Los beneficios obtenidos con todas las actividades realizadas por esta asociación, entre las que destaca la marcha solidaria, son íntegros para la investigación contra el cáncer de mama metastásico
Bandera Rosa es una asociación que nace bajo la necesidad de ayudar a pacientes y familiares que sufren cáncer de mama. Sus orígenes se remontan a 2016 cuando su fundadora, Isabel Canto, decidió emergerse en la creación de un lugar donde brindar apoyo, a todos los niveles, a las personas que se encuentran en la lucha contra esta enfermedad. Isabel, al recibir la dura noticia de que padecía cáncer de mama, se vio sola ante el mundo, ya que no contaba con ningún sitio al que acudir ni con nadie a quien recurrir. De este modo, sembró la semilla de lo que es, hoy día, Bandera Rosa. La fundadora murió a causa del cáncer de mama, pero su legado continúa más vivo que nunca. Ahora es Isabel Fernández la presidenta y la asociación cuenta con un gran número de vocales, en su mayoría todas pacientes de cáncer.
El lugar de actuación se da en el Campo de Gibraltar, con sede central en Algeciras. Sin embargo, poco a poco va abriendo sus horizontes. Recientemente se produjo la apertura de una sede en Málaga, El Secadero, porque ya había muchos pacientes y familiares de la zona. La asociación cuenta ya con alrededor de 550 pacientes y familiares atendidos; 90 voluntarios; unas 350 actividades y eventos realizados y 6 años de mucho trabajo.
Nos encontramos ante una asociación sin ánimo de lucro en la que no existen intermediarios; son las propias socias quienes han apoyado la causa económicamente. No obstante, también cuenta con el apoyo de entidades grandes que colaboran todos los años. Gracias a ese dinero la asociación puede seguir adelante.
Los beneficios obtenidos con las actividades realizadas, la venta de productos, las carreras solidaria y demás eventos para recaudar dinero van dirigidos a la investigación. Un 30% del cáncer de mama se vuelve metastásico con un máximo de vida de cinco años. Y es aquí donde reside ese afán de la asociación por la investigación: la inversión en investigar es ganar años de vida. De hecho, este tipo de cáncer solía desarrollarse a los 40 años, pero es cada vez mayor el número de casos en los que se diagnostica a una edad temprana. Por ello, Bandera Rosa recalca la importancia de la investigación en la enfermedad.
La principal función de la asociación reside en acompañar, entretener y animar a las pacientes y familiares que se encuentran en esta lucha. Intenta, de algún modo u otro, hacer algo más ameno el paso por la enfermedad. Es importante recalcar que no solo se centran en las pacientes, sino también en los familiares que también sufren la enfermedad pero no la vocalizan.
Por ello, las socias ejercen una labor tan importante realizando numerosos talleres, charlas o eventos que mantengan a las pacientes ocupadas, entretenidas y que las lleve a un lugar donde se encuentren seguras, donde puedan ser confidentes. Las charlas se realizan a manos de profesionales y afectadas por el cáncer, de este modo pueden ofrecer una versión más cercana a las personas que quieran interesarse por el tema; una versión real de lo que es la enfermedad. Estas charlas cuentan con folletos donde se explica cómo se debe realizar una autoexploración o cómo detectar que algo va mal.
Las actividades que se realizan se centran en talleres culturales, deportivos o lúdicos que sirvan para dar seguridad y confianza a los afectados. Se realizan tanto de forma presencial como de forma online. Destacan las clases de pilates, yoga o remo para dar relajación y fortalecer los músculos de las pacientes.
Bandera Rosa cuenta con grandes profesionales en diferentes ámbitos: abogados, psicólogos, podólogos, fisioterapeutas… Todos ellos proporcionan una gran ayuda a pacientes y familiares. El papel de los abogados se centra en las separaciones: en una gran cantidad ocasiones, estas se producen a causa de un rechazo de la pareja por “estar incompleta”. Esto es algo que sigue afectando a muchas pacientes, que, además de luchar contra su enfermedad, tienen que luchar con personas que las menosprecian por cuestiones derivadas de la misma.
«AUnque parezca mentira, muchos hombres dejan a sus parejas cuando pierden el pecho»
Mechones solidarios
La asociación tiene un convenio con una peluquería encargada de hacer pelucas. De este modo, aceptan mechones solidarios para después donarlos a dicha peluquería. Las pacientes que no tienen medios recurren a Bandera Rosa para poder obtener pelucas tras la pérdida de cabello. Las pacientes entregan 50 euros por la peluca, que recuperarán tras finalizar la enfermedad.

