Si es tóxico no es amor, una guía práctica y útil para detectar y corregir relaciones disfuncionales de la mano de la experiencia profesional y personal de Eva Gutiérrez
Eva Sánchez es psicóloga clínica especializada en psicología de la salud y psicología de la educación. No siempre ha sido así, pues su vivencia de una experiencia de relación tóxica fue la que le hizo decidirse por esta profesión, abandonando su anterior vida como contable.
Esta vivencia no solo marcó su futuro profesional; en 2022 se lanzó a las redes sociales con la finalidad de divulgar la importancia de detectar los comportamientos que pueden llegar a dañar a las otras personas en una relación, comportamientos que socialmente se encuentran normalizados.
Gracias a su experiencia profesional y personal, así como todo el contenido que ha ido generando en redes sociales con su feedback correspondiente, ha publicado Si es tóxico no es amor (2023).Una obra que, como ella misma describe, «es un viaje», analizando todos los pasos desde la detección de una relación disfuncional para acabar en un dulce final de construcción personal, todo ello lleno de aplicación práctica para facilitar su comprensión.
Pregunta: Si es tóxico no es amor ha sido la primera obra que has publicado, un libro que pretende alumbrar en el infierno de las relaciones tóxicas ¿Cómo has sentido su acogida?
Respuesta: Pues es mi primer libro; no sabía muy bien a que me iba a enfrentar porque esto es una aventura y está teniendo una acogida súper buena. Estoy sorprendida porque, yo cuando escribí el libro, lo hice con un objetivo muy claro, y era que ayudase a aquella persona que lo tuviera en sus manos. Creo que lo estoy consiguiendo incluso con creces, porque me están llegando mensajes incluso de madres: «lo he comprado para mi hija adolescente, para regalárselo, porque creo que es importante que tenga todo esto en cuenta». A priori, era un libro pensado para aquella persona que está o ha estado en una relación tóxica, pero creo que va más allá. Creo que es un libro que puede ser leído por cualquier persona que empiece a tener relaciones de pareja para no caer en este tipo de relaciones de pareja tóxicas.
P: ¿Podría considerarse que está sirviendo para la prevención de posibles relaciones tóxicas en un futuro?
R: Eso es; sí que es verdad que las relaciones tóxicas no tienen edad. Se dan tanto en relaciones de personas más maduras como en relaciones de personas más jóvenes. incluso me contactaron desde un portal de Cataluña que se dedican a la educación, y me dijeron: «Nos parece muy interesante que nos hables sobre esto porque nadie nos enseña a vincularnos«, y que razón tiene. Al final, el libro vale para toda aquella persona que quiera aprender a relacionarse de una manera no tóxica y aprender a construir una relación sana. En ese sentido, yo estoy super contenta.
P: Al principio del libro podemos leer que tú pasaste por una situación como las que se narran en la obra. ¿No te dio miedo hacer públicas tu vivencias y sus posibles repercusiones?
R: Pues mira, me lo pensé mucho. No sé si la palabra es miedo, pero sí que recapacité mucho sobre ello, sobretodo por abrirme tan en canal. No es sencillo, cuando tu experiencia es de una relación tóxica, contar tu verdad, porque es una verdad dolorosa. Pero también creo que tenía que ser franca conmigo misma y eso es lo que he pretendido. Hablo de mi experiencia como psicóloga, tratando a personas en relaciones tóxicas, como desde mi propia experiencia. No hubiese sido justa conmigo misma si no lo hubiese narrado desde mi propia experiencia, porque tenemos la idea de que «a mi nunca me va a pasar» o «yo nunca voy a tener una relación de este tipo» y la realidad es que cualquiera de nosotros podemos caer en una relación tóxica. Sí que me lo pensé, pero sí que me parecía justo hablar desde mi propia experiencia.
P: Poniéndonos en tu situación. ¿Te hubiese gustado contar con un libro como Si es tóxico no es amor cuando estabas pasando por esa relación?
R: Yo pienso que hubiese sido totalmente necesario. Lo que pasa es que muchas veces, cuando estás metido en una relación tóxica, no la vives como tal. Es decir, igual todo tu entorno lo está viendo y te lo está diciendo, y tú estás negando una evidencia que a todas luces es innegable. Por eso, creo que el libro no pretende sustituir ni sustituye un proceso de psicoterapia, pero sí que puede servir para todas aquellas personas que o están llevando un proceso terapéutico o que no lo están llevando para entender, poner nombres y apellidos a lo que está pasando y entender porque lo están pasando.
