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Ramiro Sanchiz: «‘Un pianista de provincias’ es la novela de lo que pudo ser y no fue»

Un viaje frenético a un mundo catastrófico que nos relata una realidad alternativa a la nuestra

Un pianista de provincias forma parte del Mapa de las Lenguas 2023, es una iniciativa llevada a cabo por Penguin Random House desde hace casi una década que tiene como objetivo dar a conocer literatura de territorios hispanohablantes al público español.

Un pianista de provincias es una novela que no dejará indiferente a ningún lector, su bella extrañeza te atrapará desde la primera página y en cada capítulo descubrirás que no tienes ni la menor idea de lo que puede pasar a continuación. El uruguayo Ramiro Sanchiz te hechiza con su mezcla ecléctica de ciencia ficción con la novela de carretera y su característica comedia satírica y la forma tan desoladora en la que expresa los sentimientos del protagonista.

Esta novela empieza in media res, relatándonos la vida de nuestro protagonista, Federico Stahl, el cual es un pianista que en su juventud era un gran prodigio de la música y en la actualidad se gana la vida como pianista de carretera. A cambio de una pequeña contribución, recorre los pueblos desolados de un lugar llamado El Valle, una amplia región que se sitúa hipotéticamente donde está el actual Uruguay y se expande por otros países latinoamericanos.

Esta región está desolada por una catástrofe ocurrida a finales de los años 90, donde el fin del petróleo y el surgimiento de la maraña, una sustancia capaz de digerir el plástico que provocó un virus que afectó a parte de la población, puso fin a la civilización como nosotros la conocemos. El tiempo en que la novela se sitúa en algún momento de la tercera década del siglo XXI, se nos muestra cómo es la nueva normalidad de las gentes de esta región y cómo les afectó esta catástrofe.

El autor Ramiro Sanchiz da rienda suelta a su imaginación y crea un retrato de una sociedad que se quedó atrapada en los años 90 y tuvo que retroceder en el tiempo y prescindir de los plásticos para poder sobrevivir, durante toda la novela nos presenta personajes entrañables que nos ayudarán a entender mejor la forma en la que les afectó la catástrofe. También somos partícipes de los pensamientos y sueños frustrados de Federico, narrados de una forma tan melancólica como ensoñadora que nos hacen empatizar con el protagonista y pensar en nuestros propios sueños frustrados.

Unas palabras con el autor

Pregunta: ¿Cómo te surgió la idea principal para escribir esta novela?

Respuesta: En realidad el libro terminó siendo una mezcla de muchas ideas que andaban en mi cabeza desde hace mucho tiempo. Una de ellas era que quería escribir algo sobre las Variaciones Goldberg (un conjunto musical formado por un tema inicial llamado Aria del cual Bach hizo 30 variaciones distintas en 1741) , desde que me fasciné por primera vez con Bach en general y con las variaciones en particular siempre tuve ganas  de hacer un libro, en algunos de mis trabajos ya hablé del tema pero no de una manera que me dejara satisfecho. Entonces tenía esa idea de algún día escribir un libro que se llame Las Variaciones Goldberg o que tenga algo que ver, no se si es este libro o estará esperando otro en el futuro pero tenía muchas ganas de que apareciera este tema y encontré la manera. Después está también el tema del plástico, que yo había empezado a interesarme por distintas maneras de pensar en el plástico, entre ellas, ciertas filosofías del siglo XXI o de fines del siglo XX que pasan por diagnosticar cuales son los presupuestos que tenemos a la hora de distinguir entre lo que está vivo y lo que no. Entonces el plástico me parecía que era interesante abordarlo como una entidad compleja en ese sentido, porque si bien obviamente yo agarro un Playmobil, jamás voy a pensar que está vivo y ningún niño o niña va a pensar jamás que el Playmobil es un ser vivo. Sin embargo, el plástico está hecho de hidrocarburos y los hidrocarburos tienen un origen que la ciencia coincide en dar por generado por la vida, por eso mismo, me parecía interesante abordar la historia del plástico como se abordaba en otras épocas la historia natural, la evolución. Quería hacer un libro sobre eso que al final quedó en nada, el libro se iba a llamar La historia natural del plástico y no se que paso pero al final muchas de esas preguntas terminaron incorporadas en este libro. Y por último, la entidad que se come el plástico. Yo tenía una novia en el año 1999 que era muy melómana, ella tenía una enorme colección de CD y ella estaba muy preocupada porque había leído que había aparecido una especie de hongo que se comía el plástico de los CD y los volvía irreproducibles, por ese momento no había muchas otras maneras de escuchar música si no era en formato físico ya que todavía ni existían los mp3. Entonces esta amiga estaba muy preocupada porque su amplia colección estaba al borde del abismo. Obviamente, eso no pasó pero se ve que la idea de que algo pudiera evolucionar y comerse el plástico se me quedó rondando en la mente. Junté todo esto que he comentado para hacer la novela.

