a muchos seguidores que no pueden pagar esos precios tan elevados.
Además de Beyoncé, otros artistas como Adele y Harry Styles también han seguido esta tendencia. Las entradas para los conciertos de Adele en Las Vegas se vendieron rápidamente a precios elevados, y para la gira mundial de Harry Styles fueron igualmente difíciles de conseguir, con precios que se inflaron en el mercado de reventa. Sin embargo, actualmente el caso más sonado es con la artista más grande del momento, Taylor Swift.
El Eras Tour de Taylor Swift es actualmente el mayor acontecimiento en el ámbito de la música. La gira ha generado una expectativa sin precedentes, atrayendo a millones de fans de todo el mundo. Sin embargo, cuando las entradas salieron a la venta, la demanda fue tan alta que colapsó los sistemas de Ticketmaster, causando un caos total. Miles de seguidores se encontraron en interminables filas virtuales, solo para ver que las entradas se agotaron en minutos.
El colapso de Ticketmaster no solo dejó a muchos sin entradas, sino que también llevó a un aumento vertiginoso en los precios de reventa. Las entradas, originalmente ya muy caras, se volvieron aún más inaccesibles debido a la especulación y el mercado negro. Este problema mostró el problema en la infraestructura de venta de tickets y la falta de medidas para garantizar una distribución justa.
Fans culpan a Ticketmaster de esta situación
Los precios dinámicos han sido muy criticado. Es una práctica donde los precios de las entradas varían según la demanda. Ticketmaster ha defendido esta práctica como una forma de combatir la reventa y ajustar los precios al valor de mercado. Sin embargo, muchos fans ven esto como una forma de maximizar las ganancias a costa de la accesibilidad. Los precios dinámicos pueden hacer que las entradas alcancen cifras astronómicas en cuestión de minutos, dejando fuera a aquellos con presupuestos limitados.
La situación generó una ola de críticas hacia Ticketmaster y las plataformas de venta de entradas, con muchos fans y expertos pidiendo una revisión y mejora en el proceso de venta para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro. La experiencia del Eras Tour ha evidenciado la necesidad urgente de hacer que estos eventos sean más accesibles para todos los seguidores.
Estos problemas han llevado a demandas legales y a la intervención de autoridades regulatorias. En varios países, se han iniciado investigaciones sobre las prácticas de Ticketmaster y su impacto en el mercado de entradas. Las críticas no solo provienen de los fans, sino también de artistas y promotores que exigen un sistema más justo y accesible.
La situación refleja un problema económico más amplio, donde la desigualdad de ingresos se hace evidente. Las grandes giras pop, con precios tan altos, resaltan cómo el entretenimiento y la cultura están cada vez más segmentados por la capacidad económica. Los seguidores que no pueden pagar precios elevados se ven privados de estas experiencias culturales, que tanta ilusión hace a los fans.
La industria de los conciertos está cambiando, impulsada por la tecnología y la alta demanda. Las plataformas de venta de entradas, como Ticketmaster, han implementado sistemas de preventa y verificación de fans que, aunque buscan reducir la reventa y los bots, no han logrado frenar el problema de los precios altos y la disponibilidad limitada.