P: ¿Podría considerarse el libro como una señal de alerta hacia ciertos comportamientos que quizá no son tan normales como se cree?
R: Sí, al final están tremendamente normalizadas en nuestra sociedad muchísimas conductas que de normales no tienen nada; las tenemos muy normalizadas. El otro día me llegó un mensaje muy emotivo para mí, me ponían: «Estoy leyendo tu libro, me voy por la página x y me está haciendo abrir los ojos porque parece que me estuvieras mirando por un agujero, lo que describes es con pelos y señales lo que yo estoy viviendo y como yo me estoy sintiendo, y nunca había pensado que eso era violencia». Otras, para mí eso es reconfortante, en el sentido de que hasta que no lo ves plasmado, en este caso en un libro, no interiorizas que lo que te puede estar pasando de normal no tiene nada. Puedes estar justificando o racionalizando, pero normal no es.
¿Somos tóxicos? ¿Cuántas red flag necesitamos?
El mundo de las relaciones sentimentales ha vivido una revolución desde las llegada de las redes sociales. Nuevos términos han comenzado a formar parte de nuestro vocabulario sin acabar de entender muy bien su significado: Red flag, beige flag, pareja tóxica… Es importante entender el trasfondo y lo verdaderamente importante de todos estos términos para evitar dañarnos y hacer daño a las personas de nuestro entorno.
P: Algo en lo que haces mucho hincapié a lo largo de todo el libro es no patologizar las cosas y sobretodo no llamar a la gente tóxica, ya que todos tenemos rasgos tóxicos y todos podemos cambiar. ¿En qué momento consideras que hay que poner el foco si todos tenemos esos rasgos tóxicos»?
R: Yo siempre digo que somos humanos y, como humanos que somos, metemos la pata, yo la primera. Todos tenemos comportamientos inadecuados, comentarios no acertados que, sin mala intención, acaban haciendo daño. Pero yo pongo el foco en el comportamiento, no en la persona. A mí me gusta llamar a las cosas por su nombre, poner el foco en la persona tóxica, pareja tóxica, hombre tóxico, mujer tóxica... etiquetando como tóxica a la persona estamos dando a entender que la persona no puede cambiar. Si algo he aprendido en mi trabajo es que todos podemos cambiar, pero para ello no existe una varita mágica para cambiar el comportamiento de la noche a la mañana. Para cambiar, y esto es muy importante tenerlo en cuenta, lo primero que tengo que entender es que mi comportamiento no es el más adecuado y quiero cambiarlo, y me quiero poner manos a la obra para cambiarlo. Por eso, yo siempre hablo de comportamientos tóxicos, no de personas, porque poniendo el foco en la persona damos a entender que la persona es mala persona, estamos patologizando a la persona y cuidado con las etiquetas porque nos acompañan a lo largo de la vida y nos marcan. Creo que el kit de la cuestión es cuando yo siento que mi pareja se está comportando de una manera que me duele, pararme a pensar cómo me está haciendo sentir a mí el comportamiento de mi pareja. Pero pararme de sentarme conmigo mismo y decirme: «¿Este comportamiento cómo me está haciendo sentir?». Si este comportamiento me está haciendo sentir que estoy en una relación en la que yo no me siento segura o libre para expresarme como yo soy por si acaso la otra persona se enfada, si yo me estoy sintiendo de esa manera y me siento sin libertad, es cuando debiéramos pisar el freno y preguntarnos: «¿Esta relación de pareja me suma, me aporta, es sana o me lo tengo que replantear porque esto puede terminar en algo tóxico o en violencia?». Lo principal es preguntarse cómo te están haciendo sentir los comportamientos de tu pareja.
P: ¿Qué opinas de la aparición de nuevos términos para referirse a elementos cotidianos, como es el caso de las «beige flag»?