P:  Estos tres elementos que has mencionado anteriormente no tienen nada en común a priori, pero luego encajan perfectamente en el libro. ¿Podría desarrollar la obsesión del personaje con las variaciones Goldberg y como la historia gira en torno a esto?

R: Si te metes en el tema se vuelven obsesionantes, para las cosas que dice Federico sobre esto y lo que él siente, si bien lo exageré todo mucho, me basé en mi propia experiencia como escucha obsesivo de las variaciones o en cosas que he leído de distintos pianistas intérpretes de las mismas, en sus notas sobre su trabajo. En muchos notaba la  idea de que era muy probable que hubiera un misterio subyacente. No necesariamente lo hay, la música de Bach tiene muchos enigmas y acertijos pero si bien en las Variaciones Goldberg eso no es necesariamente una parte real de la estructura de la música, me gustó siempre ver como algunos de los intérpretes tienen esa sensación de que hay un enigma. Lo exageré obviamente y de ahí surgió un Federico obsesionado con la idea de qué es lo que lleva de una variación a la otra. Yo creo que en el fondo el tema de la novela es lo que pudo ser y no fue, esa eterna cuestión de cuándo vamos hacia atrás y especulamos, entonces de ahí viene un poco esa idea de inventar una pandemia, una catástrofe que pasó muchos años atrás de la acción de la novela y que me sirvió para eso. Algo que rompe lo que para esa persona iba a ser la vida o creía que iba a ser la vida y a partir de ese momento todo se vuelve esta mezcla de deseo y memoria. El caso de él tiene a favor y en contra que muchas de esas cosas que no pasaron no fueron su culpa, sino que en efecto, la civilización como tal colapsó de alguna manera, entonces eso más que añadirle alivio le preocupa más. Creo que en última instancia ese el tema de la novela, en el momento en que habilitamos la idea de que puede haber múltiples yo, o especulativamente al menos, no necesariamente desde el punto de vista de un multiverso ni nada de eso, pero desde la forma en que siempre especulamos lo que pudo ser, hay como variantes de uno mismo y ahí entran las Variaciones Goldberg ya que son variantes y formas distintas de una misma cosa. Para mí, es un símil que tiene mucho sentido.

El autor crea un mundo alternativo inquietantemente realista

En la novela, sucedieron en el pasado una serie de catástrofes que desembocaron en un pánico mundial que en mucha menor medida, se puede asemejar a la pandemia que sufrimos hace unos años. Tanto el protagonista como la gente que lo rodea, tuvieron que cambiar radicalmente sus vidas debido a este suceso para poder sobrevivir.

P: ¿ La idea de hacer una novela en la que haya ocurrido una pandemia vino antes de la pandemia del  COVID-19?

