Las siete vidas de Pasolini nos adentra en la brillante y revolucionaria obra de un artista único
La madrugada del 2 de noviembre de 1975 encontraron en los alrededores de Ostia, a las afueras de Roma, el cuerpo sin vida de uno de los intelectuales europeos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX. Cincuenta años después de esta fecha, la voz de Pasolini es más relevante que nunca.
En el funeral de Pasolini el autor Alberto Moravia declaró: «No hay tantos poetas en el mundo. Solo nacen tres o cuatro en un siglo. Cuando termine este siglo Pasolini estará entre los pocos que contarán como poetas». Y sin embargo, la trasgresión de este pensador trasciende los límites de su época. Incluso hoy, más de cinco décadas después de su creación, su obra nos incomoda, alecciona y fascina. Publicados por la editorial independiente Dos Bigotes, los ensayos de Las siete vidas de Pasolini, firmados por variados investigadores del divisivo personaje, tratan de desentrañar el extraordinario legado de un visionario insólito y polifacético, capaz de desafiar las convenciones sociales con una calidad artística inigualable.
La vida y trayectoria del eterno poeta
Nacido en 1922, la infancia de Pasolini se vio marcada por una figura paterna autoritaria y represiva, la itinerancia de su familia a lo largo de diferentes ciudades del norte de Italia y el amor por las letras y la vida sencilla provincial. La poesía de Arthur Rimabuld y el dialecto friulano de Cassarca della Regina, localidad en la que se asentó en su juventud tardía, fueron las principales influencias de sus primeros poemarios.
Después de matricularse en la Facultad de Letras de la Universidad de Bolonia en 1939, la inestabilidad de la Segunda Guerra Civil anticipó su regreso a la región de Friul, donde ejerció como profesor de literatura y continuó expandiendo su obra poética. En 1945, la muerte de su hermano Guido en el frente de la Resistencia le impulsó a afiliarse al Partido Comunista, pero el descubrimiento de su homosexualidad le valió la expulsión de la formación política y el rechazo del pueblo, causando su llegada a Roma.

En la capital italiana, el artista tomó contacto con la marginalidad y violencia de los suburbios, el objeto de las novelas que le hicieron emerger como una figura rebelde y distintiva en el panorama literario nacional. Más tarde, su polémica producción cinematográfica lo consolidarían como un creativo completamente subversivo, crítico del progreso, la sociedad burguesa o la religión católica como institución, entre otros.
Los siete vidas de Pasolini, una relectura del pensador más desafiante
Compartimentalizar la obra de un polímata como Pasolini resulta una tarea imposible, y es algo que los participantes de esta compilación reconocen. Sus poemas, novelas, películas, ensayos, artículos periodísticos, pinturas y obras de teatro están interconectadas con su opiniones políticas y polémica reputación, y por ello cada medio de expresión que utilizaba se trasformaba bajo su visión. Por tanto, a pesar de que Las siete vidas de Pasolini esté estructurada según sus diferentes facetas artísticas, los ensayos firmados por Pablo Caldera, Mario Colleoni, Juan Gallego Benot, Pedro Víllora, Déborah García, Silvia Martín Guiterrez y Andrés Catalán ofrecen un intricado mosaico de Pasolini, haciendo una relectura de sus controvertidas opiniones en la actualidad.

Así, desde el dato de que Pasolini no utilizaba reloj debido a la relación del tiempo con la industrialización y la explotación del proletariado, hasta el cuestionamiento de la concepción del personaje como «mártir», pasando por el poema en forma de anexo bibliográfico del lenguaje pasoliniano, esta recopilación de textos es de gran ayuda para esclarecer las ideas fundamentales de un personaje tan contradictorio y complejo. Con un prólogo escrito por Vicente Monroy, Los siete vidas de Pasolini es la lectura perfecta para profundizar sobre la voz más subversiva del siglo XX y entender la marca indeleble que ha dejado en la cultura europea.