R: Yo pienso que vivimos en una sociedad en la que necesitamos nombrar las cosas. Es decir, necesitamos poner nombre a las cosas porque parece que lo que no tiene nombre no existe. De hecho, el término tóxico se ha hecho súper popular; es un término que se utiliza mucho. Fue uno de los términos más buscados en Google un año. Parece que, hasta que no ponemos nombre a las cosas no existen. Comportamientos que han existido toda la vida; ahora es cuando empezamos a nombrarlos. Si nombrarlos nos sirve para pararnos ante estos comportamientos e incluso para preguntarnos: «¿Yo emito este tipo de comportamientos en alguna situación?», pues bienvenido sea. Todo lo que sea pararnos a pensar de manera crítica respecto a la manera que tenemos de relacionarnos con los demás y con nosotros mismos me parece fantástico.
P: ¿Consideras que ahora mismo hay más o menos relaciones tóxicas que antes?
R: Pienso que ahora hablamos más de ello y tenemos más información. Yo creo que relaciones sanas y tóxicas ha habido siempre; lo que pasa es que ahora tenemos muchísima más información y nos da menos apuro hablar de ello. No sabría decirte; lo que sí hay, que antes no existía, son los móviles, redes sociales y tecnología en general y sí que hacen más a nuestro alcance comportamientos que pueden llegar a no ser sanos. Es decir, ahora es muy fácil dejar de hablar con alguien que estoy conociendo por redes sociales, como todo en la vida los dispositivos tienen un lado positivo y otro negativo en base al uso que le queramos dar. También hay más información respecto a ello y se habla más de ello, afortunadamente, y contra más se hable de ello más información tendremos a nuestro alcance para saber cómo nos estamos vinculando y para poder poner soluciones y plantearnos si somos nosotros los que estamos emitiendo los comportamientos tóxicos.
El libro, un viaje a través de las diferentes fases para salir de una relación tóxica. Conocimiento esencial para todos.
Como bien nos indicó Eva al principio de la entrevista, el libro es una travesía agridulce en la que se muestran los pasos que se viven a la hora de salir de una relación tóxica. Emocionalmente intenso para las personas que están viviendo o han vivido una relación de este tipo, pero recomendado para que cualquier persona conozca las maneras de relacionarse de una manera adecuada.
P: El libro es una intensa progresión. ¿Consideras que alguna persona puede sentirse bloqueada imposibilitando que completen la lectura? ¿Qué les dirías a esas personas?
R: Es algo que menciono en el libro: si sientes que la lectura te está tocando muy adentro, que pares y ya lo retomarás. Básicamente porque la persona que está dentro o ha vivido una relación tóxica se puede sentir muy identificado con los términos o situaciones que ahí se describen. Sí que creo que el libro es un viaje, porque así lo tenía organizado, de lo tóxico a lo sano, de como una persona que está o ha estado ahí, se puede sentir tremendamente representado por lo que se explica en el libro termina la lectura teniendo el aprendizaje de que, aunque haya vivido en el pasado una relación tóxica, es posible construir una relación sana. Es decir, el libro lo que pretende ser es un viaje de la oscuridad, del «yo me siento mal», a la luz, a ser capaz de construir una relación sana. Al principio es duro porque una relación tóxica es dura, no podemos dulcificarla. Una relación tóxica tiene consecuencias en todos los ámbitos de su vida, y dulcificar eso me parecería no ser consecuente con la realidad. No hay dos relaciones iguales, cada uno vive determinadas situaciones y de determinada manera, cada persona lo interioriza a su manera, pero sí que pienso que aunque la primera parte sea dura creo que sí que hay un rayo de esperanza de que aunque ahora estés pasando por una situación dura, esto no va a durar para siempre, puedes cortar esto y hacer que desde ahora tus relaciones sean relaciones sanas. Incluso la forma en la que te vinculas contigo mismo sea una forma sana de vincularte. Muchas veces, la persona que está o ha vivido la relación tóxica te dice «Siempre caigo en el mismo tipo de relación, y prefiero quedarme solo, no quiero sufrir más». Esto es humano, si cada vez que te has vinculado con alguien has acabado sufriendo, llega un momento en que ni puedes ni necesitas más sufrimiento, y creo que es importante que la persona que lea el libro entienda que aunque hasta ahora tus relaciones de pareja hayan sido feas y hayas sufrido, no tiene porque seguir siendo de la misma manera, es importante poner ahí el punto final del libro, acabar con ese sabor de boca.