R: Hablando más sobre ciencia ficción, la idea de la maraña viene de otros libros míos o de tratar de pensar en monstruos que no sean monstruos o entidades anómalas que no necesariamente están puestas ahí para estar en contra del protagonista. Eso estaba desde bastante antes, lo que sí es verdad es que la pandemia del COVID-19 cambió la novela, durante este periodo yo estaba escribiendo este libro y muchos de los momentos en que la escritura fue para un lado diferente al que yo suponía que iba a ir fueron en ese fatídico 2020. Me acuerdo de haber estado leyendo Mugre Rosa de Fernanda Trías ( autora uruguaya incluida en el Mapa de las Lenguas 2021) y esa es una novela que narra una pandemia y que me gusta bastante y tuve el placer de leerla antes de su publicación y conversar con la autora sobre la relación entre esa novela y la ciencia ficción y más temas. Pero cuando salió la novela y la releí, caí en que no quería escribir un libro que solamente tratara sobre una pandemia. No solo porque estaba muy bien hecho en otros tantos lugares sino también porque pensé que no íbamos a querer leer libros sobre pandemias una vez terminada la pandemia que estábamos viviendo. A mi y a cientos de escritores les llegaron muchas propuestas para escribir sobre la pandemia en el 2020  y se publicó mucho material como crónicas, testimonios, cuentos, etc. Yo dije «Esto en algún momento va a aburrir a la gente, sobre todo porque tarde o temprano la pandemia se va a terminar ya que en el pasado hubo muchas pandemias que obviamente terminaron». Lo que a mí me interesaba mucho es el discurso de la nueva normalidad, entonces pensé «Y si en lugar de escribir sobre una pandemia como de algún modo estaba rondando esta idea sobre el agotamiento del petróleo, la maraña y el plástico que ya estaba como pre idea e incluso había realizado algunos bocetos. ¿Qué tal si yo lo que hago es escribir una historia alternativa 20 o 30 años después de un pasado que difiere del nuestro porque en ese mundo en los 90 ocurrió una pandemia?» Entonces ahí encontré la manera de incorporar esa dimensión sin hacer una novela sobre la pandemia y eso fue parte de estar sufriendo la pandemia como todos. La imposibilidad de hacer lo que había planeado o el deseo frustrado del escritor de moverse y hacer cosas contribuyó al estado de ánimo del que sale el libro.

Ramiro Sanchiz, un escritor con mucho carácter

Su literatura conforma un proyecto vital único, desde hace más de una década se dedica a escribir un proyecto donde el protagonista de toda su obra es la misma persona, esto le hace posible investigar distintos matices de este mismo protagonista, jugar con su personalidad a gusto y crecer tanto personal como profesionalmente con Federico. En sus obras no tiene miedo de nombrar a gente famosa, citar obras de autores que admira e incluso de cambiar la historia tal como se conoce a día de hoy por su propia versión.

P: La personalidad de su protagonista, Federico Stahl, es bastante pintoresca. ¿Crees que podrías ser su amigo?

R:Yo tengo la particularidad como escritor de que todos mis libros tienen a Federico, estos libros y cuentos están ordenados en un proyecto como algo programático. No son lo mismo, son todos como vidas alternativas. Cuando empecé a escribir este proyecto programático con Federico Stahl sobre el 2006, yo creo que era yo básicamente o al menos era un yo posible, un alter ego, donde yo usaba gran parte de mi experiencia de vida a la hora de construir ese personaje. Con el tiempo, eso empezó a cambiar, en las últimas novelas y cuentos desde el 2016 hasta el presente yo creo que no. Tengo un amigo que le gusta decirme enseguida que tal bien o mal le cae el nuevo Federico al que accede y según él, el de Un pianista de provincias es el más triste de todos, es el más derrotado y designado, yo espero que no sea en calidad de mi persona.  Puede que tenga más de mi de lo que yo estaría dispuesto a reconocer o de lo que sería capaz de ver. En otros casos sí que hay parecido entre nosotros ya que está hecho deliberadamente para que así sea, pero en este caso sería sin duda una persona con la que me gustaría sentarme a conversar, no sé si me caería bien, pero le gustan las Variaciones Goldberg así que ya tenemos algo en común.

P: En su libro menciona a muchos artistas famosos como David Bowie, The Beatles, Michael Jackson, etc., ¿le gustan todos estos artistas?

