Algunas sobresalen por su historia, otras destacan por su belleza, y muchas son el lugar perfecto para perderse
Todo en esta vida tiene un origen, un nacimiento, y las librerías no podían ser menos. Allá por el año 1200 en el Estudio General de Palencia, fundado por el rey Alfonso VIII de Castilla, acabaríamos de ser testigos de una transacción dentro de una librería que por aquel entonces se conocían por el nombre de estaciones y eran talleres de copia y tiendas de alquiler.
Además, el librero era el estacionario que estaba encargado de buscar los ejemplares que podían ser más demandados o quienes copiaban textos para profesores y estudiantes. Luego, en 1455, Gutenberg sorprendería al mundo con su Biblia, considerada el primer libro impreso a gran escala, y comenzaría un auténtico viaje de los libros por el mundo. Así, unida la profesión de librero y el éxito de los libros nacerían estos establecimientos. Hoy día ya no solo es el lugar para vender libros sino que se han adaptado a los nuevos tiempos y son lugares visitados por miles de personas.
Tras conocer el cómo surgió vamos a lo realmente importante cómo son. ¿Dónde se encuentran las más bonitas, dantescas o impresionantes del mundo? Y sobre todo, ¿por qué?
Lello e Irmão (Oporto)
Tenía que encabezar este ranking, la librería de la segunda ciudad portuguesa, Oporto. Puesto que desde que estás en la cola esperando (por cierto, largas colas) para poder acceder a ella, te encuentras una fachada neogótica que llama la atención, y es solo poner un pie dentro cuando te encuentras una tortuosa escalera roja que te deja absorto. Además, se difunde el rumor de que que la autora británica J.K Rowling se había inspirado en este espacio para construir el universo del joven mago durante los años que vivió en la ciudad portuguesa.

Acqua Alta (Venezia)
Hay cierta época del año, durante los meses de otoño o invierno, en la que Venecia sufre un fenómeno conocido como Acqua alta (agua alta). Esto hace que una de las librerías más bonitas del mundo, en cierto momento, se inunda cuando sube el nivel del agua y se transforma en una librería flotante. De hecho, en 2019 estuvo a punto de desaparecer cuando el nivel del agua ascendió hasta los 160 centímetros. Miles de textos se perdieron y las góndolas amenazaba con desembocar al mar.
Sin embargo, su aparente desorden forma parte de su encanto. Libros por todas partes: en góndolas, en cubos, en sillas. Además de gatos, muchos gatos a los que hay que ir apartando para buscar un libro en concreto.

Shakespeare & Co (París)
Shakespeare and Company en París es una librería independiente fundada en 1919. Fue visitada por autores famosos pertenecientes a la llamada Generación Perdida, tales como F. Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, y James Joyce. Con la ocupación nazi, aquellos encuentros terminaron de golpe y porrazo, y no sería hasta 1951 que la librería no volvería a abrir, esta vez, de la mano del estadounidense George Whitman, un hombre muy interesante, que trajo libros de todos los viajes que realizó alrededor del mundo, murió en el 2011 a los 98 años.
Hoy lo regenta la hija de Whitman, que sigue asombrándose cómo este pequeño rincón frente al Sena atrae a miles de personas cada día.

Ler Devagar (Lisboa)
Ler Devagar (‘Leer Despacio‘) ha sido considerada una de las 10 librerías más bellas del mundo, ha aparecido en el New York Times y en otras publicaciones de prestigio en todo el mundo.Una antigua imprenta que ha dado vida a una librería cuyo objetivo es darle a quien le guste leer todo aquello que desee. Sin embargo, cuando les parece a los dueños se convierte en un lugar para pasar un concierto o visitar una exposición.
Lo más destacado de esta es su espacio amplio, unido por una enorme escalinata y lleno de imprentas antiguas.

El Ateneo (Buenos Aires)
La librería, que abrió en el año 2000, tuvo el acierto de aprovechar el interior del antiguo teatro, que fue inaugurado en 1919 y que acogió, entre otros espectáculos, la primera proyección de una película sonora en Argentina. Esta librería se singulariza por su enorme cúpula de 20 metros de diámetro, decorada por las pinturas de Nazareno Orlandi. En el antiguo escenario –con el telón de terciopelo entreabierto– funciona un bar que invita a sentarse libro en mano. Así también, esta considerada considerada la librería más grande de Sudamérica.
