Blanca Portillo y Pablo Derqui lideran un reparto que dará vida a ‘La madre de Frankenstein’ en el Teatro María Guerrero
La última de las novelas publicadas por Almudena Grandes dentro de los Episodios de una guerra interminable será representada en Madrid gracias a la adaptación de la directora Carme Portaceli. La obra de la madrileña emocionará a sus lectores en el escenario del Teatro María Guerrero.
Los negros años 50
Aurora Rodríguez, interpretada por Blanca Portillo, es una paciente del Manicomio de Ciempozuelos en la década de los 50. Su caso había sido muy sonado en los años 30 al haber asesinado a su propia hija, la prodigiosa mujer del futuro, Hildegart Rodríguez. Germán Velázquez es un psiquiatra que llega al país para experimentar con un nuevo método para el tratamiento de la esquizofrenia.
Adquieren una gran importancia en la narración las teorías sobre la eugenesia que los médicos españoles, Antonio Vallejo-Nájera y Juan José López Ibor, promulgaron. Las teorías eugenésicas tuvieron especial repercusión en las naciones adscritas al fascismo y el nacionalsocialismo alemán. La eugenesia es, a grandes rasgos, el estudio y la alteración de las leyes biológicas para la depuración de la raza. Es decir, para nuestros personajes, la supresión de los genes que puedan desembocar en «enfermedades mentales» como el marxismo, la estupidez o la homosexualidad. Todas ellas enemigas declaradas de la raza y la patria de los sublevados.
La narración ocupa los dos últimos años de la vida de Aurora y retrata el estado de la psiquiatría española y la atmosfera política de aquella época. Casi la totalidad de la acción sucede en el sanatorio mental de San Juan de Dios de Ciempozuelos. Detallará temas como la eugenesia, la represión cotidiana o la situación de las mujeres en los manicomios, lugares en los que muchas eran internadas sin ningún tipo de trastorno mental.
La compañía
Carme Portaceli se consagró hace tiempo como una directora destacada y muy capaz de adaptar grandes clásicos literarios al teatro, ya lo hizo con La señora Dalloway de Virginia Woolf o La casa de los espíritus de Isabel Allende. Más allá de eso, la valenciana cuenta con un elenco prolífico que le ayudará a dar vida a la novela. La mismísima Blanca Portillo, chica Almodóvar, polifacética y ampliamente premiada actriz, protagonizará la obra.
Pablo Derqui, interpretando a Germán Velázquez, será el coprotagonista y, qué duda cabe, mostrará al espectador la calidad por la que ya es generosamente reconocido. Otros profesionales como Ferran Carvajal, Belén Ponce de León, Jordi Collet, Macarena Sanz, José Troncoso o Gabriela Flores completarán un elenco que promete cumplir con las expectativas del público.
Prueba de fuego
Hay dos aspectos que, principalmente, mantienen una sensación de prudencia entre aquellos espectadores que conocen la obra de Grandes. La primera es que se trata de una novela gigantesca, detallada y muy definida. Pese a su ligereza de lectura resulta innegable que La madre de Frankenstein es un libro amplio. Esto se traduce en que la duración aproximada de la obra sea de tres horas y media, exigiendo la actitud comprometida del público para su comprensión y disfrute.
Otro de los problemas que manifiesta una adaptación de la novela es que el texto de la autora madrileña presenta un total de 117 personajes. Esta cifra de la que, evidentemente, es posible desprenderse en un amplio número, por lo menos mantiene un alto nivel de curiosidad y expectativa sobre la representación final. Eso sí, una curiosidad bienintencionada, como la que tiene un vecino al retirarse el andamio tras el que se esconde la nueva pintura de su fachada.
En suma, podemos perfectamente esperar un espectáculo teatral estratosférico en el Teatro María Guerrero. La representación está programada para comenzar el día 29 de septiembre y finalizar el próximo 12 de noviembre. Más allá de las dudas, curiosidades y expectativas sobre el texto y sus actores, no cabe más que esperar que los amantes del teatro y de la literatura no podrán perdérselo.