R: Yo soy muy fan de David Bowie desde los 90, incluso escribí un libro sobre este que se llama David Bowie, Posthumanismo Sónico. Es un amor de mi vida, vamos a decirlo así, aunque a Federico no le interesa mucho, este tenía una profesora que si era fan y por eso tenía algún recuerdo del cantante británico. Pero el mundo de la novela es distinto y Bowie murió en los 80, ahí me divertí. Cuando haces una historia que no es la real siempre tienes la ocasión de divertirte un poco y hacer ese tipo de cosas. También se menciona a Michael Jackson, a mi me fascina el concepto de los imitadores, la gente que vive de eso tiene una vida muy triste, a mi parecer. Y la idea de un imitador de Michael Jackson que fuera un anciano, un rey del pop blanco de 70 años que practica el blackface, algo moralmente incorrecto, que cuando se mete en personaje esto le rejuvenece y puede hacer esos bailes frenéticos, me parece tan divertido que creo que va a aparecer en algún otro libro. Me pasó con Un pianista de provincias, que aunque no suelo pensar en los personajes como lo hacen otros escritores ya que vengo de la ciencia ficción y el principio siempre son las ideas o las ganas de hacer algo. En contraposición otros escritores, creo que piensan en las vivencias de los personajes, yo no, para mi los personajes aparecen después. Muchas veces los personajes no están planeados sino que aparecen, literalmente, emergen del proceso de escritura. Termino de escribir algo y pienso «¿Qué es esto y porqué ha aparecido aquí?» Claramente el personaje es necesitado por la trama ya que tenía que aparecer alguien que hiciera algo en concreto, pero a veces aparecen personajes a los que le doy cualidades y es un poco inconsciente. Eso me pasó con esta novela, que aparecieron personajes que no los había usado antes y que sé que los voy a volver a escribir porque me divertí mucho, como Bernardo, una estrella del porno argentina con enanismo o este imitador anciano de Michael Jackson. No sé si con las mismas historias vitales pero el personaje en sí lo veo muy entusiasta y dinámico, algo muy contrario al Federico de esta novela así que definitivamente los volveré a usar. 

Los autores del Siglo XXI son narradores sin fronteras

El principio de milenio marcó una nueva era para la literatura, en la cual la literatura comenzó a ser más accesible, no solo por sus diferentes formatos nuevos y revolución del mercado editorial sino también por la cantidad de libros que se han traducido de gran número de lenguas provenientes de muchas partes del mundo. Este factor permite que los escritores de esta nueva era sean más eclécticos que nunca, tienen a su mano miles de obras tanto antiguas como contemporáneas que les ayudan a formar su personalidad como escritores.

P: Ya que en la novela menciona varios elementos de la cultura oriental como el libro de adivinación chino  I Ching y a los samurái japoneses, ¿tiene algún interés especial en esta cultura tan lejana o alguna influencia quizá?

R: Si, sobre todo me atrae Japón, cosas como el manga, el anime y la música japonesa. De China conozco nociones generales de historia contemporánea y también el Yi Ching ya que siempre me interesó la adivinación sobre todo por la idea del azar, aunque no desde un punto de vista tan esotérico. También valoro la ciencia ficción china aunque es muy científica para mi gusto. Pero Japón si, desde siempre me atrae, la fascinación de la cultura ochentera occidental con Japón la absorbí en su momento viendo anime en los años 80 en Uruguay sin saber que eso era anime. Le llamábamos dibujos animados japoneses, y mi madre se extrañaba y decía que eran feos, a mi me encantaban y después sí empecé a leer manga y a leer ciencia ficción japonesa, a escuchar sobretodo la música experimental de Japón como la música noise. Con este país asiático tengo esa especial conexión, es mi referente en el mundo oriental.

P: Hablando sobre Japón, el libro una cuestión personal de Kenzaburō Ōe me ha venido a la cabeza mientras leía su novela, ¿conoce al autor y su obra?

R: Si, claro. Me encanta que lo digas, no porque yo lo haya pensado ya que ni se me vino a la cabeza, pero es un libro que me gusta mucho y es un autor que me interesa mucho, no lo tuve en mi aleta al escribir pero justamente las conexiones son las que hacen a los lectores y si me pongo a pensar seguro que encuentro alguna conexión inconsciente. Me gusta la referencia porque tanto este autor como Yasunari Kawabata son autores que me parecen fascinantes, me llama mucho la atención la forma en que se combina la modernización occidental con las historias de fantasmas del folklore japonés. Me alegra que aparezcan en las lecturas de lectores, tanto lejanos como cercanos, conexiones con autores que yo no manejé en su momento pero ahora que me lo dices me resulta muy interesante para indagar. Este fenómeno es interesante porque te pones a pensar con la cabeza del otro ya que es aburrido pensar con la cabeza propia, es mucho mejor tratar de abrirse a las ideas de los demás. Está muy bueno incorporar otra nota a la lectura.

