El renacer de la alta costura en Pakistán refleja el progreso de la situación de la mujer en el país
Bordados, pedrería, mujeres bellas y esbeltas etc., todo esto es lo que podemos ver en la Semana de la Moda de Pakistán; ni un rastro de velo o burka. Nos encontramos frente al renacer de la alta costura en el país asiático que, en estos último años, ha ido cogiendo fuerza.
En esta ocasión la Semana de la Moda de Pakistán no tendrá lugar en el país, sino en Londres. Esto es debido a la omnipresencia religiosa en la sociedad pakistaní, lo que hace que los desfiles estén más controlados y se trasladen a Europa o Emiratos Árabes.
Por este motivo, la industria de la moda se está convirtiendo en un lugar conflictivo lleno de opiniones y juicios; desde los fundamentalistas religiosos, hasta la juventud femenina que lucha por su identidad. Todo esto, sumado a una mayor libertad de expresión desencadenada por el uso de redes sociales, hacen de la Semana de la Moda pakistaní toda una revolución.
Todo este progreso está enfrentado con la mentalidad del país, que tiende a un conservadurismo y radicalismo que no facilita la modernización. Reflejo de esto, es lo ocurrido en 2016, cuando la modelo Qandeel Baloch , criticada por su peculiar estilismo, fue asesinada por su propio hermano.