Si el turismo actual no vive su mejor época tras la crisis que vivimos del coronavirus, la guerra en Ucrania por Rusia provoca un nuevo golpe al sector turístico español.
La seña de identidad de nuestro país frente al mundo vuelve a sufrir un nuevo golpe económico con las sanciones impuestas al país euroasiático. El turismo vive una crisis permanente desde comienzos de 2020 y el conflicto entre Rusia y Ucrania vuelve a dañar una parte fundamental de nuestra economía. España no recibe gran cantidad de turistas rusos pero los que vienen gastan mucho y se quedan más tiempo. Además preocupa como esto puede afectar a otros países colindantes, países del norte, Polonia, estos turistas también pueden dejar de venir a nuestras costas.

Las sanciones de los países han provocado que las grandes empresas dejen de publicar ofertas en territorio ruso, por ejemplo Tour España; además existe un cierre del espacio aéreo, no se puede viajar por avión de Rusia a España. Por ello, observamos que este mercado turísticos está cerrado, pero países vecinos como Polonia o países escandinavos son zonas donde se espera que este sector se vea también afectado.
El perfil del turista ruso
En cuanto al modelo típico de un turista en España, el ruso no es uno que se observe en gran medida. Sin embargo, se nota en el impacto económico, ya que es uno de los turistas que más dinero gasta. Si observamos datos de 2019, el último sin pandemia, nos visitaron 1,3 millones de turistas rusos, representando solo 1,6% del turismo internacional. Pese a ser una cifra tan pequeña su gasto rozo casi el 3% del total, casi 2.000 millones de euros. El estándar típico de turista ruso le gusta gastar dinero yendo de compras, unos 1.700 euros por persona. Esto hace ver que es un turista clave en algunos lugares de la costa.

Prevenciones ante el conflicto de Ucrania
“El Gobierno de España está trabajando en la búsqueda de alternativas que puedan suplir una eventual ausencia de turistas rusos esta próxima temporada”, dijo Pedro Sánchez sobre las solución a una regular disminución de los turistas rusos en nuestro país. “El impacto pensamos que se puede minimizar buscando mercados alternativos, fundamentalmente el mercado norteamericano en el que estamos trabajando”, explicó Reyes Maroto ministra de Industria, Comercio y Turismo. Entre tanta incertidumbre las líneas hoteleras y de restauración viven con duda las consecuencias. Se quejan de haber sido los últimos en poder retomar las actividades después del confinamiento y reclaman soluciones y alternativas para no perder el próximo verano. “La crisis que estamos viviendo en Ucrania puede afectar sin duda a la recuperación del turismo, seguramente ya se estén viendo las consecuencias en las reservas de Semana Santa” explicó Jorge Marichales, presidente de la patronal hotelera CEHAT.
Como ocurre con el conflicto, la inseguridad de los acontecimientos provoca que ningún experto sepa a ciencia cierta cual será el devenir del próximo verano. Esperemos que, por lo menos, el conflicto bélico se haya acabado, viviendo así sus consecuencias económicas.