Entiende cómo reacciona tu cuerpo en las distintas fases para conocerte mejor y hacer tu rutina aún más saludable tanto física como emocionalmente
La mayoría de los seres vivos se rigen por el ritmo circadiano, que es un ritmo biológico con una frecuencia de 24 horas que coincide con el ritmo de la rotación del sol y que responde al cambio de luz y oscuridad. Pero, aparte de este ritmo, las mujeres se rigen a un segundo reloj biológico, el ritmo infradiano, que va más allá de un día y rige el ciclo menstrual.

El ritmo infradiano puede ayudarte a comprender y estabilizar tus ciclos corporales, ya que puede crear un cambio del 25 % en la química cerebral a lo largo del mes, afectando los niveles de cortisol que se elevan en una determinada fase. Para estabilizar estos ciclos, es recomendable adaptar lo que se puede consumir, el ejercicio y las vitaminas que se deben tomar durante determinada fase para apoyar la biología femenina.
Además, el ciclo infradiano dura 28 días y funciona unido al ritmo circadiano, por lo que si uno de los dos esta desregulado va inmiscuir en el ciclo contrario. Las fases del ritmo infradiano pueden variar respecto a sus días de duración dependiendo de cada persona, pero normalmente se guía de la siguiente manera: la fase de la menstruación, que dura de 1 a 5 días; la fase folicular, del día 6 al 14; la fase ovulatoria, del 15 al 17, y la fase lútea del día 18 al 28.

Cuatro fases
La fase menstrual marca tanto el inicio como el final de cada ciclo. Durante esta etapa, se experimenta una abrupta disminución de los niveles hormonales, lo que puede derivar en una disminución del ánimo, sensación de cansancio y de inflamación. Debido a esto, la piel está más seca, sobre todo en las zonas sensibles como los labios y los ojos. Por eso, se recomienda hidratar más la piel con bálsamos y aceites. Sobre el deporte, se recomiendan actividades enfocadas a la flexibilidad y la respiración, como el yoga o las caminatas meditativas. Se aconseja tomar tés calmantes, como manzanillas, y evitar los alimentos grasos, como el alcohol y la cafeína. Los suplementos que pueden ayudar a los problemas menstruales son la vitamina A para disminuir la hinchazón, la B para evitar el cansancio, la C para aportar el hierro que se pierde en esta fase y la E para la ayuda de retención de líquidos.
En la fase folicular, los estrógenos aumentan su producción, por lo que hace que sientas que tienes más energía. Aquí la piel está bien hidratada, así que en esta parte se recomienda cuidarse con productos que estimulen la producción de colágeno y elastina. Respecto al ejercicio, al principio del cambio de una fase a otra se pueden hacer carreras ligeras y caminatas, pero luego, cuando sientes que tienes demasiada energía, se pueden realizar deportes de fuerza, como el HIIT. Se recomienda ingerir alimentos que tengan brócoli y kimchi, o que sean fermentados para que metabolicen el estrógeno.
En la fase ovulatoria, el deseo sexual aumenta y hay un incremento de la hormona luteinizante para que ocurra la ruptura del quiste ovulatoria, por lo que es frecuente sentir dolor, inflamación o presión en la zona pélvica. Te puedes sentir con mejor estado de ánimo. En esta fase, la piel está deshidratada y se deben usar productos con antioxidantes y masajes para relajar los músculos faciales. En cuanto a los deportes, se recomiendan los de alta intensidad enfocados a la potencia y fuerza, como el spinning. Se aconseja tomar alimentos como fruta y verduras que ayuden al hígado.
Por último, en la fase lútea la hormona predominante es la progesterona; es conocida porque genera el llamado síndrome premenstrual, donde emocionalmente puedes sentir más relajación, aunque se suelen percibir calambres o casos de acné. A causa de este cambio hormonal, la piel suele manifestar una tendencia grasa. Hay que limpiarla profundamente para tratar el exceso de grasa usando, por ejemplo, mascarillas purificantes y exfoliantes para controlar el exceso de sebo. En el deporte, se recomiendan las actividades anaeróbicas y de potencias, como el pilates o el yoga. Respecto a los alimentos, se recomiendan la quinoa, el trigo y las verduras verdes que produzcan serotonina.
El conocimiento y el respeto por los ritmos biológicos, tanto el circadiano como el infradiano, brindan una valiosa herramienta para vivir en sintonía con nuestro cuerpo. Comprender las cuatro etapas del ritmo infradiano permite personalizar nuestras rutinas, desde la alimentación hasta el ejercicio, para mejorar nuestra salud física y emocional a lo largo del mes. Este enfoque nos recuerda que conocerse a uno mismo es el primer paso hacia una vida más saludable y equilibrada.