El concierto de David Guetta hace historia en la ciudad olívica atrayendo a más fanáticos que cualquier otro artista durante más de cuatro horas
Continuando con la lista de conciertos que regala el Concello de Vigo a sus habitantes, este domingo David Guetta hizo vibrar al Auditorio de Castrelos. El renombrado DJ francés pinchó durante una hora y media sus canciones más conocidas.

Otra noche mágica del programa veraniego ‘Vigo en Festas’ que ha logrado convocar en Castrelos a artistas como David Bisbal, Bad Gyal y ahora, el más esperado, David Guetta. Desde tempranas horas de la mañana, el recinto exterior a la platea ya estaba lleno de fanáticos que esperaban ansiosos el inicio del show. Sin embargo, la euforia comenzó incluso antes de que los DJ’s teloneros comenzasen a pinchar. Las gradas abarrotadas se fueron animando con música, bebida y muchas almas ansiosas de fiesta.
Con una energía que crecía con cada latido del corazón, el evento de música electrónica más esperado del año finalmente arrancó a las 20:30 horas en el icónico escenario al aire libre de Castrelos. Los teloneros: los locales, Groove Amigos, el talentoso chileno Francisco Allendes y el virtuoso británico Nic Fanciulli se encargaron de calentar los motores y preparar el terreno para la actuación estelar de David Guetta.

Otra estimación ambiciosa de Abel Caballero
Al filo de las 23:00 horas, Abel Caballero, el famoso alcalde de Vigo, subió al escenario para presentar al gran artista. Con un tono entusiasta, anunció una asistencia que superaba las 120.000 personas, un número que sublimaba el espíritu vibrante de la ciudad. La estimación ambiciosa del alcalde, que se apoyaba en el imponente paisaje de Castrelos, apuntaba a una noche histórica con alrededor de 25.000 personas congregadas en el parque vigués.
El artista aterrizó en Peinador, el aeropuerto de la ciudad gallega cerca de las 22:00, media hora antes de la hora a la que debía de haber empezado su show. A esto se debe la larga espera de los fans en el auditorio por el comienzo del concierto.
El artista subió al escenario con un retraso de más de una hora, pero el entusiasmo de la multitud no disminuyó en absoluto. Con un grito que resonó en toda Galicia, Guetta invitó al público a hacer ruido y sumergirse en su música. El concierto se convirtió en una experiencia inolvidable para los asistentes desde su comienzo con I’m Good. Tras esta canción, el público apenas tuvo tiempo para recuperar el aliento entre los temas que el DJ presentó uno tras otro.

En el auditorio se pudieron escuchar las canciones más concidas de su repertorio: Baby Don’t Hurt Me, Play Hard, Without You, Memories, Satisfaction… También adaptaciones de otros artistas, como Levels de Avicci. Guetta hizo al público esperar para escuchar uno de los clásicos más esperados: Titanium.
«El mejor DJ del mundo»
Siendo considerado por muchos como «el mejor DJ del mundo» en múltiples ocasiones y con un pago previo de 930.000 euros por parte del Concello vigués, Guetta no sólo trajo su música, sino también su aura de estrella internacional. Acompañado de cañones de humo, fuego y confeti, el artista creo una atmósfera incomparable con otros conciertos vistos en la ciudad. Un espectáculo de luces y sonido inolvidable para todos los asistentes recordando por qué Guetta es un ícono de la música electrónica y de la música en general para todos.

Los espectadores, muchos de los cuales habían esperado en la cola durante muchas horas, estaban dispuestos a todo por estar lo más cerca posible de su ídolo. Algunos incluso pasaron la noche en Castrelos para asegurar su posición alrededor de la zona de pago, equipados con sombrillas, toallas y abanicos para soportar la espera. Afortunadamente, el cielo se mantuvo despejado, permitiendo que la música fluyera sin obstáculos, salvo por los drones que ocasionalmente sobrevolaban el auditorio.
Se vendieron 5000 entradas por 15€ cada una para la única zona de pago, la platea, la zona más cercana al escenario. La cola para hacerse con un pase se formó varias horas antes de la apertura de las taquillas físicas y virtuales. Aun habiéndolas conseguido, muchas personas fueron al parque con mucha antelación para asegurarse el mejor sitio de todos los posibles.
Acampar para coger el mejor sitio
Es el caso de Marta, Diley y Ana, tres jóvenes viguesas con una clara pasión por la música electrónica. Ellas acamparon en la entrada 24 horas antes del concierto para conseguir entrar antes que nadie. Su objetivo, guardar los lugares de mayor privilegio en la primera fila de la platea. A través de su determinación y disposición a sacrificar la comodidad y el descanso, estas jóvenes destacaron por su dedicación hacia la experiencia. En este sentido, su actitud encarna el entusiasmo que este tipo de espectáculos puede despertar, revelando la capacidad de la música para inspirar y unir a personas con intereses compartidos.
