La guía definitiva para conocer un poco más el norte del país
Desde el Lago di Como, hasta el Lago di Garda, pasando por Trento y Verona. El norte italiano tiene grandes atractivos que ofrecer para unas vacaciones diferentes. Dejando de lado la ya súper conocida Toscana o la capital, las zonas de Lombardía, Trentino y Veneto pueden ser la opción ideal para tus próximas vacaciones.
A tener en cuenta
El recorrido se puede hacer tanto en coche como en caravana o furgoneta. Con un coche podrás acceder a sitios más complicados y será más fácil aparcar, así como moverte en general. Especialmente en Lago di Como, una zona con carreteras estrechas y con mucho tráfico. Sin embargo, deberás buscar un alojamiento en cada parada y te verás obligado a hacer noche en los lugares elegidos en un primer momento sin poder cambiar de idea. La opción de alquilar una furgoneta o camper te da más flexibilidad pero recuerda que mientras más grande sea más complicaciones tendrás.
Día 1: España-Milán
Milán es la ciudad más importante al norte de Italia y cuenta con tres aeropuertos. Especialmente, al aeropuerto de Milán-Bérgamo llegan bastantes vuelos económicos desde España con compañías como Volotea o Ryanair. En este caso será el punto de partida de la ruta y la línea de meta. Aprovecha tu primer día en Milán para hacer un free tour y conocer la ciudad y, así, poder moverte con mayor facilidad.
Día 2: Milán-Lago di Como
Recoge tu medio de transporte y dirígete al famoso y lujoso Lago di Como. Tardarás alrededor de una hora en llegar al pueblo de Como. No obstante, los pueblos que más merece la pena visitar son Bellagio y Varenna. De camino a Bellagio desde Como puedes hacer una parada en el Orrido di Nesso. Una preciosa y fotogénica cascada a la que puedes llegar a pie desde la carretera.
Pasa la mañana en Bellagio y descubre el pueblo. También, puedes visitar alguna de las villas más famosas, si te interesa. Sin embargo, la más famosa se encuentra en Varenna. La parada obligatoria que debes hacer en Bellagio es la Trattoria San Giacomo. Este pequeño restaurante no admite reservas y deberás esperar en unas escaleras a que te asignen una mesa. Los imprescindibles a pedir serían la pasta con ragú y, de postre, el tiramisú.
Después de comer, cruza en ferry a Varenna. Las tarifas no son caras y podrás subir tu coche o tu camper. Una vez allí, busca un parking cercano y recorre el paseo a orillas del lago. Además, puedes aprovechar y buscar una tienda de productos típicos italianos y comprar embutidos y quesos típicos de la zona. En este pueblo se encuentra la Villa Monasterio, una de las casas señoriales más famosas del lago. Su entrada cuesta unos ocho euros y puedes recorrer sus jardines así como el propio complejo.
Dirigite al norte a la zona de Valtellina para hacer noche
Día 3: Sondrio y Chiuro
Dedica la mañana a ver Sondrio, un pueblo que, a simple vista no parece gran cosa, pero te sorprenderán sus casas de piedra y su decoración. Si te interesa, puedes subir al Castello Masegra y admirar la vista desde la cima. También, no dudes en acercarte a la oficina de turismo ya que te podrán proporcionar numerosas rutas a pie o en bicicleta que podrás hacer por los alrededores. Por último, prueba la Bresaola, un embutido típico de la zona que se parece a la cecina española. Lo podrás adquirir, por ejemplo, en la Formaggeria da Silvano.
Para pasar la tarde, dirigete a Chiuro o Ponte in Valtellina. Durante el camino, observarás infinitos viñedos ya que es una zona muy conocida por este producto. En Chiuro y Ponte de Valtellina están las mejores bodegas donde podrás realizar catas y degustaciones del producto de la zona. Una recomendación sería la bodega Nino Negri.
Día 4: Parque Nacional del Stelvio
Esta zona es perfecta para los amantes del ciclismo y del deporte de montaña. Pasarás por varios puertos que han sido parte de la ruta de la conocida competición de ciclismo: El Giro d´Italia. Alguno de los pueblos en los que puedes parar son Ponte di Legno u Ossana. Ten en cuenta que si vas en invierno podrás disfrutar de las numerosas estaciones de esquí. No obstante, si vas en una época más calurosa aprovecha para hacer rutas de senderismo y ver las grandes montañas que rodean la zona.