Cojín solidario
“El corazón solidario” es otra de las muestras de apoyo por parte de las socias a las pacientes de cáncer de mama. Recibe este nombre porque tiene la forma de un corazón, pero no es un corazón como tal, sino que es un cojín con unas medidas y un peso específico para las pacientes. Las enfermeras se los entregan tras salir de quirófano para que les ayude a aguantar el peso del pecho con el brazo. Esto es algo muy significativo ya que, sin conocer la asociación, se ve una muestra de cariño; un “estoy aquí por si lo necesitas”.
Además, también se les hace entrega del “proyecto mochila”. Las enfermeras entregan a las pacientes una tarjeta para que, cuando estén un poco recuperadas, vayan a la sede y se les otorgue una mochila valorada en unos 100 euros. Dentro tiene un pañuelo, un sujetador postoperatorio según el tipo de cáncer, una crema para la piel por las quemaduras de la radio y una guía para que no se sientan solas y sepan que la asociación está ahí para ayudarlas en todo lo que esté en sus manos.
Marcha Solidaria
Este 26 de marzo la asociación ha celebrado la II Marcha Solidaria en El Secadero, Málaga. En este evento se realiza una tómbola en la que colaboran una gran cantidad de comercios, negocios y establecimientos ofreciendo artículos y objetos para luego rifarlos. Los vecinos se vuelcan mucho en ello. Además, se hace una paella solidaria y se venden los platos a dos euros. Esto crea un ambiente muy acogedor tras terminar la carrera. En la plaza central se sitúa el stand de Bandera Rosa donde venden sudaderas, camisetas, riñoneras y pulseras , entre otras cosas. Todo lo que se recauda aquí va íntegro para la investigación. El año pasado se consiguió un total de 6.530 euros con esta carrera. Este año han acudido una gran cantidad de personas.

Una de las vocales de la asociación afirma: “Hacer estos eventos durante el año nos ayuda a recaudar dinero, y para nosotras es todo un logro poder aportar nuestro granito de arena”.
Pepa Herrera
Vocal-responsable sede Secadero. Llegó a la asociación tras recibir el cojín solidario. Una vez contó con el apoyo de Bandera Rosa y quiso formar parte de esta asociación de forma inmediata por la labor tan importante que llevan a cabo.

P: ¿Cuándo y por qué decidiste entrar en la asociación?
R: En 2018, cuando me diagnosticaron cáncer de mama, se me vino el mundo encima porque todos mis familiares me miraban con cara de “se muere”. Esto hacía que pensase constantemente en: cáncer, me voy a morir, cáncer, me voy a morir. El único apoyo que ellos podían darme era ánimo, estoy aquí, pero me seguía sintiendo sola porque yo tenía ánimo, pero me faltaba un empujón.
Yo entré en la asociación porque al salir de quirófano tras ver todas esas caras de pena rodeándome, vi entrar a una enfermera con un corazón precioso envuelto con papel de regalo y me dijo: “No estás sola, aquí hay una asociación que está contigo”. A mí eso me llenó de una forma que no puedo describir con palabras.
P: ¿Qué ha supuesto para ti entrar en la asociación?
R: Una gran satisfacción, porque estoy viendo que estamos ayudando, apoyando a personas que lo están pasando realmente mal. Ver la cara de las mujeres que entran llorando y se van con una sonrisa para mí lo es todo, porque he estado en su situación y sé lo que se siente. Es una satisfacción muy grande.
P: ¿Cuando luchabas contra la enfermedad contabas con esta asociación? Si no es así, ¿hubieses agradecido el apoyo que brinda Bandera Rosa?
R: Cuando luchaba con esta enfermedad no estuve porque me dieron el cojín solidario, el corazón, cuando salí del quirófano, cuando yo ya había pasado un montonazo de pruebas que te tienen que hacer antes del cáncer, para darle el nombre y el apellido al tipo de cáncer que tenía; me lo habían quitado y ya lo que me quedaba era la quimio y la radio. Entonces, cuando yo fui porque quería meterme en esta asociación, me dijeron que esperara un tiempo para recuperarme, para poder ayudar a los demás, porque hasta que uno no se mete en esto, uno no sabe de qué se trata. Entonces tienes que estar fuerte.
