Marta Oliver es la autora del libro El muro de cristal. Una historia de superación, donde narra cómo han sido sus experiencias en hospitales psiquiátricos
Después de haberme leído su historia, creo que es una mujer muy fuerte y luchadora que ha recorrido un largo camino para superar su problema de salud mental. Además, este libro me hizo ver una realidad que no conocía, ya que hablar de enfermedades mentales es muy poco frecuente en nuestra sociedad. Por ello, esta autora quiere dar a conocer este tema tan desconocido y darle la importancia que se merece. Ahora, he podido entrevistar a Marta Oliver para hablar sobre su libro y también sobre un proyecto que tiene muy interesante.
Pregunta: Gracias por concederme esta entrevista. Lo primero, ¿qué tal está?
Respuesta: Haciendo cosas y tratando de mantenerme ocupada. Es la manera que yo tengo de afrontar el día a día. Si no tuviera algún proyecto o ilusión, tal vez no podría levantarme de la cama.
Ahora estoy con varios proyectos de literatura que espero publicar este año, también hago correcciones de libros y estoy haciendo un máster en Estudios Literarios en la Universidad Complutense.
El año que viene quiero matricularme en el grado de psicología, porque creo que así podré ayudar mejor a las personas.
P: En el libro se habla de distintas enfermedades mentales, ¿cuál es la enfermedad con la que más costaría llevar una vida “normal”?
R: Yo no soy una experta para hablar de enfermedades, pero por lo que he visto y vivido en mis ingresos creo que se trataría de enfermedades que te hacen distorsionar la realidad. Como, por ejemplo, personas que tienen alucinaciones o que oyen voces, con estos síntomas es muy difícil permanecer anclado a la realidad y, por tanto, llevar una vida normal.
P: También, el libro habla de la pérdida de contacto entre los pacientes cuando a uno le daban el alta. Usted explica que no estaba permitido tener contacto con sus compañeros una vez se sale de psiquiatría, ¿cuál es el motivo?
R: No estoy segura del motivo porque nunca me dieron explicaciones, pero intuyo que piensan que podemos incluirlos negativamente o alentarnos mutuamente al suicidio. Sin embargo, mi opinión es muy distinta. Creo que hablar con un igual que te va a entender y no te va a juzgar puede ser muy terapéutico.
P: Continuando con la pregunta anterior. Aunque no se pudiera mantener el contacto con los pacientes cuando a uno le daban el alta, used luego explica que sí mantuvo contacto con algunos de ellos. A día de hoy, ¿sigue manteniendo el contacto con alguno de ellos? ¿Cree que charlar con ellos también es terapéutico?
R: Durante un tiempo mantuve contacto con varias personas, pero al tratarse de personas inestables que pueden estar hospitalizadas a menudo es muy difícil mantener el contacto. Lo he perdido, con gran dolor para mí, con la mayoría, pero alguna amiga me queda y es un gran apoyo para mí.
P: ¿Cree que el trato que se recibe en los psiquiátricos es adecuado, o se debería tener más empatía con los pacientes? ¿El trato de los médicos y enfermeros era bueno? ¿Cree que las técnicas que sirven para que el paciente se calme valen realmente? ¿Cambiaría algunos de los métodos que se utilizan para ayudar a los pacientes con enfermedades mentales?
R: Yo en general he tenido muy malas experiencias en los distintos hospitales en los que he estado. Me han retraumatizado.
No hay psicólogos y apenas terapias psicológicas. Se dedican a tenerte haciendo manualidades, en el mejor de los casos, y eso a mí me hace sentir tremendamente inútil. En otros simplemente no hay actividades y te vuelves loco paseando pasillo arriba y pasillo abajo.
Los hospitales están a años luz de ser terapéuticos, es solo un espacio donde te dejan aparcado y te sobremedican para que no des problemas.
Yo he recibido insultos y burlas por parte de las auxiliares de enfermería cuando he entrado en crisis y me he autolesionado.
Falta mucha formación en salud mental en el personal. Y también empatía. Creo que a la hora de contratar personal para psiquiatría se debería valorar algo más que el CV, como la empatía, paciencia e inteligencia emocional, porque no todo el mundo está capacitado para realizar un trabajo tan delicado. Están tratando con personas en momentos muy difíciles de su vida.
