Miles de asistentes se congregaron en Madrid para la segunda cita de La Trilogía de la CODE
La noche del sábado 15 de noviembre al domingo 16 en FABRIK fue un homenaje en Madrid a la mejor selección musical electrónica del momento, pero también el reflejo de un cambio de tendencia. El techno y el groove fueron la selección principal de la mayor parte de los asistentes, donde un cartel bien distribuido entre las seis salas de la discoteca madrileña convirtió el segundo episodio del 22 aniversario de la CODE en la edición de esta Trilogía con mayor equilibrio entre estandarte y variación musical.
Miles de asistentes acudieron a una cita siempre especial en el curso, donde se volvió a poner a prueba la nueva estructura de la Main, con las nuevas luces centrales, el acercamiento de la cabina al público y la ampliación del espacio backstage. Suponía también un interés relevante el desplazamiento de grandes activos del hard techno, género con todavia gran recibimiento entre el público, a otras salas como la Crystal, en formato 360 grados.
La metamorfosis musical del Área 19
En una fiesta que comenzaría a las 18:00 y acabaría a las 7:00, fue el Área 19 la primera gran sala en abrir sus puertas a los más tempraneros. Destacar el set de Krow, DJ emergente en el campo del industrial y el hard techno, contrastado en fiestas como la Hater Club, que dió paso a César Almena, uno de los creadores de la CODE. A partir de las 21:30 vinieron los primeros rastros groove de la noche, con el Hybrid set del británico Cleric (con bookings en otras grandes marcas como Berghain), que después transmutaría a Live set del británico y veterano Mark Broom, con progresión constante entre minimal y funk techno.
Tras calentar motores, llegaron las 00:00 de la noche y con ello uno de los sets más esperados, el de Funk Assault, el dúo hard groove de moda formado por el italiano Alarico y el suizo Chlar. Una vez más, un set donde poner en valor -como ellos siempre han querido remarcar en diferentes declaraciones- la improvisación técnica, estado creativo e intuición musical, de cara a buscar sonidos originales y diferentes cada vez. Fue entonces cuando a las 2:00, se produjo una metamorfosis musical en el Área, donde el hard techno cogió el volante del resto de la noche, con los sets del italiano Alignment, el español de la máscara dorada Vendex y el cierre emocional y de grandes kicks del Blackpooler Azyr.
El valor de los live set en la Main
En el caso de la Main, el sonido estuvo orientado a bajos más definidos, donde The Chemical Brothers, protagonistas del cartel de esta CODE al volver tres años después a FABRIK, depositaron desde las 23:00 un Live set marcado por pinceladas de breakbeat junto a electro y house. Durante el turno de Sven Vath, a la 1:30, la deriva musical tornó hacia un techno melódico y con progresiones hacia house. Fue entonces al terminar cuando, de nuevo en otro Live set, el búlgaro KiNK ajustó el sonido a un techno mucho más groove, bailongo y con ritmos swing. Los encargados de cerrar la CODE en la sala más imperial de FABRIK fueron precisamente los dueños de la fiesta, Nuke y César Almena, en un B2B hecho para los más fieles.
El poder nostálgico del Hángar, una Crystal de contrastes y una Satélite de simbiosis underground
El Hángar tuvo nombres y apellidos desde el principio hasta el final. La sala estuvo liderada por dos grandes leyendas del techno como Ben Sims y Óscar Mulero. Juntos se fueron turnando durante toda la noche, donde coincidieron en un B2B para la historia entre 1:30 y las 4:00. La sala, con grandes visuales y llena hasta la bandera, no pudo albergar a todos los asistentes, donde muchos quedaron grandes cantidades de tiempo fuera, esperando en una cola que daba la vuelta a la sala. La demanda no fue una sorpresa para nadie, y el sonido ofrecido por el set británico-español, tampoco. Una mezcla hipnótica y de alto valor técnico en donde el dark y deep techno, junto a líneas de acid, desataron al público.
La fiesta en la Crystal comenzaría a la misma hora que el Área 19, a las 18:00, donde el B2B entre Rods y Same, además de los sets posteriores de M.I.XX.I y Miguel Rivas, representaron lo mejor de las nuevas generaciones de artistas. A partir de aquí, entró en juego el experimento del hard techno en formato 360 grados. Cinco artistas de alto nivel de forma consecutiva para imponer los kicks metálicos en la pista, con Brenda Serna, BIIA, Caravel, LESSSS y el cierre de alta intensidad de Paolo Ferrara.
Mientras, la Satélite se convirtió en embajada del fenómeno principal representado en esta CODE, la sólida simbiosis músico-social entre generaciones, alimentado tanto en el publico como en los propios artistas. Una riqueza representada en el set groove a vinilo de Tarkno y Remco Beekwildi y en el set final del veterano Perc, que puso patas arriba a toda la sala con su techno siempre experimental.
Un matinal para poner la guinda al pastel
Aquellos que querían continuar con el idilio, se sumaron al plan que propuso FABRIK en el Hángar, un nuevo Matinal que duraría hasta las 12:00. Una gran cola se asomaba a la salida, aunque otra parte se dirigió a los alrededores para continuar la fiesta por su cuenta en los vehículos.
Primero fue el groove del mencionado Rods, talento emergente y residente de Hard Brutality, el que inició el after. Despues, Vendex y Yellowheads se encargaron de dar los últimos acordes al segundo episodio de la CODE, donde el DJ de la máscara dorada se mostró cómodo con un techno clásico, mientras que la pareja de las caretas amarillas afinó con sonidos más envolventes, con toques trance y acid.
