Este jueves 27 se ha estrenado la precuela de la trilogía de Un lugar tranquilo
Un lugar tranquilo: día 1 narra los inicios del apocalipsis de las cintas de John Krasinski, esta vez en la ciudad de Nueva York (ciudad por excelencia de las invasiones alienígenas). De manos de nuevos personajes que deben hacer frente a la incertidumbre y al caos, permaneciendo en silencio para poder salir de la ciudad con vida.
Consolidadas como unas de las películas de moda de terror de estos últimos años, llega la tercera parte que cierra la trilogía de Un lugar tranquilo.
Esta vez, de la mano de un director diferente. John Krasinski (The office) deja paso a Michael Sarnoski (Pig) para llevar a cabo la precuela de su trilogía. Se intenta llevar al espectador por un camino ya antes transitado, pero de una manera fresca e innovadora.
Sinopsis
En un universo ya antes explorado, nos adentramos en sus orígenes.
La historia comienza el día previo a la invasión alienígena. Samira (Lupita Nyong´o), una paciente de cáncer, va de excursión a la ciudad por primera vez en mucho tiempo. Allí vivirá el día de la invasión, adaptándose a las circunstancias, mientras intenta sobrevivir y buscar algo que le haga aferrarse a la vida. La ciudad se convierte rápidamente en un campo de batalla donde cualquier sonido puede ser mortal.
No destaca la premisa, ya antes vista, aunque es original a su manera. Desde luego el pilar fundamental de la película no es la trama en sí, sino los personajes.
Unos personajes bien construidos, con motivaciones que transcienden el ambiente apocalíptico. Quedan lejos de ser personajes planos para pasar a ser personas complejas que tienen mucho que ofrecer, más allá de ser simples supervivientes. Se enfoca en la emotividad que conlleva descubrir que es el fin del mundo (o el fin de tu mundo).
El silencio como un elemento más
La premisa de mantener el silencio para mantener la vida sigue estando muy presente. Un elemento común en las películas del género de terror como No respires (2016), que se torna de un nuevo significado en este blockbuster. El silencio acaba siendo un personaje más de la película.
A pesar de ello, consigue renovar la fórmula. Una precuela mucho más sangrienta y aventurera que sus predecesoras, con más personajes presentes y en consecuencia, más muertes.
Indudablemente, comparte un mismo tono y ritmo. Pero el elemento que la hace destacar son las conexiones humanas y las motivaciones de los personajes. No se reduce a una mera película de supervivencia, de terror o de invasiones alienígenas.
Una actuación de miedo
Los efectos especiales son casi mejores que los de las anteriores películas, dándole más protagonismo a las bestias. Junto con su inteligente diseño de sonido y su uso de los encuadres para enfatizar la claustrofobia de los personajes en La Gran Manzana, el toque maestro de la película es la puesta en escena.
Tanto Lupita Nyong´o (Doce años de esclavitud) como Joseph Quinn (Stranger things), intentan dar una de sus actuaciones más ambiciosas. Teniendo en cuenta que es una película donde lo que prima son los gestos, con un diálogo y guion ínfimo. Una lucha contrarreloj en el transcurso de dos días, contra la incertidumbre, la soledad, la muerte inminente y como no, las estrellas de la trilogía: los aliens.
Sarnoski rescata temas de las anteriores películas de manera magistral, e integra la historia de manera natural. Hace algún guiño a la familia Abott y a otros personajes ya vistos, para darle una perspectiva más real.
En esencia, es una película que consigue abordar lo que pretende realizar, dando un nuevo enfoque a una historia ya vista, pero que funciona gracias a su dirección y sus personajes bien construidos. Un must para los fans de la franquicia cinematográfica, que les hará deleitarse con jumpscares y elementos comunes del terror sin dejar de lado la emotividad y la profundidad de los personajes que caracteriza a este universo.