La cristianización de la celebración de la noche más corta del año
El verano ha aterrizado, y con él las noches más cortas y los días más largos. Y en torno a la llegada de una de las estaciones más queridas ubicamos la noche mágica de San Juan. Una fiesta dividida entre las creencias paganas y cristianas, que esconde muchas leyendas y rituales ancestrales que se celebran desde la madrugada para recibir la llegada del solsticio de verano.
¿Una fiesta pagana o cristiana?
Todos conocemos la tradicional noche de San Juan, vinculada a las hogueras, el fuego, la superstición y a dar la bienvenida oficial al verano. Sin embargo, la retribución de la existencia de esta fiesta tiene orígenes ciertamente distintos; y la pregunta que muchos se hacen es: ¿qué vino antes, la celebración del nacimiento Juan bautista o del solsticio de verano?
La Fiesta de San Juan, también llamada víspera de San Juan o Noche de San Juan, es para los cristianos el festejo del nacimiento de San Juan Bautista el día 24 de junio, seis meses antes del nacimiento de Jesús. Pero esta no es más que la cristianización de la celebración del solsticio de verano en el hemisferio norte, es decir, cuando, tras el día más largo del año el sol empieza a decaer y los días comienzan a acortarse. A pesar de las similitudes de ambas fiestas, las fechas de San Juan y del solsticio no coinciden: la primera se celebra en la noche del jueves 23 y esta mañana 24 de junio, mientras que el solsticio se produjo el día 21, fecha en la que oficialmente comenzó el verano.
El cristianismo asimiló la tradición de origen pagana y la adaptó a su calendario, motivo por el que la costumbre de prender las hogueras quedó unida al nacimiento del Bautista. En la interpretación pagana, la noche de las hogueras era un día mágico, una oportunidad única para espantar a los malos espíritus, romper con lo malo del año ( se quemaban enseres antiguos) y realizar votos por el amor y la fertilidad.
Las famosas hogueras de San Juan
Con la propagación de las ideas cristianas, la Noche de San Juan se mantuvo cambiando la fecha en el calendario, pero perdió su carácter mágico añadiendo la historia del nacimiento de Juan Bautista. La leyenda cuenta el milagro ocurrido a un sacerdote de edad avanzada llamado Zacarías que estaba casado con una tal Isabel, personas ya mayores y sin descendencia. Un día cualquiera mientras este rezada en el santuario, el ángel Gabriel apareció anunciando que tendría un hijo con su esposa, Zacarías dudó de la palabra del ángel, y como consecuencia éste lo dejó sin voz hasta que todo lo que prometió ocurriera.

Pasado el tiempo de la gestación, el sacerdote encendió una hoguera para anunciar a sus familiares el nacimiento de su hijo, Juan Bautista, que sospechosamente coincidía con la Noche de San Juan. Lo paradójico del asunto es que en realidad no debería festejarse, porque el aniversario de los santos siempre ha sido el de la muerte, menos para Juan Bautista. Independientemente de esto, la tradición de encender hogueras la noche del 23 de junio ha llegado intacta hasta nuestros días. Podríamos decir que la noche se ha vuelto a paganizar, puesto que las hogueras simbolizan la llegada del verano y el inicio para muchos de las tan deseadas vacaciones.
¿Cómo celebramos la noche más corta del año en España?
La llegada del solsticio de verano se festeja en toda la geografía española con ritos y tradiciones ancestrales. La noche de San Juan ha adquirido la magia de las antiguas fiestas paganas que se organizaban con el solsticio de verano. Su celebración es única y distinta en todas las comunidades de España.

Para dejar de lado los malos augurios y atraer la buena suerte cada ciudad elige su propia índole de celebraciones para honrar a esta peculiar noche del año. Los petardos suenan en el Mediterráneo mientras que, en Galicia, las queimadas son protagonistas del momento por excelencia en una noche donde el mundo del más allá se comunica con el nuestro. En algunas ciudades del sur se queman muñecos de trapo llamados juanes, y también es común las verbenas, los baños nocturnos, o echar a la hoguera algo viejo o un papel donde hayamos escrito todo lo que nos gustaría cambiar o renovar.
Es el momento de espantar los malos espíritus: En San Juan meigas y brujas huirán
Los rituales por excelencia
En torno a la noche de San Juan podemos encontrar numerosos rituales ligados a la superstición. Muchas son las tradiciones que se celebran la noche del 23 al 24 de junio.
- Salta la hoguera
El más conocido de todos consiste en encender hogueras y saltar por encima de ellas. El número de veces dependerá de la zona geográfica en la que te encuentres. En algunos lugares serán tres veces, mientras que en otros puedes llegar a saltar nueve veces la hoguera. Eso sí, siempre son números impares. Esto proviene de la creencia de que el fuego protege a todo aquel que tenga valor para saltar y atravesar sus llamas.
- Bañarse en el mar
El agua también tiene mucho simbolismo en esta noche, y según cuenta la leyenda si te bañas en San Juan tendrás la salud garantizada. El ritual consiste en bañarse en el mar desnudo mirando a la luna para sumergirte 12 veces.
- Quemar lo negativo
Como ya he citado en distintas ocasiones el fuego se asocia con la purificación, por lo que esta noche puedes quemar en un papel todo aquello que no quieres que esté en tu vida (incluso quemar el nombre de tu ex).
- Amor
Si tu objetivo es encontrar el amor, esta noche es el momento idóneo. Para ello, deberás encender dos velas rojas y colocarlas en tu dormitorio con un papel con el nombre de la persona a la que quieras atraer. Más tarde deberás realizar una infusión con lavanda, milenrama, jengibre y pétalos de rosa y rociarla por la habitación.