Y por supuesto que te rescata de un pozo. Esta asociación te rescata de un pozo porque te ve tan hundida, tan sola, tan desprotegida… Con tantas ganas de vivir y que se te cortan de buenas a primeras, que ves todas las manos amigas que han pasado por lo mismo… “A mi me pasó esto”, y tú dices: “A mí también”. Entonces, es tanto el apoyo que nos brindamos unas a otras, que ya te digo que entras mal y sales bien.
P: ¿Cuál crees que es la labor más importante que lleva a cabo esta asociación?
R: Es que la labor más importante no te la podría decir, porque tenemos muchas, gracias a Dios. Mira, tenemos lo del cojín solidario, que es lo más. Porque ya estamos ahí con la paciente, ya depende de ella que venga a buscarnos y esté con nosotras. Y no ya a nivel de socio ni nada, sino buscando nuestra ayuda, que estamos aquí para ofrecérsela, no hace falta ser socia, ni lo pretendemos, ni mucho menos, sino dar nuestro cariño, nuestro apoyo y ya está. O que se hagan socias y estén con nosotras en la lucha.
Pero mira, por ejemplo, el estar con la paciente… Esto nos reconforta muchísimo, porque vienen muy mal y salen muy bien, en el sentido de que tienen un ejemplo, nos rodeamos de ellas y están viendo que estamos bien. Entonces se sienten más capaces de luchar, con más fuerza, con más ganas y que no es lo que están pensando, que solamente son los pensamientos negativos los que te invaden, que hay vida después de esto; diferente, pero la hay.
Como te dije antes, lo del cojín solidario, pues al encontrarte tú con esta gente te sorprende, te ves tan sola que te crees que no hay nadie como tú; y sí, hay muchísima gente, por desgracia, que está como tú, así que tenemos muchas cosas importantes, como también cuando ofrecemos la psicóloga y salen tan contentas, como la clase de pilates que salen muy fortalecidas, porque los huesos después de la quimio se nos quedan muy mal, y salen tan bien y tan a gusto… Por eso te digo, que hay muchas cositas por las que es importante esta asociación.
P: ¿Qué actividades crees que son las que más te ayudaron en tu situación?
R: Pues mira, a mí en lo que más me ayudó… Es que yo soy profesora de arte, entonces yo quería ayudar, y como no me dejaban al principio estar con pacientes porque es muy duro, pues me ofrecí a dar clases de pintura voluntariamente. Eso me ayudó mucho, porque yo estaba viendo que era útil para las demás, y ver a las demás que estaban como yo, sentirse también útiles haciendo cosas, pintando… Eso me llenaba. Aunque no cobrara, mi alma estaba cobrando, porque es una satisfacción muy grande la que se siente al hacer sonreír a una paciente de cáncer. Ya con eso me sentía satisfecha.
P: ¿Crees que entrar en una asociación como esta es recomendable para poder llevar mejor la enfermedad?
R: Sí, por supuesto es 100% recomendable. Pero como estamos, por ejemplo nosotras, la directiva o las vocales, no todo el mundo puede aguantar ver a pacientes que se te van, a las que les dijiste que no iba a pasar nada y se han ido, y que tú tienes lo mismo que tiene ella y no sabes si mañana te tocará a ti. Para eso hay que ser muy fuerte y tener una coraza muy grande para poder llevar esta asociación hacia adelante. Es que tú te pones a aconsejarle y no te lo crees ni tú lo que estás contando… Piensas: «Bueno, tiene lo mismo que yo…». Mi compañera, más joven que yo, se ha ido. Estar intentando convencer a una chica de que lo puede superar… Es que no quiero ponerme muy melancólica porque me emociono hablando de este tema. Me emociono mucho.
Entonces, como socia sí, tenemos muchos talleres y se pueden distraer mucho. Aparte tenemos la colaboración de un abogado para brindarles ayuda, sobre todo con el trabajo, porque al enfermar las echan y después en lo que estaban trabajando antes ya no las contratan, porque son “discapacitadas”, ya te miran de otra manera…
Los demás talleres, como te he comentado antes, están relacionados con la salud, porque los tendones, los músculos, se quedan contraídos con la quimio y las pastillas. Con estos talleres notan muchísima más movilidad. Además, la cercanía con nosotras las ayuda muchísimo. Yo en ese aspecto lo recomiendo 100%.