P: Siguiendo el tema de las referencias ¿Qué opinas sobre la lectura asociativa?

R: Está bien, yo amo eso, nunca entendí a los autores que se quieren cerrar a las influencias. A los que en su proceso creativo se cierran a leer otra cosas para que no les influyan, yo al revés, si siento que algo me está influyendo me pongo a buscar todos los libros del autor. Nunca te va a salir lo mismo, te la puedes pasar leyendo a Kawabata, por nombrar a un autor, y fascinarte pero el resultado de lo que escribas te va a salir de acuerdo a tus capacidades y a tus tendencias, nunca te va a salir lo mismo, es imposible, entonces no veo por qué cerrarse o practicar esa especie de higiene. Al contrario, yo celebro mucho la influencia, me parece que no es la cosa angustiosa de la que habla la crítica psicoanalítica con el conflicto edípico de Joyce con Shakespeare. Para mi no es angustioso, para mí es muy gozoso y me encanta cuando me detectan algo que yo no había previsto, ya que yo soy muy asociativo no solo como lector sino también como escritor, enseguida estoy pensando coincidencias. En la novela nombro muchas cosas, hay escritores a los que no le gusta hacer referencias pero yo soy como de la escuela de Joyce, que se refiere y nombra a muchos escritores en su obra. Eso me quedó muy marcado, lo hago todo el tiempo.

P: ¿Podrías recomendar a los lectores algún libro que se puedan leer si les ha gustado esta novela?

R: Voy a recomendar un libro bastante viejo de Douglas Hofstadter que se llama Gödel, Escher, Bach: un Eterno y Grácil Bucle, no es una novela, es un ensayo y es uno de mis libros de cabecera. Es una reflexión entre otras cosas sobre lo autorreferencial, como ciertas obras se refieren a sí mismas y lo hace con ejemplos de la música de Bach, de las litografías de Escher y del teorema de Gödel que es una de las grandes obras cumbre de la lógica matemática del siglo XX y lo hace con gran gracia, es delicioso de leer. El filósofo en su ensayo incluye intervenciones como si fueran diálogos platónicos entre Aquiles y la tortuga, también menciona a Lewis Carroll y sus neologismos. Es un libro que aunque no esté nombrado, está muy presente en Un pianista de provincias y nunca me canso de recomendar. Si se tratara de recomendar narrativa, ya mencioné Mundo Rosa de Fernanda Trías, que me parece un libro precioso. También me gusta mucho Nuestra Parte de Noche de Mariana Enriquez. Todas las escritoras recientes que están haciendo esta mezcla de horror con lo inquietante como Mónica Ojeda o Liliana Colanzi, me fascinan y las leo con mucho entusiasmo e interés tratando de aprender siempre porque es buenísimo lo que hacen.

P: ¿Puede decir tres palabras para definir a su libro?

R: Yo diría nostálgico porque siempre está presente esta idea del pasado perdido y sobre todo del futuro que no pudo ser, de esa vida que no se llevó a cabo, no tanto la nostalgia del pasado real, sino de la presencia fantasmal de los futuros que no fueron. La segunda palabra sería especulación por pensar en los distintos caminos que puede tomar nuestra vida individual y colectiva. Y la última palabra sería extraño porque me parece que todos nuestros intentos de pensar en el futuro fracasan y lo único que se mantiene es que el futuro siempre es más extraño de lo que pensamos que iba a ser, nadie se hubiese pensado que íbamos a vivir en un mundo de redes sociales y de permanente contacto social, ya que no siempre fue así, creo que a nadie en los 90 se le ocurrió pensar que el futuro iba a ser así. Entonces la extrañeza también la vinculo a esa idea de un futuro con cambios que nos llevará a un mundo distinto, extraño e impredecible.

Un pianista de provincias, una experiencia única

A lo largo de este extraño viaje se desarrolla la novela, el lector fluye grácilmente entre las anécdotas, reflexiones, nuevas vivencias y obsesiones de Federico y descubre otra realidad diferente a la historia de la humanidad. Esta obra es apta tanto para los amantes de la ciencia ficción y de la literatura weird, como para los amantes de la literatura más realista que trate los sentimientos humanos y sus angustias existenciales. Sin duda, esta novela no dejará indiferente a nadie.

 

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