El pasado miércoles 23 de febrero Netflix estrenó un documental acerca de los atentados del 11 de marzo en Madrid. En esta próxima fecha se cumplirán 18 años de la tragedia ocurrida en Atocha, por lo que diversas plataformas, destacando Netflix, ha decidido hacer una película como homenaje a las víctimas del terrorismo.
Todos nosotros y nosotras conocemos la aliquebrada historia de la mañana de aquella jornada del 2004: el acaecimiento de diez explosiones en la Red de Cercanías de Madrid, siendo considerado el mayor atentado de la historia de España y el segundo en Europa. Sin embargo, esta película, dirigida por José Gómez, se centra en analizar el punto de vista de los familiares de las víctimas y demás figuras públicas: bomberos, guardias civiles y periodistas, entre otros.
El homenaje, con una duración de hora y media, comienza intercalando entrevistas y testimonios de las víctimas -con una grabación de más de 180 horas de duración-, haciéndolo distintivo de cualquier otro tipo de documental sobre el mismo tema. Se podría decir, por tanto, que plasma la tragedia desde el minuto uno, ofreciendo una visión que se ha vivido de primera persona. Además, llega a ofrecer hasta datos y descripciones objetivas realmente estremecedoras. Las personas afectadas, directamente relacionadas con el suceso, narran sus historias con el corazón en un puño.
«Hemos sido especialmente cuidadosos a la hora de representar con autenticidad los testimonios y basar la narración del documental en hechos, y distanciándonos de opiniones políticas», afirma Gómez, director de la película.
Teorías de la conspiración del 11M
El filme está basado en el libro 11M. La venganza de Al-Qaeda de Fernando Reinares, y realiza un análisis profundo acerca de las diferentes teorías de la conspiración del 11 de marzo. La más llamativa de estas es la supuesta implicación del grupo terrorista ETA en los atentados, la cual cuestionó diversas dudas entre el apoyo de ciertas figuras relacionadas con el mundo de la política.
El documental, por tanto, hace referencia a la veracidad de la información política difundida y también a las posteriores elecciones que se realizaron la jornada del 14 de marzo; además de la explicación de la bajada catastrófica del Partido Popular y sus causas. En resumen, se realiza una fuerte crítica a la miseria política de aquellos días.
El directivo se adentra entonces en la búsqueda de quién estaba detrás de las puertas del atentado; poniendo voz a testimonios de agentes de la CIA, periodistas y expertos en terrorismo yihadista. Asimismo, se da poder al punto de vista de la prensa internacional y cómo se hacía ver la situación en España en aquellos momentos.
¿Qué pensaba la ciudadanía?
«No tendríamos la sensación de que habríamos sido engañados», «El Gobierno había sido negligente, no había protegido a los ciudadanos. Esto es justo lo que los terroristas pretenden», «Cuando una persona muere, vive en el recuerdo de los demás… pero cuesta mucho», fueron algunas de las declaraciones de los familiares más cercanos a las víctimas del 11-M. «Lo que no podemos hacer es olvidar», afirma Juan del Olmo, juez que fue partícipe de la investigación de los atentados.
El documental añade, en última instancia, declaraciones de figuras políticas acerca de diferentes compras ilegales de acciones y la finalidad que tenían con estas, además del rechazo en ayudar para la grabación de la película.
La multimedia final del rodaje concluye con la imposible indiferencia frente al olvido de las víctimas y el engaño del poder frente al público. Es un documental que engloba, desde todos los puntos, tanto la catástrofe, como la valentía y el engaño que puede causar la supervivencia humana en tiempos hostiles, ofreciendo la más merecida verdad que merecen todas aquellas bajas de las bombas.
