La novela de 2008, adaptada del libro Sin tetas no hay paraíso, de Gustavo Bolívar, se basó en hechos reales
Tanto la trama del libro como de la novela se centran en Catalina Santana, una chica de 14 años de edad que proviene de una familia con bajos recursos y que veía a las chicas de su barrio con dinero de sobra. Estas niñas eran llamadas «prepago» porque vendían su cuerpo a los narcos para conseguir dinero.
Catalina, con el afán de superarse y salir de la situación de pobreza, decide caer bajo las influencias de su amiga Yesica Beltrán, o mejor conocida como La Diabla, que era una proxeneta muy conocida por conseguir a todo tipo de niñas para los narcos. Catalina decide adentrarse en ese mundo de la prostitución, pero hay un problema que en toda la serie nos repiten: Catalina no tiene grandes los senos, esto hace que ningún narco la quiera.

El efecto de un mal comentario a una persona
A pesar de que Catalina tenía un buen aspecto físico y una personalidad muy encantadora, siempre se le recordaba que no tenía mucho busto, como, por ejemplo, su novio Albeiro, que le dice «si no fuera porque le falta un poco más de busto, usted sería la reina de la ciudad». Esta frase marcó mucho más a Catalina porque ella quería mucho a su pareja y que él también opinara que «le faltaba algo» le afectó.
Con la constante mención de que sus senos son pequeños y viendo cómo las chicas a su alrededor tenían los senos grandes, atribuye que al tener los senos grandes conseguirá el paraíso, que para ella significa tener dinero. Ahí es cuando comienza el desastre de Catalina, ya que por medio de muchas situaciones trágicas que atraviesa para conseguir los implantes, al final se los quitan por un problema de salud. Catalina planea su propio asesinato para dejar de sufrir. Antes de morir deja en un libro escrito: «Mentira, sin senos no hay paraíso».
Cómo puede influir el entorno
A pesar de que Catalina pudo elegir otro destino que seguir, era solo una niña de 14 años que en su colegio, en su barrio y en su casa tenía como única opción llegar al »paraíso» por medio de narcotraficantes, ya que consideraba el camino del estudio muy largo. A parte de esto, a Catalina le repetía su hermano en su casa que tenía que conseguir un marido con dinero para que los mantuviera y que la única forma para hacerlo fuera que un narcotraficante que no se fijaba en ella por su falta de pechos le hizo obsesionarse.

Así mismo, la cantante Karol G al hablar sobre sus cirugías estéticas confesó que ella se aumento los senos a los 18 años por presión social y citó: “Desde pequeñitas todo el mundo lo debía tener, yo durante mucho tiempo no lo quise, pero llegó un punto en el que dije ‘lo debo tener, soy la única que no las tiene’ y me puse, yo tengo aumento desde los 18 años”. Además menciono que si hubiera tenido el pensamiento que tiene ahora no lo hubiera hecho, ya que menciona que lo hizo porque todo el mundo lo hacía y el entorno comenzó a cambiar su pensamiento.
De la presión a la autoexigencia
La presión social que el barrio de Catalina ejercía sobre ella fue lo suficientemente fuerte como para que cuando ella cambiara de ambiente, a uno más sano donde la aceptaban como era ella, se siguiera auto-exigiendo tener el busto mucho más grande y pesado de lo que su cuerpo podía aguantar, provocándole un daño irreversible que la llevo a no operarse más.

