En el número 9 de la calle del Noviciado, en Madrid, se encuentra Bomagui, una papelería con un encanto especial que invita a descubrir sus tesoros. Desde su apertura en 2021, esta tienda ha logrado cautivar a sus clientes con una amplia variedad de artículos de papelería que evocan la nostalgia de la infancia y rescatan la importancia de los productos personalizados y de calidad.
Bomagui es la tercera generación de un negocio familiar que se remonta a finales de los años 90. Todo comenzó cuando Carmen, madre de Juan Salinas, decidió abrir un taller de encuadernación en Oviedo, donde también vendía sus productos. Posteriormente, su hermana Ana abrió una papelería en Gijón. Esta destacaba por ofrecer trabajos personalizados y una selección de productos de papelería industrial fuera de lo común.

A finales de mayo de 2021, la familia decidió ampliar su proyecto y abrir un tercer local en Madrid, concretamente en la calle del Noviciado, cerca de Conde Duque y Malasaña. En pocas semanas, Bomagui conquistó al barrio con su propuesta única. Juan Salinas, encargado del local de Madrid, explica que la tienda busca recrear el ambiente de las papelerías británicas, italianas y centroeuropeas que forman parte de nuestro imaginario colectivo, pero que son escasas en España.
Productos hechos a mano, personalizados e importados de España y Europa
Se pueden encontrar productos elaborados por ellos mismos en el taller de Oviedo, como códices hechos a mano y libretas con portadas pintadas a mano. Además, la tienda ofrece una amplia gama de productos que se salen de lo común en una papelería convencional. Algunos de estos productos son importados de diferentes partes de España y Europa, como papeles de encuadernación y plumas caligráficas traídas directamente de Florencia.

Aunque todavía no cuentan con un producto estrella, destacan las reediciones de cuentos antiguos como Memory Ferrándiz. También, las postales en 3D, las plumas caligráficas y los productos artesanos en forma de libreta. Los planes de futuro incluyen seguir ampliando la oferta de productos, ofrecer personalización de papeles y sobres artesanos para invitaciones, e incluso incluir material de juguetería, al igual que su tienda en Gijón.
Bomagui no es solo una simple papelería al uso, sino un lugar que busca crear conexiones entre las personas, el tiempo y la comunicación. Además de vender productos, también ofrecen cursos de encuadernación y papel de aguas, con el objetivo de transmitir conocimientos que se puedan aplicar en casa sin necesitar un gran material. Además, realizan presentaciones de libros en el nuevo jardín trasero del local.

La importancia de Bomagui radica en su capacidad para despertar la ilusión en las personas. En espacial, en aquellos que recuerdan con nostalgia los productos de su infancia y adolescencia. La tienda atrae tanto a adultos como a niños, y se ha convertido en un lugar ideal para encontrar obsequios especiales para amigos, familiares o parejas.
Bomagui se centra en volver a los orígenes
En este lugar se ofrecen productos que evocan emociones y en valorar la calidad y la personalización. En un barrio que está viviendo el auge de negocios con personalidad y cariño, Bomagui es un ejemplo de cómo evitar la homogeneización y cuidar lo auténtico. Esta papelería se enmarca en un contexto donde otras tiendas, como Marilians Records y La Cassetteria, también apuestan por rescatar productos y experiencias del pasado.

En la papelería, todo lo que se vende está relacionado con la conexión con uno mismo, con las personas y con el tiempo. Ya sea a través de álbumes de fotos, libretas para escribir pensamientos, postales, papeles para envolver regalos o cajas para guardar objetos preciados… La tienda busca recuperar la comunicación pausada y tradicional, volviendo a los orígenes y generando una experiencia única para sus clientes.
Los clientes la definen como un espacio donde el buen gusto, la artesanía y la calidad se unen para ofrecer una experiencia de compra inolvidable. En un mundo dominado por la producción en masa, Bomagui destaca por su atención al detalle y por el valor que otorga a cada producto. Siendo un vínculo entre las personas, el tiempo y la comunicación, Bomagui ha logrado conquistar el corazón de los madrileños y se ha convertido en un lugar imprescindible para los amantes de la papelería y los objetos con encanto.
