Un documental de José Luis Pecharromán para visibilizar la memoria histórica del colectivo LGTBIQ+ durante el franquismo y la transición española
En pleno mes del orgullo, La memoria escondida se estrena en cines el 23 de junio. Un documental que nos recuerda que la celebración de la que hoy disfrutamos empezó como una revolución por los derechos fundamentales del colectivo LGTBIQ+. Y que a través de las vivencias y experiencias de Antonio Ruiz Fernández, Montserrat González Montenegro, Antonio Sánchez Franco y Rosa Araúzo Quintero, cuatro miembros del colectivo, visibiliza las historias de las personas que antecedieron esta marcha. Porque el orgullo fue, es y será, ante todo, reivindicación.

De lo personal a lo político
Palizas, vejaciones, abusos de poder, malos tratos, miradas, comentarios, burlas, discriminación e incluso rechazo. A los que antes llamaban «maricones» sin pudor, ahora pueden contar su historia, y hacer porque nunca más nadie se sienta repudiado por una sociedad demasiado patriarcal. En La memoria escondida vemos cuatro de estas historias, y nos la explican sus protagonistas. Pero no es ficción, es realidad, pura realidad, y ni siquiera nos queda tan lejos.
«Quería indagar en la memoria histórica pura. Mi necesidad era la de dar voz a los propios protagonistas que vivieron aquella situación en primera persona para que la historia no nos la cuenten desde fuera».
En La memoria escondida hay política porque hay una historia detrás de cada persona. Una historia que merece ser contada y visibilizada para no caer en el olvido de todo lo que nuestros mayores sufrieron luchando por nuestros derechos. Por eso, no hace falta nada más que ver una conversación de los protagonistas del documental para mostrar la situación que vivieron. «Eran personas perseguidas y sufrían todo tipo de discriminación. No tuvieron a las mismas condiciones de vida que cualquier otro ciudadano. Y yo notaba que, de alguna forma, sentía que tenía una deuda social hacia nuestros mayores LGTBIQ+ por todo lo que lucharon», nos cuenta el director.
Una oda a la diversidad encubierta
En el documental, Pecharromán da voz y vida a «un mosaico donde ver representados diferentes maneras de ser, de sentir, de expresarse… de la forma más diversamente posible». Porque, en sus palabras, «para mí lo más importante era darles una ventana para que la gente entienda que no hablamos de un pasado lejano, sino de un pasado que nos queda cerca, y que lo han vivido personas que han luchado por nosotros. Y, por ello, como sociedad, deberíamos tomar consciencia de la deuda que tenemos con ellos».

La memoria escondida es la ópera prima de José Luis Pecharromán. Sin embargo, el director madrileño lleva más de 25 años en la industria del cine. Y es que ha trabajado como director de fotografía para las productoras más importantes en series como Mar de plástico, Vivir sin permiso, Promesas de arena o Los hombres de Paco. Una trayectoria cinematográfica que también vemos en la mirada que Pecharromán otorga a este documental, quien también ha guionizado y producido de forma independiente este documental.