Nuria Labari muestra en su nuevo libro la anatomía de una ruptura
De la mano de Debate, Nuria Labari expone un tema muy común y doloroso, pero del que muy poca gente habla: la ruptura con una amiga. Un pequeño ensayo donde uno puede encontrar un sitio seguro y sentirse comprendido.
A veces duele más
A veces, una ruptura con una amiga puede doler más que una ruptura con una pareja. En La amiga que me dejó, Nuria Labari habla sobre estas separaciones que probablemente muchos hayamos pasado en algún momento de nuestra vida, pero de las que nunca hemos hablado. Porque una ruptura con una amistad requiere un duelo, y Nuria nos va a ayudar a comprenderlo.
En ocasiones, cuando nos deja una amiga, sentimos un vacío. Una persona muy cercana, con la que teníamos un gran vínculo, una gran relación, a veces incluso de mucho tiempo de amistad… se separa de nosotros y sentimos una pérdida muy grande y con la que cuesta lidiar. Pero no sentimos que tengamos el derecho a pensarlo como un duelo.
«Fijaos qué convencida estaba entonces de que la amistad debía ser un ejercicio recíproco.»
Cuando nos deja una pareja o cuando perdemos a un ser querido somos conscientes de que tenemos que pasar un proceso de aceptación. Esa persona se ha ido, ya no forma parte de nuestra vida. Pero con las amistades no ocurre lo mismo. ¿Son acaso menos importantes que una pareja o un familiar? No. Pero lo sentimos diferente.
Mi amiga me dejó
En La amiga que me dejó, Nuria Labari divide su relato en tres partes: Algo imposible, Algo peor, Algo mejor. Nuria nos describe cómo su amiga la dejó y analiza cómo se ha sentido, cómo se suele sentir la sociedad y lo que suponen este tipo de rupturas.
Al principio, podemos pensar que aún estamos a tiempo, que no se ha ido, que puede volver. Nos esforzamos en pensar que dará explicaciones, que pedirá perdón, que si sigues detrás, si sigues intentándolo, volverá. Pero en la mayoría de ocasiones no es así.
La autoestima
Soy difícil de querer. Tras una ruptura de este tipo, puedes sentirte culpable. ¿Qué he hecho yo para que me dejé? ¿Tan mal me he portado, tan mala amiga soy? Si alguien más se entera de que me ha dejado pensará que no soy buena amiga y no querrán una amistad conmigo. ¿Por qué querrían una amistad con alguien a quien han dejado? «Fijo ha hecho algo», pensarán.
La culpabilidad, el sentir que has sido tú, que te lo mereces, que es algo sistemático que ha pasado y seguirá pasando, pero no es verdad. A veces estas personas se van sin dar explicación, hacen ghosting, desaparecen. Pero no has hecho nada para que esto ocurra. La otra persona lo ha decidido. Y ha decidido no darte ninguna explicación. Habéis tenido una relación de varios años incluso, ¿a que si fuera con una pareja con la que lleva 10 años le hubiera dado unos motivos?
«Mi amiga no habría abandonado a una pareja de veinte años sin una explicación larga y razonada. Pero a mí sí.»
A veces esto afecta a la autoestima y nos deja un trauma durante un tiempo. Pero el aceptar la situación como es, aceptar la nueva realidad y mantener la conciencia tranquila son los mayores aliados para que esa culpa se vaya poco a poco y se pueda seguir con otras relaciones de una forma menos culpable y más natural.
Siempre vuelve algo mejor
Aceptar que se ha ido, pasar el duelo, asumir las consecuencias y no seguir a los pensamientos intrusivos de la ruptura. Poco a poco, como todo, se va superando. En La amiga que me dejó, Nuria reflexiona sobre una experiencia propia, un encuentro con mujeres, al lado de la también escritora Sara Torres, para celebrar la amistad.
Este encuentro le abre los ojos a Nuria y ayuda a que nosotras los abramos también. Explica el Templo de la Amistad de Natalie Clifford Barney. Reflexiona sobre el término amistad, qué significa ahora y qué significaba antes. La amistad puede ser algo distinto, con mucho más valor. Pueden crearse relaciones increíbles con las amigas. Pero no lo sabemos aprovechar.
No se valoran a las amigas
En La amiga que me dejó, Nuria analiza las relaciones de amistad en una sociedad heteropatriarcal: lo primero son los hijos, después el marido, y luego todo lo demás. Pero lo último son siempre las amigas. ¿Por qué es así? Con las amigas siempre nos desahogamos, les contamos lo bueno y lo malo, pero no son una prioridad. Siempre están todas esas cosas por delante.
«Hay un momento en la separación de las amigas en que es imposible hablar sobre lo que sea que sucedió.»
Pero en verdad, la amistad es de las cosas más valiosas que tenemos. Las amigas son el apoyo eterno, lo que nos soporta, lo que siempre está allí. Pero a veces nos olvidamos de cuidarlo. Y las cosas que no se cuidan, terminan por deteriorase y perderse.
Una oda a la amistad
La amiga que me dejó es un grito a la amistad. Una reflexión muy necesaria que pone muchas asuntos silenciados sobre la mesa. Quizás, las palabras de este ensayo te provoquen dolor, pero, como una herida abierta, a lo largo que pasan las páginas, vas sanando.
«Necesité que cayera tiempo sobre el tiempo, no tiempo sobre la herida, que es otra cosa. Sino tiempo sobre el tiempo, la clase de tiempo que no tapa una herida, sino que abre una distancia.»
Labari ha conseguido explicar perfectamente cómo es una ruptura con una amiga, qué se siente y el duelo que se lleva por ello. Pone nombre al sentimiento y da voz a una realidad que afecta mucho y no se reconoce. Una ruptura así puede doler mucho, pero no estamos solos. Nuria normaliza esta situación y nos consuela a través de este libro. Nuestra amistad vale mucho, pero para quien de verdad la quiera y nos quiera.
Nuria Labari
Nuria Labari nació en Santander en 1979, y es escritora y periodista. Su último libro es este, La amiga que me dejó, pero también ha publicado otras obras como las novelas Cosas que brillan cuando están rotas o La mejor madre del mundo.
Además, también destaca por escribir cuento, como en su primer libro Los borrachos de mi vida, o relatos, como en No se van a ordenar solas las cosas. Cada semana, la podemos leer en El País con un artículo de opinión nuevo.
