El pasado 14 de abril se estrenó la película Fenómenas, con la que muchos jóvenes pudimos conocer al Grupo Hepta.
El nuevo trabajo de Carlos Therón relata cómo el grupo se enfrenta a una tienda de antigüedades encantada. Aunque en la película la mayoría de las personas y lugares han sido cambiados, tanto lo que se cuenta en ella como el grupo paranormal, están basados en hechos reales.
El Grupo Hepta
Sagrario, Paz y Gloria dan vida a las verdaderas integrantes del grupo, Blanco-Soler, Piedad Cavero y Paloma Navarrete, las cuales fueron tres de los miembros más fieles a la organización, fundada por el Padre Pilón. Pilón decía tener unas habilidades especiales, que le permitían localizar energías, pozos de agua e incluso personas desaparecidas a través de un péndulo. La presencia del grupo fue habitual en programas de televisión y radio, donde explicaban las distintas experiencias que vivían durante su jornada laboral, lo cual acercó el mundo paranormal con la sociedad española.
El Baúl del Monje
El caso más famoso del grupo fue el del Baúl del Monje. El caso comienza con una llamada de los propietarios de un local, en el que afirman que «se están produciendo unos fenómenos de tal envergadura que están entorpeciendo el negocio». Las investigaciones españolas se centraron en el caso en 1999, con la colaboración de la periodista Cristina Rovirosa.
En aquel lugar se llevaban a cabo sucesos sin explicación alguna. «Las bombillas se desenroscaban del casquillo, se movían las lámparas, había ruidos y gritos…Se ponía la cosa muy divertida», afirmaba una de las integrantes del grupo. Sin embargo; se llegó a la conclusión de que la casa no estaba encantada por un fantasma, sino por un poltergeist. Esto significa que uno de los afectados, inconscientemente y por culpa de algún trauma psicológico, es el que mueve los objetos con su mente a través de la telequinesis.
A pesar del desenlace del caso, este alcanzó la fama mundial. Desde entonces, el Grupo Hepta sigue operando, hasta tal punto que en su página web ofrecen sus servicios. A cambio de trabajo, el grupo simplemente pide a sus clientes que se hagan cargo de los gastos derivados de sus traslado hasta el lugar.