El Madrid cae en cuartos frente a un Arsenal que no concedió ninguna oportunidad
El Real Madrid trató de volver a tirar de mística para remontar una eliminatoria muy cuesta arriba. Pero un Arsenal muy serio y sabiendo a lo que se enfrentaba frenó las ilusiones madridistas dejando un global de 1-5 para los gunners que se enfrentará al PSG en semifinales.
La vuelta del partido de Champions League que enfrentaba al Arsenal FC contra el Real Madrid estuvo marcado por el abultado resultado de la ida por 3-0. Se respiraba un ambiente de noche mágica de Champions, que existía la posibilidad de volver a marcar una página en la historia de esta competición. Y la noche se preparaba para ello, con un público entregado al equipo, y una plantilla motivada por el reto. Pero, lamentablemente en el fútbol, y en el deporte en general, no solo valen las ganas.
Mucho corazón, poca cabeza
Los vikingos salieron al partido motivados, quizás demasiado, salieron a apretar y con clara intención de dar la vuelta a la eliminatoria. Sin embargo, al Madrid se le notaba que tenía más lucha y carácter que juego. Ya que, pese a la entrega y lucha del equipo, el conjunto de Ancelotti no supo como generar peligro a la portería de David Raya. El equipo de Arteta sabía muy bien a qué se enfrentaba, sabía como frenarlo, y así lo hizo. Una de las defensas mejores del fútbol mundial lo volvió a hacer, y consiguió defender cómodamente los ataques del equipo blanco.
Al Real Madrid se le notó un equipo sin ideas durante todo el partido, sin conseguir generar apenas ocasiones. Dejando un planteamiento de partido malo, a lo que se sumó el desacierto de los atacantes, en el que jugadores como Mbappé o Vinicius Jr estuvieron lejos de su mejor versión. Toda esta combinación de sucesos hicieron imposible que otra remontada se pudiese concebir terminando el partido con un 1-2 a favor del Arsenal.
Mucho ruido, poco juego
La primera mitad comenzaría agitada gracias a la ayuda del público que empujaría a los jugadores durante todo el partido. Con llegadas al área por parte del equipo madrileño. El Arsenal por su parte, trataría de pausar el partido con un ritmo lento pero sin complicarse demasiado. Con un Declan Rice que nos volvería a dejar un partido descomunal.
En estos inicios parecía que de verdad el Madrid lo podría volver a hacer. Pero a medida que el partido iba avanzando, se notaba que lo del Madrid era solo actitud. Siendo un elemento muy importante, pero no el único a tener en cuenta. Al equipo de Ancelotti le faltó cabeza y calma a la hora de tomar las decisiones. Queriendo remover el partido muy temprano y con decisiones precipitadas ante un Arsenal que no se dejó engañar por la locura blanca.
La primera ocasión del partido la tendría Saka que metiéndose hacia dentro sacó un disparo que detuvo Courtois, dos de las figuras del partido. Las malas noticias para el Madrid llegarían primero con la amarilla a Alaba que condicionaba su marcaje a Saka, uno de los mejores jugadores gunners. La segunda mala noticia para el Madrid parecía llegar con el penalti de Asencio sobre Merino tras un agarrón continuado en el área. Sin embargo, el penalti resultó positivo, ya que el portero belga consiguió parar un mal lanzamiento de Saka que trató de picar el balón sin éxito. Este penalti parado dió alas al Real Madrid, y volvió a poner patas arriba el partido. Llegando de esta manera un penalti a favor del Madrid. Pero que tras ser revisado por el VAR durante más de cinco minutos, decidió anular considerando el contacto insuficiente.
A la mitad de la primera parte el partido se enfriaría con numerosas pausas. Dándole así un respiro al Arsenal que se encontraría cómodo en esa situación. Justo al final de la primera parte es cuando el Madrid volvería a volcarse sobre el campo de los gunners, pero sin encontrar la fórmula que le llevase al gol.
El fin de la esperanza
Daría inicio la segunda parte como terminó la primera, con un Madrid buscando a la desesperada anotar el primer tanto que guiase al equipo hacia la remontada. Sin embargo, seguían sin salirle las cosas a los blancos y sin generar apenas peligro en la portería rival, atacando sin un orden lógico ni razón.
El mazazo llegaría con el gol de Saka en el 65 de partido que consigue batir a Courtois con una vaselina. Cuando parecía todo ya perdido, esas cosas que solo le ocurren al Real Madrid volvería a pasar. Un error de Saliba en salida de balón haría que Vinicius anotase el empate pocos minutos después del gol de Saka, dando la última gota de optimismo al madridismo.
Los minutos seguían pasando y el Madrid hacía cambios, pero nada parecía servir, viéndose un equipo impotente y sin ideas que no sabía que hacer. El reloj de arena iba bajando hasta que al Madrid ya no le quedaba más opción que poner toda la carne en el asador, ya que la esperanzas en ese momento ya eran mínimas. Para desgracia del aficionado merengue, el milagro esta vez no se consumaría, rematando Martinelli el partido con un gol en el descuento que, poco le importaba ya un Madrid hundido por la eliminación. Por la otra parte, el equipo londinense, liderado por Arteta. Consigue pasar a semifinales realizando una campaña histórica y posicionándose como un candidato a tener en cuenta para alzarse con la Orejona.

