David Bisbal da la bienvenida a la Navidad en Zaragoza con un espectáculo lleno de magia para todas las generaciones presentes
La Navidad ha llegado por todo lo alto a Zaragoza de la mano de David Bisbal. El artista, que siempre ha destacado por su energía inagotable en el escenario, ha inaugurado la temporada navideña este 5 de diciembre en el Pabellón Príncipe Felipe.
Desde el principio ya se notaba que el cantante estaba dispuesto a cerrar el año dejando huella. La apertura del recinto a las 18:30H permitió que los fans sintieran ya la emoción desde el primer instante. A las 20:00H en punto, la banda irrumpió el escenario y minutos después, David Bisbal apareció con ese entusiasmo de siempre.

La magia siempre hace su función
El concierto arrancó con dos canciones que marcaron la noche: Navidad Junto A Ti y Todo Es Posible En Navidad. La puesta en escena, iluminada y con efectos que simulaban la calidez de la época, acompañada de la perfección voz potente de Bisbal.
Los asistentes eran de niños hasta adultos, todos cantando los himnos de su trayectoria y demostrando que la Navidad también se celebra a través de la música. Todo resonaba con alegría ya que estos tiempos siempre son de familia.
El show continuó elevando la intensidad. El cantante no solo mostraba su dominio vocal, también su capacidad para conectar emocionalmente con cada espectador, risas, aplausos y algún que otro brindis improvisado, la noche iba para largo y para el recuerdo.

Viaje al pasado con hits de toda la vida
Tras la apertura navideña, el concierto giró hacia los clásicos que han marcado su carrera. Con No Amanece, la intensidad subió varios niveles. Estas canciones permiten revivir recuerdos y sentimientos asociados a los primeros éxitos del artista.
El siguiente tema, Esclavo De Sus Besos, fue un momento de complicidad. La audiencia, consciente de la fuerza de este clásico, se unieron entre todos para vibrar el recinto.
Con Dígale, el artista volvió a sorprender por su versatilidad. La canción permite un respiro emocional dentro del espectáculo, mientras Bisbal aprovechaba para abrir un lado más humano de su persona.

Villancicos versionados y un tiempo que marca la sonrisa
A mitad del concierto, la navidad volvió a tener protagonismo. Con los villancicos versionados por Bisbal, todo era nostalgia y también alegría. Los Peces En El Río y El Burrito Sabanero fueron recibidos con gritos y sonrisas entre todos los fans.
La energía también estaba entre las butacas. Había niños que les hacía mucha ilusión cantar villancicos tradicionales, mientras que los adultos recordaban su infancia. Pasado y presente fusionándose a más no poder.
David Bisbal aprovechó para interpretar algunos de sus hits en clave navideña. Arreglos especiales, detalles visuales y un matiz diferente, haciendo así un espacio más cómodo en la época en la que se encuentra el mundo.

Clásicos inolvidables y un grito a la historia
La recta final del concierto fue un auténtico despliegue de himnos que consolidaron la noche. Con Mi Princesa, la intensidad subió de nuevo y más sintiendo de lleno la voz del artista almeriense.
Corazón Latino mantuvo el compás al máximo. La canción es un sello de identidad del cantante y esta gira aparte de tener protagonismo navideño, la idea se mantenía sólida dejando espacio también a etapas que definieron momentos.
Finalmente, Bulería sonaba en Zaragoza, con esos pasos tan característicos de Bisbal y su capacidad de bailar a pie de escenario. El público, como no, gritando más fuerte que nunca con esa patada al aire tan mítica.

Para terminar, David Bisbal cerró con broche de oro. Ave María, uno de los himnos de España y todo el mundo saltando cada segundo. El Príncipe Felipe se despedía pero lo quería hacer bien y había que entregar la voz por completo.
Acto seguido, el show finalizaba y el artista estaba muy agradecido con toda su gente que lo apoya día tras día. La gira continúa recorriendo España, pero la inauguración de la Navidad en Zaragoza quedará como un recuerdo de esos que se quedan grabados mucho tiempo.

