La artista comenzaba su nueva gira, El Dragón, en la capital madrileña ante un Wizink repleto de seguidores
En una noche llena de energía y pasión, la carismática cantante española, Lola Índigo se adueñó del escenario del WiZink de Madrid, ante una multitud enardecida de fanáticos que esperaban con ansias el espectáculo. Desde el momento en que las luces se atenuaron y los primeros acordes de su música comenzaron a resonar, la multitud vibró cuando apareció la artista.
Sobre un impresionante escenario destacaba el huevo de un dragón por el que saldría Lola Índigo. Así es como nació el dragón en el Wizink de Madrid. Rodeada de su cuerpo de baile y envuelta en un deslumbrante atuendo plateado y con transparencias que capturaba la esencia de su estilo único, la artista abría la noche con una versión más electrónica de Animal.
Durante toda la noche, su espectáculo no dejó de sorprender. Lola Índigo se movía con gran destreza por el escenario, y junto a una increíble puesta en escena, destacaron los tres vestuarios que se puso durante todo el concierto: peluca verde, brillos, transparencias y colores verdes y plateados. Su talento como una de ellas fue evidente en cada coreografía, con sus característicos movimientos y llenos de energía que contagiaban y hacían enloquecer a todos los presentes.

Mucho ritmo en diferentes géneros
El repertorio del concierto fue una mezcla de éxitos conocidos y las nuevas canciones del disco El Dragón. Desde los pegadizos ritmos como Trendy y Discoteka hasta las baladas emocionales como Dragón, Lola Indigo demostró su versatilidad artística y su capacidad para conectar con el público a través de los distintos géneros. Además, los diferentes mashups de canciones suyas con otras canciones muy conocidas a nivel mundial como Dónde están las gatas, Bola Rebola o When Love Takes Over dieron un toque diferente al show.
El momento más especial fue cuando Lola Índigo se enganchó a unas alas de un dragón elevándose mientras cantaba Dragón y Corazones Rotos. A bastantes metros del suelo, la cantante volaba como si de una dragona se tratara sobre el escenario pudiendo ver a las más de 15.000 personas que llenaban el recinto.

Otro de los momentos fue cuando Lola se bajó del escenario para cantar High Remix, la colaboración junto con las argentinas María Becerra y Tini. La conexión entre la cantante y sus seguidores era palpable, y ver a esos afortunados fans que se encontraban en las primeras filas disfrutando de un momento único junto a su ídolo fue conmovedor.
Aunque la granadina deslumbró junto con su cuerpo de baile, también quiso que le acompañara su gran amiga Belén Aguilera para cantar la famosa colaboración, La Tirita. Otra de las sorpresas, pero esta vez esperada, fue la de Quevedo, que acompañó a Lola Índigo en su noche tan especial para cantar su último éxito El Tonto. Todos los presentes enloquecieron tras ver al canario sobre el el escenario.

El espectáculo estuvo lleno de efectos visuales, con juegos de luces, confeti e incluso, fuego. Las pantallas proyectaban vídeos e imágenes creando un ambiente visualmente impactante que complementaba a la perfección la energía de la música.
A medida que el concierto llegaba a su fin, el WiZink Center se convirtió en una auténtica fiesta. El público se entregó por completo, bailando y cantando con emoción todas las canciones. Una nueva versión de su primera canción Ya no quiero ná fue la protagonista de cerrar la noche. El concierto culminó con un estallido de aplausos y gritos que cerraban la despedida de El Dragón de Lola Índigo.