P: ¿Desde que edad recomendarías leer este libro?
R Pues no lo sé. Me han llegado mensajes de madres regalándoselo a hijas adolescentes. ¿A partir de qué edad?, pues ahí me pillas. En el libro se habla de situaciones duras pero no porque sean duras las personas jóvenes que comienzan sus primeras relaciones de pareja, no las viven. No lo sé, a partir de la adolescencia, mi hija tiene 11 años y los niños con 11 años ahora no tienen nada que ver con lo que fui yo con 11 años, no te voy a decir que es adolescente pero si que está entrando en la preadolescencia, yo con 11 años era una niña. Es un libro que se podría leer y trabajar en los institutos con jóvenes de bachillerato o segundo ciclo de la ESO, es un libro completamente útil para trabajarlo en los institutos.
Planes de futuro y cierre final: ¿Qué es el amor?
Si es tóxico no es amor es la primera obra publicada por la autora, abarcando muchos aspectos que generalmente solo tratan los profesionales de la psicología y la salud mental. El tema es muy amplio y la psicología lo es aún más, pudiendo publicarse muchos libros al respecto. Además, después de descubrir lo que no es el amor, y con el fin de terminar con un buen sabor de boca, debemos conocer lo que sí es el amor sano.
P: ¿Has pensado en publicar otra obra tras el éxito y la repercusión que estás teniendo con esta primera?
R: Tengo en mente cosas; el tema da para muchísimo. Mi objetivo escribiendo el libro fue que fuese útil para aquella persona que lo leyera, que fuese práctico y que no fuese un tostón con términos muy rebuscados o difícil de leer, no, sino que la persona que lo leyera, en independencia de su edad, lo sintiese útil y práctico. También es cierto que a medida que iba escribiendo, de todo lo que iba escribiendo podría haber escrito muchísimo más; es un tema que da para muchísimo. Cuando terminé de escribir esta última parte, en la que explico como construir relaciones sanas, creo que hay un campo en el que si que se podría escribir una segunda parte sobre como vincularnos de manera saludable los unos con los otros e incluso con nosotros mismos. Hay mucha bibliografía enfocada a los psicólogos, pero no hay tanto enfocado al público en general, a todo el mundo. De hecho hay compañeros psicólogos que me han dicho: «Estoy recomendándoselo a pacientes con los que estoy trabajando; me está sirviendo para trabajarlo en consulta». Que te digan esto compañeros es fantástico; al final el objetivo es que fuese útil para cualquier persona que lo leyera. Yo con que le haya sido útil a cualquier persona que lo haya tenido, doy por cumplido el objetivo.
P: Viendo toda la reflexión realizada a lo largo del libro y de la entrevista. ¿Qué le dirías a alguien que es el amor de una manera saludable?
R: Para mí, el amor de una manera sana es querernos el uno al otro con un objetivo de construir un vínculo que nos aporte seguridad a los dos. Para mí, un vínculo sano no pasa por no discutir, por ejemplo, porque todos discutimos como personas distintas que somos y discutimos para llegar a puntos de entendimiento. Un vínculo sano es aquel que nos genera seguridad a los dos, nos genera bienestar, tanto tú como yo nos podemos mostrar como realmente somos, y la otra persona me va a cuidar y a validar, lo mismo que yo voy a cuidar y a validar a la otra persona. Un vínculo sano nos aporta bienestar y seguridad.A lo largo de todas las páginas de su libro, y de una manera más directa con sus palabras en esta entrevista, Eva Gutiérrez nos muestra la importancia de aprender a querernos, de aprender a relacionarnos los unos con los otros. A su vez, nos hace ver que ciertas cosas que tenemos enormemente normalizadas, lejos de serlo, pueden llegar a considerarse maltrato, con enormes repercusiones para la víctima, dando herramientas para poder salir de ese bucle de terror.
Si es tóxico no es amor es una obra que todo el mundo debiera de leer, no debiendo dejar que el sesgo de «yo nunca» nos haga pensar que nunca nos van a ser de utilidad estas herramientas. Todos podemos ser susceptibles de sufrir estas situaciones y, con las palabras y los consejos de Eva, desde su experiencia profesional y personal, vamos a poder comenzar a actuar.