Por otra parte, a la mínima de cambio te contienen a la cama, es decir, te atan en cinco puntos. Creo que esto es una práctica humillante, vejatoria y muy cruel totalmente contraproducente y que debería desaparecer inmediatamente de todos los hospitales. La OMS la ha condenado por vulnerar los derechos humanos.
P: ¿Cuál cree que es el motivo por el que se le da tan poca importancia a la salud mental en la sanidad pública?
R: Es la gran olvidada y dentro de un tiempo lo vamos a pagar, ya que cada año hay más pacientes de salud mental, debido a las crisis económicas, el Covid, etc.
La depresión es la segunda causa de baja laboral en España.
Es un tema de vital importancia al que las autoridades competentes y la propia sociedad le están dando la espalda sin darse cuenta de la gravedad de las cifras y de que es algo que puede afectar a cualquier persona en cualquier momento.
Creo que es un tema incómodo y por eso prefieren ocultarlo e ignorarlo, como las altas cifras de suicidios, pero hay que eliminar los tabúes y conseguir una atención en salud mental digna, con recursos y accesible para todo el mundo.
Actualmente en la Seguridad Social el psiquiatra y el psicólogo te atienden cada tres o cuatro meses, lo cual es una atención claramente insuficiente.
Las personas que conozco y se lo pueden permitir acuden a profesionales privados, pero eso crea una gran brecha social donde sólo reciben la atención adecuada las personas que tienen recursos económicos. Creo que este sistema es injusto y totalmente impropio de un país del primer mundo como España.
Por todo ello, estoy luchando y seguiré luchando el resto de mi vida. Creo que las enfermedades mentales y los trastornos psicológicos van a ser la próxima pandemia que suframos.
P: Otro tema que quiero destacar es la familia, ¿cuánto de importante ha sido la familia para su recuperación?
R: Para mí ha sido fundamental. Sin el apoyo de mi marido, padres y hermano no hubiera podido salir adelante.
La red de apoyo familiar es vital para el paciente, el problema es que muchos pacientes de salud mental no tienen familia o les ha abandonado y eso dificulta mucho su recuperación.
P: ¿Qué le diría a la gente que está teniendo problemas de salud mental, pero que no quiere reconocerlo por algún motivo? Ya sea porque no sabe cómo van a reaccionar a su alrededor o porque no quiere asumir realmente que tiene un problema grave.
R: Mi consejo es que se ponga en manos de un profesional de inmediato, aunque como he comentado, esto es prácticamente imposible en la Seguridad Social. Debe pensar que ir al psicólogo es lo mismo que tener una fractura e ir al traumatólogo.
No hay de qué avergonzarse, sino todo lo contrario, hay que ser muy valiente y responsable para reconocer que tienes un trastorno y solicitar ayuda.
Yo no lo hice en su momento y me arrepiento enormemente, porque mi patología se ha agravado por no acudir a tiempo a un profesional.
P: Esta pregunta seguro que es muy diferente a las que le hacen normalmente, ¿qué canción definiría el libro?
R: Yo colaboro en un programa de radio, El lado del bien, y siempre después de la charla debo escoger una canción representativa de lo que hemos hablado.
Yo creo que mi libro se podría identificar con Piensa en mí de Luz Casal.
P: Used está trabajando en un proyecto que creo que es muy interesante y que puede ayudar a muchas personas, que es una asociación para personas que han tenido ideas o intentos suicidas. Cuéntenos, ¿cómo se le ocurrió la idea?, ¿cómo va a ayudar a esas personas?, ¿cuál es su objetivo?
R: Ahora estoy muy ilusionada creando una Asociación sin ánimo de lucro para personas con ideaciones o intentos suicidas (APIIS). Es la única asociación de este tipo en España y el objetivo fundamental es darnos apoyo mutuo entre iguales con la ayuda de psicólogos expertos en suicidología.
También luchamos por mejorar la asistencia y calidad de la salud mental y por darnos visibilidad en la sociedad. Reclamamos urgentemente una Ley de Prevención del Suicidio para poder evitar muchas más muertes.
Para contactar con nosotros pueden enviar un mail a contacto apiis@gmail.com. Se me ocurrió la idea cuando yo he necesitado ayuda en ese sentido y me he visto sola y totalmente desprotegida y no quiero que nadie más sienta lo mismo.