Día 5: Castel Thun y Lago di Molveno
Dirígete hacia el Lago di Santa Giustina y en tu ruta haz una parada en el mirador del Castello di Cles. Continúa hacia el Castel Thun, un castillo en medio de plantaciones de manzanos que merece la pena visitar. La entrada ronda los diez euros pero es uno de los castillos de la zona en los que más merece la pena invertir. Si tienes suerte, en la parte baja del castillo habrá un agricultor vendiendo frutas y productos elaborados a partir de la manzana, como confitura o zumos. No dudes en hacer una pequeña compra.
Dedica la tarde a disfrutar del Lago di Molveno. Date un baño o realiza alguna de las cientos de rutas que ofrece la zona. Por ejemplo, puedes subir hasta el restaurante Baita Fortini di Napoleone. Un lugar muy especial al que puedes ir a comer o a merendar y al que no se accede muy bien en coche, lo mejor es ir andando. Es obligatorio pedir un Hugo Spritz, una versión del clásico Aperol Spritz muy famosa en la zona norte del país.
Día 6: Trento y norte del Lago di Garda
Amanece en la ciudad de Trento y recorre sus calles llenas de edificios con las fachadas pintadas y visita su catedral. Es una pequeña ciudad perfecta para pasar una mañana relajada visitando sus mayores atractivos como el Castillo del Buonconsiglio. La entrada es de pago pero merece la pena visitar sus estancias con los techos pintados y su balcón con impresionantes vistas de la ciudad. Para comer, sin duda pásate por Pizzeria Bella´mbriana.
Finaliza tu día en el norte del lago más grande del país, el Lago di Garda. Concretamente, puedes darte un baño por la zona de Riva di Garda o subir en un funicular a observar las vistas del lago desde un punto más alto.
Día 7: Malcesine y Limone sul Garda
El séptimo día disfrutarás de dos pueblos del Lago di Garda. Comienza la mañana en Malcesine. Puedes visitar su castillo, pero lo realmente interesante es el pueblo en sí y sus playas (mucho mejores que las del norte) con agua cristalina y limpia merece la pena darse un baño en la zona.
Para llegar a Limone sul Garda coge un barco. Salen cada hora desde Malcesine y cuestan nueve euros ida y vuelta. Limone Sul Garda es el pueblo espectacular a orillas del lago. Es muy pequeño por lo que lo podrás recorrer en pocas horas. Como su propio nombre indica, el limón es el protagonista en todo momento, ya que este pequeño pueblo esta lleno de limoneros. No puedes perderte la Iglesia de San Roque y la zona de cultivo de limones y otras cítricos.
Para comer es imprescindible que hagas una parada en Focacceria Dal Piasarot. Probablemente los mejores bocadillos de focaccia que vas a probar en el viaje. Hay tanto dulces como salados y el restaurante, aunque es pequeño, tiene una ventana con vistas al lago muy bonita.
Día 8: Verona y sur del Lago di Garda
Comienza el día en la conocida ciudad de Verona. Haz un free tour y descubre las numerables leyendas e historias que recoge la ciudad. Sin duda visita la Arena di Verona y la casa de Julieta. Además, cruzando el Ponte di Piedra, podrás subir a una zona alta de la ciudad con unas vistas impresionantes.
Después de comer dirígete al sur del Lago di Garda, especialmente haz parada en los pueblos de Pechiera di Garda y Sirmione. Aquí podrás relajarte y disfrutar de las playas, así como realizar actividades de ocio.
Día 9: vuelta a Milán
En tu último día, vuelve a Milán y explora las zonas y monumentos que no te dio tiempo el primer día. Viisitar las terrazas y el interior del Duomo es imprescindible. También puedes acercarte a la zona de Navigli y disfrutar del clásico aperitivo. Algunas recomendaciones para comer son: Cesarino, Di Genaro, Al Cantonone o Pasta ´autore.
