Contexto histórico del odio entre Azerbaiyán y Armenia
El 24 de febrero de 2022, la guerra entre Rusia y Ucrania se hizo eco en nuestros medios. Guerra que afectaría a otros conflictos bélicos, aunque no sea de manera directa. A 2.074,4 km de Ucrania se encuentra Nagorno karabaj, territorio en el que han sido registrados 29 muertos el pasado martes 19 tras el ataque de Azerbaiyán. Esta ofensiva duró apenas unas 24 horas bajo la retirada de las fuerzas armenias. Es en este momento cuando el lector se debe de estar preguntando la relación entre ambas disputas ¿no?.
Para entender este conflicto es necesario remontarse años atrás y situar geográficamente a Azerbaiyán y a Armenia. Estos se encuentran en el Cáucaso, entre el Mar Negro y el Mar Caspio

Armenia, debido a su condición geográfica, ha pertenecido a países como Irán o Rusia con el paso de los años. La población de Armenia cuenta con siglos de historia, siendo el primer país en adoptar, en el año 301, el cristianismo como religión oficial, además de contar con un alfabeto y lenguaje propio.

Por otro lado, Azerbaiyán, debido a su lengua túrquica, son considerados derivados de los turcos. Aunque a día de hoy es una república democrática, regida por la ley, laica y unitaria, en sus antepasados eran islamistas chiita.
Cuando el Imperio Otomano venció al Imperio Safávida en 1639 haciéndose con el poder del Cáucaso el odio entre el pueblo turco y armenio fue incrementando, y ya que como consecuencia del Tratado de Zuhab (17 de mayo de 1639), el Cáucaso quedó dividido, estando Azerbaiyán y Armenia occidental como frontera entre el Imperio Otomano y el Ruso.
Fue con la llegada de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) cuando se llevó a cabo el famoso genocidio de los turcos a los armenios. El 29 de mayo de 1915, el Comité Central del Comité de Unión y Progreso aprobó la conocida como “Ley Temporal de Deportación”, por la que se otorgaba al gobierno otomano la autorización militar para deportar a cualquiera que fuera percibido como una amenaza para la seguridad del Estado. Gracias a esta ley, las autoridades otomanas empezaron las deportaciones en masa. Se estima que un millón y medio de armenios fueron asesinados bajo el interés de exterminar su cultura y no permitir la creación de un estado armenio.

Con la caída del Imperio Otomano, el 1 de noviembre de 1922, y junto a la inestabilidad de la Revolución Rusa (1917-1923) surgen las repúblicas de Azerbaiyán, Armenia y Georgia que entrarían en guerra. Como consecuencia a estas disputas, la Unión Soviética intervino convirtiendo las zonas en la República Socialista Federativa Soviética de Transcaucasia, hecho que reduciría a toda la población en soviéticos. No sería hasta 1936 que la República Soviética, comentada unas líneas atrás, se divide en tres creando las Repúblicas Soviéticas de Azerbaiyán, Georgia y Armenia.

Los armenios debido a su descontento llevaron a cabo revoluciones y revueltas para mostrar su desagrado. Como represalia a estas situaciones, Stalin incluyó a la provincia armenia de Nagorno Karabaj a la República socialista de Azerbaiyán sin importar que el 94% de los habitantes fueran armenios, ya que el territorio se fue poblando con azeríes.
El 26 de diciembre de 1991 se desintegra la Unión Soviética, oportunidad que aprovechó Azerbaiyán y Armenia para hacerse con las armas del ejército rojo, que usarían para entrar en disputa por el territorio de Nagorno Karabaj. Al margen de esta riña, el parlamento de la región optó, el 6 de enero de 1992, por proclamarse la República de Arsaj, con favoritismo hacia Armenia. De esta manera, aunque legalmente pertenezcan a Azerbaíyan, los armenios han fundado instituciones propias en este territorio. Incrementando así el odio entre armenios y azerbaiyanos.
Falsa Paz
En julio de 2009 durante la 35.ª Cumbre del G8 los copresidentes del Grupo de Mink de la OSCE lanzaron una declaración que instó a los presidentes de Armenia y Azerbaiyán, Serzh Sargsyan y Ilham Aliyev, a resolver sus diferencias y finalizar su acuerdo en base a los Principios de Madrid. Una de las pautas consiste en permitir elecciones en las que Artsaj pudiese elegir su futuro pero ninguno de los países hizo por que estas elecciones se llevasen a cabo.
Pese a este intento de paz, la guerra de los Cuatro Días en abril de 2016 no tardaría en llegar, conflicto que duraría del 1 de abril de 2016 al 5 de abril de ese mismo año, de ahí su designio. El resultado no fue concluyente y sólo sirvió para acrecentar el odio.
Es en septiembre de 2020 cuando estalla la guerra abierta tras el ataque de Azerbaiyán a la República de Artsaj, nuevamente. El pueblo de Azerbaiyán cuenta con un mayor número de habitantes y superioridad militar. Por tanto, tras la toma de Shusha, armenios y artsajís rogaron un acuerdo de paz. La Declaración del cese al fuego completo en Alto Karabaj garantiza a los azerbaiyanos una gran parte del Nagore Karabaj y el acceso a su base militar en Nakhchivan. Rusia formó parte de este acuerdo desplegando 2000 soldados cuya función era garantizar la paz en la región.

Ucrania y Rusia lo cambian todo
Son en estas líneas cuando el lector que haya llegado a este párrafo entenderá la relación entre la Guerra de Ucrania y la que hemos comentado en el texto anterior.
La Unión Europea tiene un mayor arraigo cultural con Armenia, no obstante, ¿qué demanda constantemente Europa? Efectivamente, gas. En julio de 2022 Azerbaiyán y la Unión Europea firmaron un acuerdo para duplicar el suministro de gas hasta 2027. Provisionando con 20.000 millones de metros cúbicos a través de una red de gasoductos construida en 2018 y que llega a Europa sin pasar por Rusia. Debido a este acuerdo, Europa no apoya a Armenia, oportunidad que aprovecha Azerbaiyán para seguir presionando al pueblo armenio.
