El magnate formaliza la compra en el último día de plazo para evitar el juicio que le esperaba en noviembre y despide a sus directivos
Elon Musk, hombre más rico del mundo, confirmó ayer que se encontraba listo para efectuar la compra de la red social Twitter por 44.000 millones de dólares.
El también propietario de las empresas de tecnología Tesla y SpaceX formalizó la compra cuando contaba con apenas 24 horas para que finalizara el plazo que la jueza le había dado si quería evitar el juicio que le esperaba en el próximo mes de noviembre. A esta decisión le siguió la de despedir a los principales directivos de la empresa.
«El pájaro se ha liberado»
Este claro enunciado en referencia al logo de la plataforma, un pájaro emprendiendo el vuelo, ha sido el elegido por Elon Musk para recordar a todos los internautas de la red que la había comprado.
the bird is freed
— Elon Musk (@elonmusk) October 28, 2022
Todo ello tras entrar el pasado miércoles en las oficinas centrales de Twitter en San Francisco (California) sosteniendo un lavabo en sus manos. Irónicamente, confesaba haberlo necesitado para limpiarse. Las diversas interpretaciones no tardaron en llegar, y algunas no se equivocaron afirmando que Musk se refería a la profunda limpieza que tenía planteada para la empresa. Hoy, conocemos el despido de algunos de sus grandes directivos.
Las razones de Musk
El magnate estadounidense ha comprado la red social «por el futuro de la civilización», en sus propias palabras. A su juicio, ejecuta la compra en un acto de filantropía «para ayudar a la Humanidad» y no «para hacer dinero». En un tweet dirigido a los usuarios, Musk ha asegurado que Twitter «no puede convertirse en un infierno gratis para todos, donde puede decirse cualquier cosa sin consecuencias», sino que en ella se deben «respetar las leyes». Con ello ha confirmado que la publicidad tendrá un papel muy importante en la plataforma.
Dear Twitter Advertisers pic.twitter.com/GMwHmInPAS
— Elon Musk (@elonmusk) October 27, 2022
Un ágora para el siglo XXI
Al nuevo dueño de Twitter no le gusta la «polarización de la opinión pública entre extrema derecha y extrema izquierda» que hoy se vive en la red, por lo que considera «importante para el futuro de la civilización» contar con un ágora o plaza digital común en la que «puedan debatirse de manera sana un amplio espectro de creencias». Musk quiere convertir la plataforma en «un lugar cálido y acogedor para todos», un espacio en el que cada usuario pueda «elegir su experiencia deseada según sean sus preferencias». Para él, la red social empodera al que llama «periodismo ciudadano» contra la desinformación presente en la plataforma.
A beautiful thing about Twitter is how it empowers citizen journalism – people are able to disseminate news without an establishment bias
— Elon Musk (@elonmusk) October 26, 2022
La idea de la «súper aplicación»
La idea de una aplicación para todo, también conocida como súper aplicación, surgió en Asia con compañías como WeChat que permiten a los usuarios no solo enviar mensajes, sino también realizar pagos o comprar en línea. El servicio todo en uno atrajo a los usuarios que tenían menos opciones en una región donde Google, Facebook y otros estaban bloqueados.
Musk ya ha asegurado a los inversores que planea construir una «súper aplicación» que venderá suscripciones premium para reducir la dependencia de los anuncios, permitir que los creadores de contenido ganen dinero y habilitar los pagos. Pero no existen súper aplicaciones en Estados Unidos, pues aquellas que controlan las tiendas de aplicaciones en los teléfonos IOS y Android, se ven ya a sí mismas como súper aplicaciones, por lo que es poco probable que permitan el desarrollo de otras súper aplicaciones, según declaraciones de expertos a la agencia Reuters.
Añadir pagos, que generalmente requieren verificación de identidad, podría complicar un servicio que ha permitido que florezca el anonimato, convirtiendo a Twitter en una herramienta poderosa para el activismo político. Por el momento, esta novedosa idea de Musk no parece posible en este punto de la evolución de Internet móvil.
Un futuro incierto, pero no en los mercados
Todavía no se sabe con certeza cuáles son los planes de Musk para el futuro de la plataforma. The Washington Post informó recientemente que el magnate planea despedir hasta un 75% de la plantilla de los 7.500 trabajadores de Twitter, aunque el pasado miércoles en su visita a las oficinas centrales de San Francisco quiso tranquilizarlos diciéndoles que no se desharía de tantos.
Lo que sí conocemos es la deuda que tendrá que afrontar. El año pasado, Twitter debía alrededor de 51 millones de dólares en intereses sobre su deuda. Tras volverse privado, las estimaciones apuntan a que la plataforma deberá al menos mil millones de dólares anuales. Por el momento, este no parece ser un problema de magnitud para Musk. Al conocerse la decisión de compra, las acciones de Twitter se revalorizaban un 1,16 % en los primeros compases de la sesión en la bolsa de Nueva York.
