Llegaron para quedarse: Semana Santa, primavera y cambio de hora.
Sumidos en los quehaceres del día a día, es muy probable que hayamos pasado por alto los vaivenes que ha generado este mes del año, especialmente en su recta final. Hoy, 28 de Marzo, no está de más hacer un repaso de estos factores que, innegablemente, han resultado clave para con la intensidad que se nos ha venido encima.
Paradoja vacacional
Hace cuestión de dos días comenzó un período vacacional muy alabado por la población española en general. No sólo porque el calendario lo indica, sino porque así se manifiesta en las calles. De hecho, sólo con echar un vistazo alrededor, hemos podido percibir un aumento de agitación en los niños, que corretean y ríen alocadamente. Por su parte, algunos trabajadores “han cerrado el chiringuito” bajo la expectativa de darse un respiro para coger fuerzas. Los estudiantes han abandonado los apuntes y atestado, si cabe, aún más los bares. Y, ante ello, como no iba a ser menos, el sector hostelero ha respondido con una firme sonrisa para, seguidamente, ponerse manos a la obra. El remate final se ha producido a mitad de esta semana, tras el anuncio de que las playas de Barbate (Cádiz) se habían puesto a punto para iniciar este mismo mes de Abril, acompañados por el aura de Semana Santa, una nueva temporada.
Cara o cruz
“¿Pero acaso podemos llamarla Semana Santa? Sin procesiones, música, olores especiales, arte… ¿Si tenía ganas de que llegara? Pues sí –sarcásticamente- porque al menos una torrija o un pestiño me comeré”. De esta manera, Rosario Ortigosa, maestra jubilada perteneciente al sector poblacional de +65 años, nos recordaba la otra cara de la moneda. Recalcaba también las últimas restricciones de movilidad –cierres perimetrales, reducción de personas en reuniones- que el gobierno ha dictado y que impedirán, una vez más, la celebración de la festividad a nivel social. Por no mencionar que imposibilitarán la reunión de familias que se encuentren separadas en distintas provincias. Al hilo de lo anterior, el sector hospitalario insiste en el lema “salvemos vidas antes que la Semana Santa”. Además, apostillan que las claves para luchar contra lo que podría llegar a ser un verdadero desastre siguen siendo mascarilla, distancia social, higiene y ventilación.
Como podemos ver, existe un debate presidido por la paradoja “Festividad vs. Realidad”. Siendo honestos, y en definitiva, este es un factor que no debería pillar por sorpresa a nadie, pues no ha dejado de estar presente en todas las olas de expansión de la Covid19 que se han producido hasta día de hoy. Parece ser que la impaciencia, el inconformismo y la desesperación humanos están echando un peligroso pulso a su propia existencia. En una semana veremos cuál es el bando vencedor.
Cuestión de tiempo: el oro
Que no cunda el pánico entre aquellos que se hayan levantado algo descolocados hoy. Esta madrugada, las manecillas de todos los relojes se han movido hacia delante; es decir, se ha producido un cambio de hora a nivel internacional. En España, más específicamente, cuando iban a dar las 02.00 am, el reloj se ha saltado una hora hasta alcanzar las 03.00 am. Esto implica, primordialmente, la garantía de una hora añadida de luz solar, además de la consecuente reducción de consumo energético. Lo cierto es que el llevar a cabo, o no, este cambio viene siendo fruto de controversia desde hace dos años. Pues, recordemos que, con 410 votos a favor, 192 en contra y 51 abstenciones, el Parlamento Europeo aprobó la abolición del cambio horario.
Esfera individual
Cambiando de tercio hacia las consecuencias personales, está testado a nivel científico que el organismo de las personas puede verse fácilmente afectado por el regreso del horario de verano. Las alteraciones de sueño, el estrés y la dificultad de concentración se encuentran entre algunos de los posibles síntomas. Sin embargo, a destacar cabe su impacto en el estado de ánimo humano que, por si tuviera poco, también se ha visto golpeado por la inestabilidad meteorológica que llegó con la primavera, el pasado 23 de Marzo.
“La primavera la sangre altera”
El deshielo, el aumento de temperaturas medias, la floración de las plantas, el regreso de las especies migratorias, el renacimiento de la naturaleza y despertar de los animales en hibernación son características que identifican esta estación del año. Todo ello ha suscitado tradicionalmente una percepción de “renovación de vida” en el ser humano. Si recordamos, el año pasado las paredes de nuestros hogares opacaron una visión que, por el contrario, en 2021 se pondrá de manifiesto a lo grande. La naturaleza responde avivadamente a la llegada de la primavera. En contraposición, las personas seguimos sumidas en el estancamiento de la pandemia y quizá tengamos que aprender a mirar desde otra perspectiva el cambio. Así, por lo pronto, se nos brinda la oportunidad de reponer los “niveles de esperanza” a través de la impregnación del color verde en el campo, los jardines o parques. Además, acumular la fogosidad y el desenfreno no estaría de más para cualquiera que pretenda participar en los “nuevos locos años 20”.